Oh Daddy ᶜʰᵃⁿˢᵉᵘⁿᵍ

cuarenta y nueve

Seungmin le avisó a Chan que iría a casa de su madre saliendo de la escuela, claro que él se ofreció a llevarlo, pero no aceptó, estaba cerca y quería caminar para poder pasar a la farmacia y comprar una prueba de embarazo sin que él se enterará, así que, sin más remedio, lo dejo ir solo.

Antes de entrar a la tienda, suspiró y trató de calmarse, debía perder toda la vergüenza y pedir la prueba, era normal, no era el primero en ir a comprar una, ¿cierto? Empujó aquella puerta de cristal y la campanita sonó indicando qué había entrado, la chica qué atendía miró a Seungmin con una gran sonrisa y por suerte, no había nadie más que él.

—Hola, buenas tardes, ¿qué se te ofrece? —preguntó amablemente.

—H-hola —contestó con nervios— Me da una...

— ¿Una?

—Lo siento, es qué me da un poco de vergüenza —jugó con sus manos.

—No te preocupes, ¿quieres condones? —preguntó sin pena— ¿Eso es?

Seungmin negó con la cabeza.

—Una prueba —susurró.

—¿Una que? —frunció el ceño.

—Una prueba de embarazo —contestó rápidamente y la chava sonrió.

—Oh, claro —se dio la vuelta para buscarla y cuando lo hizo, la pasó por el lector de código de barras y le cobró.

—Muchas gracias—contestó, mientras guardaba la prueba en su mochila.

Salió de la farmacia y siguió su camino hasta su casa.

・❥・

Chan se encontraba aun llorando, no quería dejar ir a Seungmin, le dolía demasiado, ¿qué le iba a decir? ¿la verdad? qué se alejaba para mantenerlo a salvo o ¿le mentía?

¿Debía elegir la opción más difícil, que era lastimarlo sólo para que Seungmin lo aceptará? porque lo conocía, si le decía que se alejaba para que no corriese peligro, no lo iba aceptar, elegiría quedarse con él a pesar de saber que su vida estaba en riesgo y eso no lo iba a poder soportar, prefería estar lejos de él, que verlo dentro de un ataúd.

—Te amo, Seungmin —susurró mientras lloraba y abrazaba sus piernas— Te amo tanto...

Debía ser fuerte, debía hacerlo, eso era lo correcto. No importaba si a sufrir tanto al punto de morir de un corazón roto, solo importaba el bien de Seungmin.

Se levantó y aún con lágrimas comenzó a meter las cosas del menor en una maleta, el corazón le dolía tanto que sentía que se le iba a desgarrar, el nudo que sentía en su garganta era tan grande que podía jurar que vomitaría, odiaba a su padre en esos momentos por ser tan egoísta, por solo pensar en él mismo.