Oh Daddy ᶜʰᵃⁿˢᵉᵘⁿᵍ

cincuenta y dos

—Tranquilo Seungminnie, mamá está aquí —dijo mientras acariciaba su cabello rubio y lo abrazaba fuertemente.

—Tengo que confesarte algo —contestó entre sollozos— Necesitas saberlo.

—¿Qué es?

—¿Me seguirás queriendo después de lo qué te diga? —preguntó aún con más tristeza.

—No hay nada que haga que deje de quererte, cielo —le sonrió dulcemente, pues estaba dispuesta a ganarse su confianza, quería hacer las cosas mucho mejor desde ahora en adelante.

—Mi novio o bueno, mi ex —se corrigió y respiró profundamente para tomar valor— Él es mucho mayor que yo.

— ¿Qué tanto?

—Tiene veintiocho —confesó y su madre abrió los ojos de más por la sorpresa, diez años no eran tan pocos como los que ella imaginaba.

— ¿Ah, si? —Seungmin asintió— ¿Y que te dio por fijarte en un hombre de esa edad?

—Desde un principio fue amable conmigo, respetuoso y tan lindo —suspiró y trató de no llorar más al recordar las primeras veces que salió con Chan— No es como los chicos de mi escuela, él es diferente, simplemente él me llena de felicidad, mamá.

— ¿Tú piensas qué él te ama?

—Yo estaba convencido de eso... —bajó la mirada, pues las lágrimas comenzaron a salir de nuevo— Pero ya no estoy seguro.

— ¿Estás seguro de que no hay alguna razón por la qué haya decidido terminar contigo? —preguntó tratando de entender el porqué de la decisión de Bang.

Entonces, recordó lo que había sucedido y ahora todo tenía sentido, sentía culpa por la tragedia que pasó.

¿Eso era realmente, no quería que me pase algo malo de nuevo? pensó.

Él iba a responder cuando el timbre sonó —¿Es Jaeyong?—preguntó mientras se borraba las lágrimas rápidamente y ella negó con la cabeza.

—Aún no es hora, está en el trabajo —frunció el ceño y se levantó para ir abrir la puerta.

— ¿Será Chan? —susurró con nerviosismo.

Jaehee Kim miró de pies a cabeza al mencionado, y su instinto le decía que era él, el chico de quién Seungmin estaba enamorado.

—Buenas tardes, señora Kim —habló con educación —Mi nombre es Bang Chan.

—Buenas tardes, Bang Chan —contestó ella en un tono más alto de lo normal para que Seungmin la escuchará, entonces él se levantó enseguida y miró por la puerta.

Era él, estaba ahí y su corazón comenzó a latir con fuerza.

— ¿Puedo hablar con Seungmin? —preguntó sin dejar de mirarlo.

—Si, claro —contestó haciéndose a un lado para que pasará y él así lo hizo.

—Muchas gracias —se sentó en el sofá, mientras Seungmin lo miraba sin saber que decir y entonces, parpadeó varias veces para asegurarse de que no estaba alucinando.

—Chan... —susurró— ¿Qué estás haciendo aquí?

—Vine hablar contigo—. lo miró con tristeza, pues de solo ver sus ojitos cualquiera se daría cuenta de que estuvo llorando demasiado.

—Bueno, los dejó solos —habló Jaehee para despedirse y entrar a su habitación, dejaría qué hablaran y después tendría una conversación seria con ellos dos.