El primer beso de amor

221 27 5
                                    


El primer beso de amor




Ron acercó temerosamente su mano al rostro de Harry, le hizo a un lado los anteojos y limpió su llanto. El chico ya no tuvo fuerzas para rechazarlo, pero sollozó más fuerte al sentir ese contacto humano que le mostraba que seguía vivo.



— ¿Porqué no me dijiste que le querías? —repitió Ron con tristeza por su amigo.


— Tú lo odiabas... te habrías opuesto, habrías gritado, habrías...

— Harry, sí, hubiera hecho todo eso, pero al final me sentiría contento por ti... porque eras feliz con él, ¿verdad?


— ¡Mucho, Ron! —exclamó con la voz quebrada.


— ¿Y él... también te quería?


— Sí... me amaba tanto como yo a él.


— Entonces debes recordarlo con cariño, Harry, tienes que superar...


— ¡No puedo! —le interrumpió cada vez peor—. ¡Me lo quitaron, Ron, me quitaron a mi pareja y sin él no quiero vivir!



Ron sintió que el nudo en su garganta se oprimía dolorosamente, pero debía animar a su amigo, así que reunió fuerzas para limpiar sus propias lágrimas.



— ¿Porqué no volvemos al castillo, Harry? Hace mucho frío aquí.


— Hace frío donde sea, Ron... prefiero quedarme con él.


— Entonces... me quedo contigo.



Ron también sentía mucho frío y más lo tuvo al recostarse frente a Harry sobre el helado mármol, sin embargo no lo demostró y abrazó a su amigo procurando darle un poco de su calor. Harry le aceptó, aunque la diferencia no era mucha, había una sensación agradable, algo que casi había olvidado de tener un amigo.


— ¿Te acuerdas cuando llegamos en el coche volador de mi padre? —preguntó Ron mientras estrechaba la cara llorosa de su amigo entre sus manos.


— Sí... sí me acuerdo.


— ¿Recuerdas que estábamos parados espiando al comedor y nos intrigaba su ausencia?


— Sí. —respondió Harry sonriendo tristemente—. Pensamos que lo habían despedido.


— Creímos muchas cosas, pero luego, el muy sinvergüenza se apareció por detrás... Ahora puedo asegurarte que casi ensucio mis pantalones aquel día.


— Creo que me pasó lo mismo. —confesó divertido.


— ¡Y todavía el muy malvado se atrevió a burlarse de nosotros! Porque algo me dice que en el fondo estaba gozando a lo grande vernos en ese lío.


— Era un demonio. —dijo cariñosamente—. Pero era muy bueno, Ron, ¡te juro que era muy bueno!


— Lo sé... si alguien como tú llegó a quererlo tanto, seguramente lo merecía.



Harry volvió a llorar, pero por primera vez sentía que un peso iba aligerándose al hablar de Severus con alguien más. Ron ya no dijo nada, abrazó más a Harry, dispuesto a quedarse toda la noche con él aunque por la mañana tuviesen que usar antorchas para descongelarlos. Sin embargo, una hechizada manta térmica los cobijó. Harry apenas lo notó estando aferrado al cuerpo de Ron, pero el pelirrojo sonrió al ver a Hermione recostándose tras de Harry, de tal manera que ambos amigos cubrían al tercero con sus cuerpos.



— ¿Puedo quedarme con ustedes? —preguntó cariñosa.


— Harry tiene frío, Hermione. —comentó Ron preocupado.

Al calor de tu amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora