Herido
Severus dejaba salir su respiración a través de su sonrisa, era un exquisito placer volver a sentir los labios de Harry recorrerle cada parte de su cuerpo. Tumbados sobre la alfombra frente a la chimenea, recordando cuando le parecía un lugar incómodo y ahora era el paraíso. Harry aún había batallado para decidirse luego de su charla en ese mismo lugar, pero luego de unos días al fin su amor y su deseo sobrepasaron al miedo.
El esmero que Harry ponía en estimular y dar placer era palpable, daba a cada lugar su dedicación especial. Besando casi imperceptiblemente la piel del cuello de Severus, dejando caer su aliento hasta provocarle estremecimientos por todo el cuerpo. Rozando su tórax ya más marcado gracias a la recuperación que iba teniendo con el tiempo, acariciando sus pezones morenos. Regresó un momento a besarlo recorriéndole el rostro hasta detenerse en sus labios, mordisqueó delicadamente su labio inferior para beber un quejido de deleite que sabía emergería de la garganta amada. Jugaron por algunos minutos con sus lenguas, acariciándose sin prisas, aunque sus latidos ya eran ansiosos.
Harry sentía el miembro de Severus ya muy fuerte, la sangre le bullía ardiente al sentir que era por él, pero aun así no quiso apurarse, no dejó un centímetro de la piel sin besar, sin acariciar y sin chupar. Hasta que por fin, tuvo frente a sus ojos la muestra de su excitación, le olfateó acariciándole con la punta de su nariz y su lengua, percibiendo emocionado como Severus se arqueaba en busca de más contacto.
Ya no lo hizo esperar más, volvió a abrigar al miembro de Severus con su boca, acariciando la piel alrededor con sus dedos.
— Harry... amor, ya.
Harry comprendió, hubiera querido probarlo una vez más, pero Severus aún no tenía tanta fuerza para largas jornadas como antes. Lo liberó luego de un gran esfuerzo para renunciar a ese placer, miró enamorado a Severus mientras le brindaba la satisfacción de verlo preparándose él mismo. Las pupilas negras del Pocionista se dilataron admirando aquella escena.
Severus se sentó recargado sobre una pequeña montaña de almohadones que el ojiverde había colocado para su apoyo, Harry se arrodilló a horcajadas rodeando su cadera. El Profesor le cercó de la cintura estrechándole contra su cuerpo y lentamente fue ayudándole a descender. Harry emitió un pequeño quejido de dolor y apretó la cabeza de Severus en su pecho, se detuvo un segundo para respirar, hacía tanto tiempo que no hacía eso, y luego, suavemente volvió a descender hasta que finalmente quedó sentado, totalmente empalado.
No se movieron, ambos se mordían los labios extasiados por la sensación de volver a estar unidos de esa manera.
— ¿Estás bien? —preguntó Severus al cabo de unos segundos.
— Mejor que nunca... ¿y tú?
— En el cielo... ¡lo juro!
Harry lo besó enamorado antes de empezar una serie de movimientos circulares que los hicieron gritar de placer. Severus besaba apasionado la piel del cuello de Harry, y no dejó de apretarlo contra su cuerpo ni cuando el chico se movió alternando esos círculos con un sube y baja que poco a poco fue aumentando de intensidad. Ambos rostros mostraban un enorme placer y Harry cada vez usaba más fuerza, dejándose caer para sentir a Severus lo más hondo posible. Finalmente, ambos explotaron al mismo tiempo unidos en un fuerte abrazo y culminando su orgasmo con un grito de placer que sonaba a sus nombres fundidos.
— Dios... fue genial. —aseguró Harry sin moverse de su lugar.
— Divino, amor... fue insuperable. ¡Te amo!
— Yo más, ¡mucho más!
— Harry... ¿Puedo?
Harry comprendió de inmediato lo que Severus quería, y sonrió divertido y emocionado. Sacrificándose de estar en esa posición que tanto le gustaba, se levantó abandonando a Severus quien sintió un frío muy intenso de repente, pero era su turno, así que se recostó un poco más. El ojiverde se colocó sobre él, poniendo las rodillas, una a cada lado del rostro de su amante, tuvo que sostenerse bien de un mueble cercano cuando sintió el primer lengüetazo que le limpiaba de los residuos de su eyaculación.
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Al calor de tu amor
FanficUn corazón puro y noble tan sólo esperaba la prueba final para poder liberarse de la misión que le impusieron al año de edad... Pero el destino le cambió todo, ahora tendrá que enfrentarse y superar algo que jamás se imaginó, algo para lo que no se...