Desperté. A duras penas me puse de pie para dirigirme al baño y abrir la regadera. En cuestión de segundos el agua como la temperatura perfecta. Dejé caer mi ropa en el suelo y entré junto al agua y el jabón se llevaran cualquiera rastro de sudor.
Salí después de algunos minutos, y envolví mi cuerpo en una toalla blanca. Hoy más que nunca tenía que ir arreglada. Sana y yo habíamos terminado, ado que no podía haber rastro alguno de debilidad. Al contrario, debía demostrar que todo seguía siendo más que perfecto.
Dejé mi cabello ligeramente húmedo y revuelto. Delineé mis ojos con lápiz negro y un labial sobre mis gruesos y bien definidos labios. Tomé mi mochila, el cual traía algunos libros, ya que la mayoría estaban en mi casillero.
Bajé las escaleras. Mi madre estaba en la sala, la mesa del centro como siempre estaba llena de papeles y sus tres teléfonos celulares.
Sin duda alguna, una mujer ocupada.
ㅡMe voy ㅡle avisé antes de salir.
ㅡQue te vaya bien ㅡme contestó.
Hace dos meses que no conducía. Sana siempre iba por mi y me llevaba a la escuela, saliendo nos regresábamos juntas y cualquier cosa que necesitaba lo hacía con ella.
Llegué al campus y estacioné mi auto. Me gustaba llegar algo tarde, y así capturar la atención de todas y todos. Obviamente no era algo difícil de lograr.
Bajé y todas las miradas se posaron en mí, solo que esta ves todos murmuraban cosas entre ellos. Seguro sería la ausencia de Sana a mi lado abrazándome por la cintura y cargando mi mochila.
Lo ignoré y seguí caminando lentamente agitando mis caderas suavemente en un ritmo único.
ㅡ¡Rayos! ㅡpensé molesta.
¡¿Dónde demonios estaba Jisoo?!
No lograba verla y realmente la necesitaba.
Llegué a mi casillero, saqué mi celular y empecé a presionar botones, escribiendo un mensaje para Jisoo.
ㅡ¿Por qué tan acelerada? ㅡuna voz burlona casi hace que el celular cayera de mis manos.
ㅡ¡¿Dónde estabas?! ㅡle grité alterada.
ㅡ¿En mi casa? ㅡrespondió extrañada.
ㅡNo me dejes sola ㅡle dije seriamente.
ㅡ¿Ves? Jen, necesitas amigos ㅡse burló.
ㅡBien sabes que Jennie Kim y amigos no van juntos en la misma oración, a menos que lleve un "no necesita" en medio ¿bien? ㅡcomenzamos a caminar hacia el salón.
Las clases transcurrieron rápido, debido a mi ansiedad porque diera la hora dem receso y hacer que Sana se arrepintiera de haberme dejado.
Finalmente el estruendoso timbre nos liberó del maestro de Química, entonces me quedé esperando a Jisoo. Ya acompañada por ella, caminamos hacia la cafetería, acomodé mi cabelll antes de cerrar y escuché una carcajada por parte de mi amiga.
ㅡ¿Te das cuenta de lo que te digo? Sana tiene toda la razón, mujer ㅡla fulminé con la mirada y empujé las puertas de la cafetería para entrar.
ㅡHola linda...
ㅡPreciosa
Halagos de este tipo anudado a leves chiflidos y besos tornados se escuchaban al momento en que yo pasaba entre las mesas. Ya se habían enterado, ya que estando con Sana, absolutamente nadie se atrevía a abrir la boca.
Como amaba esa atención. Todos desde los deportistas hasta los inadaptados volteaban a verme, a excepción de alguién...
ㅡ¿Dónde demonios está Sana? ㅡpregunté en un susurro solo audible para Jisoo y para mí.
ㅡDisfrutando de su libertad
ㅡ¿Sabes? Creí que eras mi amiga
ㅡOh vamos, sabes que es un juego ㅡcontestó riendo.
Platicábamos de tonterías, como era común en nosotras, pero aún así, no podía evitar pensar en donde estos estaba Sana.
ㅡ¡Hey! ㅡse escucharon tres voces al unísono. Las amigas de Jisoo.
ㅡNos abandonaste Jisoo ㅡle reclamó una de ellas mientras todas se sentaban en la mesa.
ㅡLo siento, mi amiga necesita apoyo ㅡles contestó y la fulminé con la mirada.
ㅡOye... es cierto ㅡdijo una chica de cabello oscuroㅡ Terminaron tú y Sana... ㅡtodas en la mesa me miraban atentamenteㅡ ¿Qué te parece si tú y yo...
ㅡJihyo... Ni lo pienses ㅡla interrumpió Jisoo y agradecí en una sonrisa.
No me molestaba la presencia de todas en la mesa, de hecho era divertido. Lo que me molestaba era la ausencia de mi ex novia.
Ya estábamos toda internadas en la plática, cuando una de las amigas de Jisoo emitió un "Oh no" mientras miraba hacia la puerta.
Todas volteamos a verla a ella, para luego seguir la dirección de su mirada y encontrarnos con una escena para nada agradable. Rápidamente sentí como Jisoo volteaba a verme, pero yo no podía apartar la vista de esa escenita.
ㅡCreo que será mejor que nos vayamos... ㅡni siquiera supe quién dijo eso pero en cuestión de segundos solo estábamos Jisoo y yo en la mesa.
ㅡ¿Jennie? ㅡhabló ella.
ㅡ¿Kim Yeri? ㅡestaba en shockㅡ ¿Kim Yeri le va a dar más que superficialidad y sexo?
Yeri, digásmole así, es mi "rival" desde siempre. Todo en su vida es una constante réplica de lo que yo hago. Su mayor objetivo es tener todo lo mío, y al parecer va por buen camino. Ya tiene mi odio y a mi ex novio.
Yeri caminaba del brazo de Sana sobre sus hombros, esta sonreía descaradamente como diciendo "Mírenme, se la quite". Al igual, Sana caminaba quitada de la pena. Saludaba a los demás miembros del equipo que estaban sentados en una de las dos mesas del otro extremo de la cafetería.
ㅡJen ㅡescuchaba la firme voz de Jisoo pero no podía, no reaccionaba. No podía quitar mis ojos de ellos.
La mirada de Yeri se encontró con la mía, le sostuve la mirada. No hay nada peor que cortar en contacto, no demuestra nada más que mi debilidad. Al ver que mi vista no cedía, levantó una de sus delgadas y castañas cejas, se dio media vuelta y tomó a Sana del rostro para traerla a sus labios.
ㅡOdiaba que yo hiciera eso... ㅡmurmuré mientras veía como la besaba frente a todos sus amigos. Sana detestaba que hiciera eso... pero al parecer, que lo hiciera otra le agradaba.
ㅡJennie, voltea a verme ahora ㅡme inclinó Jisoo y rápidamente volteé a verlaㅡ cuando más necesitas de tu orgullo, este decide descansar ㅡme regañóㅡ deja de verlas y ya.
Tenía razón.
ㅡNo, Chu... ㅡme puse de pieㅡ No puede hacerme esto ㅡcaminé hacía la puerta de la cafetería, obviamente a pesar de todo el coraje, nunca sin estilo.
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Love's Bet | Jenlisa
FanfictionJennie es una chica muy hermosa y caprichosa, que tiene todo lo que quiere y a la chica que ella deseé, sólo con mirarla. Pero se dará cuenta, al hacer una apuesta con su mejor amiga, que su belleza no es lo suficiente como para cautivar a Lalisa Ma...