Parte 27.

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No emití sonido alguno. ¿De verdad se estaba disculpando conmigo?

Con el rabillo del ojo podía verla con su mirada en el horizonte.

ㅡNo hay que peor que una disculpa forzada ㅡdije seriamente al igual que ella, con mi mirada fija en algún punto invisible en el campus.

ㅡ¿Cuándo una disculpa no es forzada? ㅡpreguntó irónicamente.

ㅡCuando de verdad lo sientes y no lo haces por lástima ㅡacomodé un mechón de cabello que había salido de su lugarㅡ Pero está bien, acepto la "disculpa" ㅡhice comillas con mis dedosㅡ ¿Ahora ya le puedes dejar sola? ㅡla verdad quería estar sola, no tenía ganas de pelear y, con Lisa a un lado, era todo lo que podía hacer.

ㅡNo, no puedo ㅡvolteó a verme, bufé con fastidio y tomé mi maleta para ponerme de pieㅡ No, no y no repitió tomándole del tobillo para evitar que caminaraㅡ ¿Qué se siente cuandon quieres estar sola y alguién esta ahí sin dejarte en paz? ㅡse refería a lo que yo hacía con ella.

ㅡNo ㅡla interrumpíㅡ Yo estaba detrás de ti porque quería conocerte, y tú ahora lo estás haciendo sólo por molestarme, eres fastidiosa ㅡdije mientras intentaba liberar mi tobillo de su agarre.

ㅡ¿Y ya no te interesa? ㅡcon un rápido movimiento me hizo caer en el césped.

ㅡNo, en lo absoluto ㅡmentí.

ㅡNo te creo ㅡaseguró.

ㅡNo me interesa sí me crees o no

ㅡOh vamos, aprovecha antes de que me arrepienta ㅡsonrió sinceramente, la sonrisa de esta mujer es hermosa.

ㅡ¿Aprovechar qué? ㅡpregunté sin entender.

ㅡResponderé todo lo que quieras ㅡpasó su mano por su cabello color negro despeinandolo.

ㅡ¿Lo que yo quiera?

ㅡBueno, sólo cinco preguntas ㅡya era un avance.

ㅡ¿Por qué sólo cinco?

ㅡPorque mo debe tardar en tocar el timbre y tengo que entrar a clases. Te quedan cuatro ㅡdijo sonriente.

ㅡ¡¿Qué?! ㅡgrité, esa no valía.

ㅡQue sólo te quedan cuatro ㅡrepitióㅡ Ahora sólo te quedan tres.

ㅡ¡No! ㅡsolté molesta pero me hizo reírㅡ A ver ㅡdije mientras que analizaba en mi mente bien las preguntas que haríaㅡ ¿Por qué estas un año atrás? ㅡ¡Que estúpida! ¿Por qué pregunté
eso?

Tenía que encargarme de Wendy y Jonsang, así que trabajaba mañana, tarde y noche, no podía seguir estudiando. Así que me salí por un año para juntar la mayor cantidad de dinero y luego regresar.

ㅡ¿Por qué te encargas tú de Wendy y Jonsang? ㅡella dijo que respondería todo.

ㅡMis padres fallecieron hace tres años ㅡmi corazón se estrujó ante su seriedad al hablarㅡ Como era menor de edad, una tía se hacía cargo de nosotros ㅡmurmuróㅡ Pero ella tenía bastantes problemas e hijos para mantenernos a nosotros tres ㅡsonrióㅡ Hablamos y después de mucha insistencia nos dejó regresar a nuestra casa, y desde entonces yo me encargo de todo ㅡmis ojos estaban como un par de platosㅡ Y la última pregunta...

ㅡLa última... ㅡdije pensativa. Sonreí y me acerqué más a ella, quedando a sólo centímetros de distanciaㅡ ¿Por qué no te agrado? ㅡsoltó una risa.

ㅡEsa es fácil ㅡdijo divertida y me quedé quieta escuchandoㅡ Para empezar... odio el rosa, eres una superficial, crees que sólo por usar ropas caras y tener un lindo cabello, puedes tener todo lo que desees ㅡahora ella se acercó más a mí y sentí como ahora mi estómago se retorcíaㅡ Pero por alguna extraña razón mis hermanos te adoran ㅡsubió su mano y acarició mi mejilla. ¡Dios mío! ¿Qué ñaso con la antipática Lisa?ㅡ Y creo que a mí, comienzas a agradarme ㅡla única acción que tuve en ese momento, fue cerrar mis ojos y esperar a que sus suaves labios hicieran contacto con los míos.

Capturó mis labios con dulzura única, tan diferente a los demás besos. Inconscientemente subí mus manos hasta su cuello y husta cuando estaba por responderle el beso, el fuerte timbre retumbó por todo el campus.

"¡Que injusto!"

De golpe se separó de mí, pronunció algunas palabras por lo que sólo asentí con la cabeza y después desapareció corriendo por los jardines, pero mi estado de estupefacción era tan grande que ni siquiera entendí que era lo que había dicho.

Sacudí un par de veces mi cabeza, aún no lograba creer que había dicho todo eso.

Lisa, la señorita no tengo sentimientos había aceptado que le agradaba.

Agarré mi mochila y escarbé entre todo el desorden que había dentro de ella para localizar mi celular, y miré la hora. Aún tenia cinco minutos para llegar a clase a tiempo.

Me puse de pie y me sacudí entera, eliminando cualquier rastro de tierra o césped de mis Jean para después caminar hacia el interior, para entrar a clases.

Love's Bet | JenlisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora