Tan Dulce Como La Miel [Taiju Shiba x Reader]

Extra: Viejo amigo

Un capítulo que no es tan relevante pero no podía sacar de mi cabeza, espero que lo disfruten ❤️

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La ciudad parecía tan distinta cuando la noche llegaba.

Las familias se iban y no quedaba más que un transeúnte ocasional que no pretería a nadie, todos tenían en mente llegar a casa antes de que la brisa otoñal comenzara a darles problemas.

Aunque peligroso, no podía importarle menos el ser visto, solo quería disfrutar de un postre como un niño mientras que los sonidos de Tokio le envolvían a él y a su soledad.

El parque en el que estaba no era muy concurrido, no costó mucho trabajo encontrar una banca vacía después de comprar un par de Taiyakis recién hechos. Estaba a punto de darle el primero mordisco al pan en forma de pez cuando algo rompió su atmósfera perfecta.

Había un niño solitario, él tenía su ropa de invierno a pesar de que no hacía mucho frío, él miraba a todas partes mientras que un visible mohín se formaba en sus labios antes de comenzar a sollozar. Entre lágrimas, sus ojos se encontraron, se sobresaltó cuando el infante comenzó a acercarse a él, pasó de estar a unos metros de distancia a sentarse en la misma banca que él.

- No encuentro a mami.- Dijo el niño, con la voz quebrada y ojos acuosos.

A pesar de su molestia inicial, no pudo evitar mirar con detenimiento al niño que se había sentado a su lado. Él era pequeño, de mejillas y nariz rojas por el clima, su cabello era cubierto por un gorro de lana con un parche en el costado con el que supuso era su nombre, la tela estaba desgastada y apenas podía ver su nombre debido al hilo deshilado.

- Touma.- Leyó en voz alta.

Él se rio.

No podía evitar que una sonrisa nostálgica tirara de las comisuras de sus labios y arrugara un poco sus pálidas mejillas.

Qué tonto que ese niño se llamara igual...

- Touma...Yo soy Touma.- Interrumpió el niño, mostrando aceptación ante la mención de su nombre.

El hombre adulto pudo suspirar con tranquilidad, al menos ya se había calmado un poco.

- Bien, Touma.- Dijo con tono calmado.- ¿Sabes a dónde iban tus padres?

Sorbiendo sus mocos y con el ceño fruncido, el pequeño comenzó a pensar tanto como su limitado pensamiento de apenas tres años se lo permitía.

- Mami y papi tienen una tienda de comida grande.- Explicó, el hombre a su lado supuso que se trataba de un restaurante.- Iba a ir con ellos y mi hermanita, pero...- Entonces se detuvo, esforzándose por explicar aún mas, pero las palabras no salían, causando solo desesperación.- Uh...no sé dónde están...

Sus ojos (c/o) volvieron a llenarse de lágrimas, así como su nariz comenzaba a gotear. Una nueva ola de llanto se aproximaba, agobiando un poco al adulto.

- Oye tranquilo, estoy seguro de que ellos vienen pronto...- Comenzó a buscar a su alrededor, esperando a encontrar a una mujer preocupada buscándolo, pero no encontró nada más que un par de palomas picando el suelo. Entonces miró a su mano, el postre aún caliente que sostenía, los niños amaban los dulces.- ¿Quieres un Taiyaki?

- Uhh uhh.- Asintió entre sollozos el pequeño. Tomó con su mano el pan con forma de pez antes de darle una mordida, siguió soltando lágrimas, pero al menos ya no sollozaba.- Gracias Oji-san.

- No soy tan viejo.- Reclamó con la boca llena, masticando su propio postre.

Touma entrecerró los ojos, arrugando su nariz con confusión.