Una tarde familiar usualmente debería estar llena de risas o juegos, si se trata de personas hogareñas como los [__] seguramente podría pensarse que podrían tomar un rato para ver películas o jugar juegos de mesa.
De todos los días, (__) odiaba desperdiciar sus mañanas de domingo en la sala de su casa leyendo los folletos para universidades que su madre le había traído.
Fácilmente podría tratarse del vigésimo quinto papel que leía sin interés alguno, era una pésima opción estar tan centrada en una universidad cualquiera cuando ya tenía un plan para su futuro en mente.
Su madre, por otro lado, no parecía tener la misma idea. La mujer mayor señalaba con entusiasmo cada una de las universidades que venían en los folletos, como si fuese ella la que estaba a punto de cruzar.
- ¿Qué te parece Hokkaidō?- Habló con entusiasmo.
No era de menos el entusiasmo, la prestigiosa universidad de la prefectura de Hokkaidō era la misma en la que tanto su madre como sus hermanas asistieron. Cada una se especializó en áreas distintas, sin embargo, las tres adultas compartían un título emitido por la misma institución.
La euforia de la mujer madura era claramente notoria, después de todo no dudaba en enumerar los beneficios del plantel educativo con esmero.
- Uhh...- Murmuró con algo de cansancio la (c/c). - Supongo que está bien.
Cada vez que su madre señalaba una nueva universidad, siempre contestaba con monosílabos o con frases muy cortas. Sabía que no valía la pena pelear por algo tan trivial con su emocional madre.
El semblante feliz de la mujer decayó, ante la falta de entusiasmo de su hija solo se cruzó de brazos.
- ¿Qué tiene de malo Hokkaidō? - Cuestionó. - Es una muy buena opción, creo que podrías intentarlo.
- Yo bueno...- Murmuró con incomodidad la chica, aprovechando la oportunidad para dejar el folleto de lado. - Está muy lejos, no me gustaría solo venir en vacaciones. - Señaló. - Además, hay muy buenas escuelas con talleres especializados en repostería en la región...
- (__) ya lo hablamos. - Interrumpió con seriedad la mujer mayor. - No puedes vivir solo de hacer pasteles.
- ¡Pero mamá! - Reclamó.
- Nada de peros, ya lo discutimos cariño. - Habló con dulzura, usando su mano para acariciar la mejilla fe su hija menor. - Debemos buscar opciones más realistas si queremos triunfar en la vida.
Había algo en aquellas palabras que siempre hacía que el corazón de la (c/c) se hiciera pequeño. Aunque no era doloroso, había una molestia que le desanimaba de sobre manera.
Era una sensación de vacío tan sutil que apenas y la notaba, pero a medida que escuchaba las palabras de su madre estas se hacían cada vez más notorias.
Solo podía suspirar con cansancio, esperando a que todo pasara rápido. Sin embargo, sabía que no se detendría, una vez su madre comenzara a hablar de sus días como universitaria no habría poder humano que le detuviera.
Con discreción, sacó el móvil de su bolsillo y tecleó rápidamente un masaje para su amigo. (__) había acordado verse con Taiju en la misma cafetería de siempre antes de la hora de la comida, sin embargo, esos planes se verían completamente arruinados por la intervención de su madre.
(__) no contaba con que su progenitora llegara a casa con cientos de panfletos con información de distintas universidades a lo largo del país y, como pintaban las cosas, estaba segura de que no lograría llegar a tiempo.
Solo podía disculparse y aceptar de mala gana la forma en la que su madre hablaba.
Fácilmente pudieron pasar horas hasta que la adulta hablaba sin parar de las maravillas de mudarse, quería que destacara en el área de economía y administración, pero nada de eso era lo que realmente deseaba.
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Tan Dulce Como La Miel [Taiju Shiba x Reader]
FanficTal vez ya era hora de alejarse de la desastrosa vida de las pandillas y volver a pensar en un futuro normal, quien sabe, quizá también podría encontrar algo igual de dulce que un pastel.