Hay que ponernos festivos jajajaja
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Un día más en el trabajo, el día había sido lento así que el trabajo se había visto claramente reducido.
Muy conveniente considerando que sus hermanos irían a cenar algo al restaurante.
Su esposa había insistido en aquella reunión, con el trabajo y los niños, había sido realmente difícil que se reunieran.
Había preparado la mejor mesa, aquella que se encontraba en una zona, algo alejada del resto de clientes pero que aún mantenía una vista hermosa de las grandes peceras, solo podía dar lo mejor para su familia.
Primero llegó su esposa a la mesa, no dudó ni un segundo en levantarse, tomarla de las caderas y plantar un beso en sus dulces labios para saludarla.
- ¿Y los niños?
- Los dejé en casa de Nori, ellos querían jugar con sus primos.- Sonrió con calidez mientras que volvía a dar un beso en los labios del hombre alto.- Significa que podemos tener una noche relajada.
Taiju Frunció el entrecejo al notar la expresión de su esposa.
- No pareces muy tranquila.- Comentó con una ceja arqueada.- ¿Pasa algo?
- Bueno...- Murmuró con algo de duda, moviendo sus ojos de un lado a otro, evitando la mirada de aquellos ojos dorados.- Quería decirte algo.
- ¿Ahora? ¿No podemos esperar a que Hakkai y Yuzuha lleguen?
(__) negó con la cabeza.
- Esto es urgente.- La mujer se acercó a la mesa para dejar su bolso en la mesa del restaurante, rebuscó entre las cosas hasta que terminó por encontrarse con un sobre pequeño que tendió al peliazul.- Toma, esto es para tí.
Taiju Entrecerró los ojos con cautela, mirando el pequeño sobre, al abrirlo se encontró con una tarjeta de felicitaciones, el mensaje genérico del día del padre escrito con una tipografía caricaturesca y algunas decoraciones cómo corbatas y demás.
- ¿Qué es eso?- Preguntó confuso.- ¿Es día del padre?
- No.- Dijo muy segura antes de comenzar a dudar.- Eso creo... Mira, solo abre el regalo de una vez.
Siguiendo el tono insistente de su esposa, Taiju abrió la tarjeta de regalo, sonrió inmediatamente al ver un par de hojas con los dibujos de sus tres pequeños.
Pero por más lindo que fuese, eso no respondía su pregunta en lo más mínimo, al mirar las hojas con garabatos notó algo más que venía al fondo de aquella tarjeta.
Sus ojos se abrieron de golpe, el familiar contorno plástico de una ultrasonido había sido puesto con un clip detrás de las hojas con los dibujos de sus hijos.
- ¿Eso es?- Exclamó sin aliento.- Mierda...
- Vamos a ser padres, otra vez.- Dijo con una sonrisa nerviosa.
- No me jodas...¿De verdad?
La mujer envolvió los brazos al rededor de la cintura de su esposo y le dió un pequeño beso en el mentón.
- Es en serio, cariño.
Taiju estaba conmocionado, aún mirando la tarjeta en su mano.
- Dios vamos a tener otro niño.- Murmuró para si mismo.
La (c/c) lo soltó para tomar una mano del hombre y tomar la impresión en blanco y negro.
- No solo uno, cariño.
- ¿Qué?
- Si, mira.- Con su dedo señaló las manchas en la ecografía.-Uno, dos...y tres.
- (__).
- ¿Si cariño?
- No jodas...
Ella hizo un puchero, frunciendo el entrecejo mientras que mostraba la imagen una vez más.
- Pero es la verdad.- Exclamó.- Los niños van a tener a sus hermanitos.- Taiju soltó un suspiro y se dió la vuelta, alejándose.- ¿A dónde vas?
- Necesito ir a dar una vuelta...Y tomar un trago...
Taiju estaba tan centrado en su propia conmoción que pasó por alto a sus hermanos, quienes habían estado mirando la escena a un par de metros de distancia.
Yuzuha se reía por la expresión de Taiju, mientras tanto Hakkai contenía una pequeña sonrisa tras su mano.
Ambos se acercaron a la mesa donde su cuñada le había estado esperando.
- ¿Piensas decirle que todo es una broma?
La mujer se cruzó de brazos e hizo un puchero.
- No, sigo enojada con él por la fiesta de año nuevo.- Exclamó con un puchero.
Hakkai sonrió y miró la tarjeta.
- Se va a decepcionar cuando sepa que no van a tener otro bebé.
(__) desvió la mirada.
- Si bueno...
- Vamos (__) ya se acabaron las bromas.
- ¿No tienen hambre?
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Feliz April Fools jajaja
Gracias por leer, Ciao!
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Tan Dulce Como La Miel [Taiju Shiba x Reader]
FanfictionTal vez ya era hora de alejarse de la desastrosa vida de las pandillas y volver a pensar en un futuro normal, quien sabe, quizá también podría encontrar algo igual de dulce que un pastel.