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-Ai,  Liam quiere hablar contigo -Bex aviso entrando a la habitación del alfa.

-¿Porqué no me llama? -Ai se había levantado hacia rato y revisaba algunos negocios.

-¿Sabes que hay 6 oficinas en esta casa?.

-Si y son de tu marido.

-Usa una y Liam dice que te a estado llamando y no contestas ¿Tienes tu teléfono contigo?.

-Mmmh, dejame ver -Ai reviso su habitación-. Creo que se quedó en el auto, dile que ahorita lo llamo, no mejor dejame hablar con el -tomo el celular, después de hablar con su socio el alfa bajo al estacionamiento en busca de su teléfono y efectivamente lo encontró tirado bajo el asiento, el aparato estaba descargado. Era raro porque recordaba haberlo cargado el día anterior, en lo que el celular se cargaba Ai desayuno en la cocina junto a los chicos, después se encargo de otras cosas y cerca del medio día al fin reviso su celular. Esa cosa tenía 78 llamadas perdidas de un número desconocido y justo cuando miraba la absurda cantidad de llamadas el teléfono sonó.

=¿Porqué no contestas?.

=¿Cian? -Ai se sorprendió al escuchar la voz del otro.

=Si, ¿Donde has estado?.

=¿En casa...

=Te estuve llamando.

=Si, me di cuenta ¿Quieres hacerme esa mamada? -se burló.

=....

=Supongo que no.

=....

=Voy a cortar, estoy ocupado -había quedado en alejarse de ese tipo y lo iba a hacer, así que corto.

=Ven a verme -este era un mensaje escrito, de acuerdo, el iba alejarse....después de quitarse las ganas. Así que tomo un auto y se dirigió al lugar, en cuanto entró las feromonas llenaron sus fosas nasales y el deseo brillaba en los ojos del alfa que estaba vestido únicamente con una bata de baño.

-Veo que me estabas esperando -Ai puso una mano en el cuello del tipo y lo hizo bajar la cabeza para poder besarlo al mismo tiempo que la bata caía al suelo.

-Si...-el cuerpo de Cian se estremeció cuando Ai lo acarició, el tipo siempre parecía verse tan importante e imponente que nadie imaginaria como se ponía por apenas ser tocado por un alfa de un nivel tan bajo-. Esta...esta es la última vez que hacemos esto.

-Me parece bien -Ai presionó con fuerza la cadera de Cian dejando una marca.

-Habitación...-Cian se enderezó.

-No...te lo haré en esta mesa y así cada vez que te sientes a comer te acordaras de mi -lo puso contra la mesa del comedor y con apenas un poco de saliva entró en el, Ai lo tomó con fuerza y rabia por parte de ambos por sentimientos tan recientes y tan intensos que nisiquiera podían definirlos. Después de hacerlo en la mesa del comedor, lo tomó en cocina y por último contra la puerta de la entrada principal, Ai solo quería escuchar al gran y orgulloso tipo pedir por más pero no lo lograba. El deseo de verlo suplicar crecía dentro de él de forma descontrolada pero de nuevo Cian se limitaba a gemir y verse tan caliente que Ai no podía dejar de moverse por lo que después de un tiempo ambos terminaron cansados y bastante satisfechos. Cían no dijo una palabra, sólo camino hacia su habitación en busca de una toalla pero cuando volvió el lugar estaba vacío, del tipo que lo había tenido contra la pared unos minutos antes solo quedaba el aroma. Rápidamente tomó su celular y lo llamó, necesitaba hablar con él antes de que se fuera, unos minutos después Ai estaba de vuelta con una sonrisita que hacía enfadar a Cian.

-¿Ayer...

-¿Si?.

-...onseguiste esa mamada? -Cian le sirvió un cerveza.

-¿Estas celoso?.

-No, sólo me preocupa ser contagiado de algo, no imagino con que tipo de omegas lo haces.

-¿Omegas? -Ai casi se carcajeo-. No, yo solo foll con alfas -lo miró y la boca de Cian se seco.

-Da igual, sólo cuídate y no le digas a nadie sobre esto, no me gustaría ser asociado a...-lo miro de pues a cabeza-. A al guíen como tu.

-No seas ingenuo Cian, el que no quiere ser asociado contigo soy yo.

-¿De verdad? -la arrogancia de Cian era un verdadero fastidió.

-Si.

-Entonces no deberíamos volver a repetir esto.

-Pero cumplelo esta vez y no me hagas más de 70 llamadas por que crees que otro me la está chupando, tengo cosas más importantes que hacer que estar dandote tu ración de calcio diario -Ai se terminó la cerveza, eructo solo para hacerlo enfadar-. Por cierto, me encanta lo bien que aprietas -le metió dos dedos haciendo que Cian abriera los ojos de sorpresa y placer, después se marchó.









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