Historias Cortas De Mpreg Y Omegaverse

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Cerca de 2 semanas habían pasado desde que Ai había tomado el apartamento de Liam sólo para demostrar que si podía, aunque después de eso las cosas entre ellos estaba más que bien. Ai iba y venía de casa de Liam durante el día y algunas noches y el resto de su tiempo lo pasaba con Cian, este por su parte dividía su tiempo de forma similar y las cosas marchaban bien...bien hasta ese día al menos. Ai llegó al apartamento de Cian que era más o menos el único lugar donde no estaba rodeado de gente, al entrar un fuerte aroma casi lo mareo, dentro no estaba Cian.

-Hola -el chico más hermoso que Ai hubiera visto nunca sonrio en su dirección, este era tan bonito que era casi incomodo verlo. Su sonrisa era deslumbrante, su presencia agr y su aroma...por el cielo el omega olía como el paraíso.

-Lo siento yo...-Ai había creído que Gio era hermoso y agradable a la vista pero este omega era como ningún otro que hubiera visto jamás.

-¿Buscas a Cian? -el chico era tierno y hablaba de manera muy dulce y sutil.

-Algo así -Ai no era fan de las feromonas omegas pero estas se sentían tan bien.

-Si...el no está -el chico se acercó a él-. Pero estoy yo -la forma en la que lo dijo era tan sugerente que Ai creyó que lo estaba imaginando.

-No yo...vuelvo después -Ai era un mafioso después de todo y a pesar de la apariencia inocente del chico se sintió en peligro.

-OK -el chico se volteó cayendo al piso de un tropezón.

-¿Estas bien? -Ai qué ya estaba casi al otro lado de la puerta regreso e intento ayudarlo.

-Si -el chico sonrió mientras empujaba levemente a Ai al piso quien nisiquiera tuvo tiempo de pensar-. Estoy bien -subió a orcajadas sobre Ai.

-Eres sin duda hermoso, pero los omegas no son lo mío -Ai puso las palmas hacia arriba cerca de su cabeza, se negaba siquiera a tocarlo.

-Claro que no, apestas a Cian -el chico no se movió y solo lo miró directamente a los ojos.

-¿Puedes bajarte de lo que es mio? -Cian lo tomó de un brazo y sin cuidado lo lanzó a un lado-. ¿Que haces aquí Dorian? -lo miro con enojo mientras ayudaba a Ai a ponerse de pie.

-¿No puedo visitar a mi prometido?.

-Llevas años desaparecido ¿Que quieres? -Cian no parecía tener paciencia con el chico.

-¿No puedo venir a verte?.

-No.

-Te extrañe...

-Claro -el lugar estaba inundado de feromonas de ambos lo que tenia a Ai a punto de ebullición.

-Me voy -no lo soporto más y salió de ese sitio, esos dos...esos dos si que eran de alto nivel muy dominantes. Ai volvió a su apartamento y se metió a la ducha con todo y ropa, estaba caliente como nunca antes lo había estado, casi sentía que su celo estaba por venir y eso que casi nunca lo tenía ya que Usaba inhibidores. El alfa se dio placer muchas veces en la ducha y cuando pudo salió y bebió un cartón de pastillas inhibidoras de celo, cuando estuvo más calmado lo dicho por el omega lo golpeó-. Ese hijo de perra - dijo a la nada, Cian no lo había negado lo que significaba que era cierto, Ai no sabía cómo sentirse con respecto a esa situación por lo que se vistió y salió a la calle. Tenía que dejar de pensar en eso analizó llamando a Gordon.

-¿Estas bien? -este dijo cuando lo recojio.

-Si.

-¿Estas seguro? No pareces estar bien.

-Estoy bien.

-¿Y porque te estoy llevando en lugar de que manejes y más importante aún, a donde te estoy llevando?.

-Llévame a casa -Ai no supo que más hacer, lo mejor era relajarse, menos de una hora después Gordon lo dejó frente a la mansión. No sabía en qué se le había ido el día pero de repente era de tarde y la noche ya se asomaba.

-¡Llegaste! -Gio sonrió mientras llevaba a Aisén en brazos.

-Si...¿Has visto a Bex?.

-No está en casa, Liam está en la oficina pero no se siente bien.

-Entiendo.

-¿Puedo hacer algo por ti? -Gio pregunto al ver la mirada perdida en el alfa.

-El tipo del que creo que estoy enamorado está comprometido y yo...yo no puedo creer que esto me esté pasando otra vez -soltó de una vez.

-Lo siento mucho -Gio lo invito a sentarse-. Aunque es bueno que lo sepas antes de que las cosas se vuelvan más serias.

-No era serio, lo mío con el nisiquiera llega a amantes.

-¿Entonces porque estas tan enojado?.

-No estoy seguro -algo se sentía amargo en su boca y aunque le había dicho a Cian que lo quería, querer a alguien no era igual que amarlo ¿Verdad?.

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