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-¿Tu...tu me quieres? -Bex había sido un libertino en comparación a otros omegas, pero a el...nunca nadie le dijo que lo quería.

-Si, yo te quiero, te quiero bastante.

-Gio...no creo que sea así -Bex sabía que tarde o temprano Gio se iría con un Alfa y lo mejor era no tener sentimientos porque si no iba a doler-. Creo, creo que sólo crees que me quieres por que no has tenido a nadie mas.

-Talvez...pero en este momento mis sentimientos por ti son muy reales Bex, ya no solo me gustas:yo...yo te quiero, te quiero de verdad y estoy muy seguro de lo siento, por eso no entiendo porque siento así con respecto a Hank.

-Es tu destinado Gio, no hay más que decir sobre eso, también siento más por ti que un simple "me gustas" pero también me gusta Liam. Así que entiendo como te sientes porque ese idiota no es mi destinado y aun así hay días en los que pienso en el casi las 24 horas y saber que no soy nada para el duele.

-¿Podemos ir a casa? -Gio seguía llorando, lo que sentía no se podía evitar.

-Si -Bex condujo de vuelta a casa después de pasar por algo de comida, dolía ver a Gio tan triste por un idiota que no valía la pena. Los chicos volvieron a casa y después de almorzar se quedaron en la sala, por más que disfrutaban solo pasar tiempo juntos ellos no podían quitarse las manos de encima por lo que se empezaron a besar. Cuando se estaban desnudando el teléfono de Bex sonó, este se tenso al ver quien era.

-¿Quién es? -Gio preguntó.

-Liam...

-Contesta, quiero escuchar su voz.

-¿Estas seguro?.

-Si...-la perversión brillo en sus ojos y eso excito a Bex que lo puso en altavoz.

=¿Bex? -la sensual voz de Liam sonó y las pupilas de ambos chicos se dilataron mientras se reían levemente.

-¿Si señor?.

=¿Porqué no te presentaste al trabajo? -los chicos sentían algo cálido instalarse en la boca de sus estómagos.

-Me despidió señor -Gio se mordió el labio mientras Bex hablaba con su jefe.

=No, no lo hice, así que presentate al trabajo -mientras el alfa decía esto Gio se metió entre las piernas de Bex.

-No...no puedo hacer eso -no sigas Bex indicó con la mano, Gio sonrio pero no obedeció.

=No te estoy preguntando.

-Este...-Bex no podía hablar porque Gio seguía entre sus piernas-. Si...yo voy, mañana...hoy es mi...mi...mi día libre.

=¿Que?.

-Llegó mañana señor -Bex corto, o eso creyó, en realidad solo quito el altavoz y lanzó el teléfono a un lado-. Te dije que pares...oh cielos...si por favor sigue -Bex gimió y rogó por más sin saber que al otro lado del teléfono Liam escuchaba todo.
***
-Prepara un auto, iré a ver a Bex -Liam ordenó y minutos después estaban en la carretera.

-Deberías calmarte -Ai que conducía dijo.

-Estoy calmado.

-No lo sé...te ves como si fueras a matar a alguien y Bex es un buen chico, lo que sea que te hizo no le hagas daño.

-Ese es el asunto...no me a hecho nada -el alfa dijo cuando estuvieron frente a la casa de Bex, el lugar era pequeño y no estaba en el mejor lugar, tampoco en el más bajo pero definitivamente no era el lugar adecuado para Bex.

-¿Vas s entrar o ya reaccionaste y quieres que volvamos a casa?.

-¿Ese...ese no es el auto del hijo de perra de Hank? -Liam miro el auto estacionado frente a la casa.

-Si, si es, Bex dijo que Hank se lo dio. El no tenía un auto y estuvo feliz de recibirlo.

-Hijo de...-Ai ordenó rodear la casa cuando un embravecido Liam se acercó a la puerta y de una patada lo tiro, no sabía porque estaba tan enojado ni porque se sentía tan irracional pero no se lo iba a preguntar.

-¡Oh cielos! -Bex lo miró asustado mientras abrazaba a otro chico, no había que ser un genio para saber que era otro omega-. ¿Señor...que esta haciendo aquí?.

-No fuiste al trabajo -Liam no encontró otra cosa que decir.

-Es mi día libre.

-No me importa -de acuerdo, ahora Liam se sentía estupido ya que al mirar la sala noto que habían platos de comida y la televisión estaba encendida, así que estos eran sólo 2 lindos omegas pasando tiempo juntos.

-Se tiene que ir, esta asustando a Gio, Gio este cavernicola es mi jefe -lanzó una mirada de complicidad al chico, este miró levemente a Liam y apretó los labios intentando no reírse, sentía mucha vergüenza pero también quería reírse de la situación. Este era el tipo al que le debían grandiosos orgasmos, ambos lo sabían, era un secreto entre ellos.

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Historias Cortas De Mpreg Y Omegaverse Donde viven las historias. Descúbrelo ahora