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-Tampoco quiero estar solo ¿Pero estas seguro de esto?.

-No, nisiquiera se si funcione, pero no lo podemos dejar morir ¿Verdad? Si muere sufrirás mucho y yo igual, también puedes dejar que te marque y si decides eso yo te dejaré y fingire ser feliz por ti aunque no me elijas.

-¡¡Gio te amo!! ¡¡Amo a este idiota pero también te amo y no te quiero dejar, se que es egoísta y no tengo derecho a aspirar a tanto pero los quiero a ambos!!.

-Entonces hagamos esto porque no puedo vivir sin ti y aunque no conozco tanto a Liam como para amarlo, también me agrada y lo quiero un poco.

-Bien...¿Como iba?.

-Muerdeme y después yo lo haré, no se cuanto tiempo tendremos después para que Liam nos marque pero se que no es mucho, si muero y sobrevives no te sientas culpable por favor porque yo daré feliz mi vida por este amor que tengo por ti y lo que hay entre nosotros 3.

-Tampoco tu -Bex lo miró.

-No lo prometo.

-Ni yo...bien dejando eso en claro, vamos...a la cuenta de 3 lo hacemos al mismo tiempo.

-Si...recuerdo que las cosas eran violentas y me asusta pero me niego a estar sin ti y no quiero que te quedes sin el -los 2 omegas se miraron a los ojos estando uno frente al otro, después se inclinaron un poco y se mordieron uno al otro haciendo brotar la sangre ya que no tenían la proteína que tenian los alfas en la saliva para curar dicha mordida. Esto pasó justo cuando el alfa terminaba de perder los estribos, y su parte primitiva le dijo que Ai era una amenaza y que esos omegas eran suyos, la cantidad de feromonas que el alfa despedía era masiva. Ai corrió cuando Liam se dirigió a él y cerró la puerta de la sala poniendo una silla para que no se abriera, en el cerebro primitivo del alfa era más importante procrear que cualquier otra cosa por lo que volvió hacia los omegas que lo miraron asustados. Liam le arrancó la ropa a Bex, lo puso con las piernas abiertas sobre el sofá y de una sola vez entró en el omega, fue doloroso porque no estaba lubricado y el alfa era muy grande de allí, Liam jaló a Gio y lo sentó sobre el pne del otro omega mientras lo ahogaba con su lengua. Gio no lograba respirar mientras Liam lo besaba con violencia, el alfa rasgo la piel del chico pasando sus dientes por el rostro del omega y talvez era porque Liam ya había destrozado un poco el collar la primera vez que lo hicieron pero arrancarlo fue fácil. El alfa nisiquiera dijo algo simplemente dirigió sus dientes al blanco y terso cuello, Gio recordó que ten a que morderlo en un lugar en específico por lo que volteó y el alfa le clavó los dientes justo donde Bex lo había mordido. Como si no fuera la gran cosa lo lanzó a un lado, levantó a Bex y lo movió sobre su pne como si fuera un muñeco de trapo entrando y saliendo del chico mientras esté lo miraba asustado, Liam sonrió salvaje y de un tirón le arrancó el collar, Bex giro tan rápido como pudo para que lo morí diera donde era y lo logró. La sensación que lo invadió fue aterradora, era como si tuviera mucha sed y no  hubiera agua en ningún lugar. El alfa puso a Bex que ardía en deseo a un lado y tomó a Gio, este entendió en ese momento porque había gritado, esa cosa era mucho más grande que antes brillaba y parecía vibrar. Gio estaba en celo, pero no un celo como antes, este se sentía mucho más necesario por lo que cuando el alfa lo penetro sintió mucho más que alivio pero incluso tan caliente como estaba ser penetrado dolió mucho y es que seguramente era por las drogas pero ahora era tan grande que sentía que si se tocaba el vientre la sentiría. Liam gruñó y volvió a tomar a Bex que temblava del dolor y el deseo, el sonido de los cuerpos chocando uno contra el otro era violento, sucio y los fuertes gritos de los omegas rogándole parar y al mismo tiempo seguir junto a los gruñidos del alfa asustaban incluso a Ai que tuvo que esperar junto a los demás afuera de la casa. Las cosas en aquella sala parecían no parar, en algún momento Gio estuvo cabalgando mientras Bex estaba sobre el rostro del alfa y en otro punto ambos estuvieron sobre la mesa de billar de aquella sala y mientras uno era penetrado y anudado, Liam jugaba metiendo una bola de billar dentro del otro, buena cosa que estuviera dilatados en su máxima capacidad. Las cosas siguieron así por mucho tiempo y después de unas horas no quedaba ni un solo lugar que no hubieran usado para hacerlo.





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