Historias Cortas De Mpreg Y Omegaverse

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Trabajar desde casa se sentía bien, podía ver a los bebés, charlar y proteger a los chicos y eso mantenía a raya su necesidad de cuidar y proteger. Pero estar encerrado en casa era un fastidió para el que disfrutaba tanto estar en la calle Liam llevaba ya 5 días fuera y Cian no había enviado ni siquiera un mensaje en 3, esa situación lo tenía muy confundido y molesto. Así que cuando Gordon llamó para no se que cosa el salió de la casa apresurado, estaba tan distraído que no noto que estaban en el edificio del trabajo de Cian hasta que las feromonas del tipo lo golpearon al abrir la puerta de su oficina.

-Creí que el jefe del grupo sur vendría a verme y se que no eres tu -Cian se dirigió a Gordon desconociendo por completo a Ai.

-El está ocupado, pero te envía las muestras que quedan de droga 33 fabricada por un socio desaparecido suyo y con la que no tiene nada que ver -Gordon puso una maleta abierta con 8 frascos trasparentes conteniendo líquidos de diferentes colores.

-¿Eso es todo? -Cian tomó el frasco con la sustancia rosa, fucsia, violeta o algo así. Parecía ser la única en la que tenía interés.

-Si, Malaquias está muerto y su hijo también y eran quienes hacían esta cosa.

-La única que se acerca a mi fórmula original es esta -mostró el frasco rosa-. Los demás...son simples y venenosas copias mal hechas -la observó sin moverse de su escritorio.

-Si eso es todo, me retiro -Gordon se giro hacia Ai que había permanecido en silencio observando al chico bajo el escritorio de Cian-. ¿Vamos a mi casa? Necesito decirte algo.

-Claro, pero que sea rápido, tengo que ir a casa.

-¿Si no vas te corta las pelota Bex? -esto fue lo último que Cian escucho antes de que los 2 salieran-. Porque se que Liam no lo haría, aunque supongo que eso de jugar a la casita sin tener responsabilidades reales con esos niños puede ser divertido -la platica siguió afuera de la oficina.

-Si, Aisén e Ian ya gatean y es muy satisfactorio verlos, pero no se trata solo de eso, la última vez tuvimos problemas con la policía gracias al estupido hermano mayor de Liam y sigo arreglando ese desastre.

-Si, lo que quiero hablar contigo tiene que ver con esa situación, es un tema delicado así que vamos a mi casa -Gordon puso un brazo sobre los hombros de Ai.

-¿Temes que quiera quitarte a la vivora que es Gil? -Ai sonrió.

-No, pero esto lo involucra y no quiero que escuche, después iré a su casa y lo follare en su oficina ¿por cierto, viste al chico bajo el escritorio de Cian?.

-Si -Ai era muy bueno ocultando sus emociones, trabajaba en la mafia después de todo.

-Creí que no lo habías visto, yo apenas vi la suela de sus zapatos -salieron del edificio sin saber que todas sus interacciones habían sido observadas por Cian que había echado al Omega que le hacía una mamada en cuanto esos 2 habían dejado su oficina. La familiaridad con la que el otro alfa trataba a Ai, la indiferencia con la que este había actuado a pesar de que otro tipo estaba con el lo enojaba. Aunque para ser sincero de haber sabido que Ai vendría habría tenido más más cuidado, los observó reír y bromear mientras salían del edificio abrazados. Su primer instinto fue llamarlo y lo más molesto de eso fue que pudo ver en la cámara del estacionamiento cuando Ai sacó el teléfono vio su llamada y simplemente lo ignoro para irse con Gordon. Cían estaba más que acostumbrado a que todos hicieran lo que quería, el era un Alfa dominante y el jefe de una gran empresa de fármacos después de todo, sin mencionar que básicamente había nacido en una cuna de hora y estaba acostumbrados a decirle al todo el mundo que hacer y si se negaban...bueno, su presencia era suficiente y si no un poco de su olor y nadie decía que no a sus ordenes.

-¿Cian...por favor...-el omega que seguía en la oficina tembló de necesidad-. Por favor...

-Vete.

-¿Qué...

-¡¡Que te largues!! -la ira desenfrenada que crecía en Cian no se iba a ir con follar a ese chico ni a cualquier otro,  en ese momento el solo quería a un tipo. Un tipo que olía a cerveza y cigarrillo y que se burlaba de él en su cara cada muchas veces y otras, como ahora...ni siquiera eso-. ¡¡Maldito y estupido alfa de quinta!! -como buen estereotipo de lo que un Alfa era, Cian partió por sacar toda su ira con todo lo que estaba en la oficina destruyendo todo lo que encontró hasta que se sintió mejor. Ninguno de sus empleados se atrevió siquiera a asomarse, lo conocían y le temían lo suficiente como para saber que no era buena idea molestarlo.