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El cuerpo de Gio se retorcio de dolor, su celo era mucho más doloroso que la primera vez, el de verdad creyó que moriría cuando un frío infernal lo recorrió. Su cuerpo se sentía caliente, parecía que llamas y navajas cortaban su piel, era una sensación horrible por lo que se arrastró a la habitación principal pero los gritos de ira y la destrucción que se oía en el interior lo asusto ¿Que tanto amaba su alfa a ese omega para rechazarlo y sufrir su celo solo y encerrado en la habitación cuando el estaba aquí? Se preguntó ya que por los gruñidos y la cantidad de feromonas era claro que Hank también estaba en celo. Gio no supo en qué momento pero terminó desmayado frente a la puerta, de esto se dio cuenta por la mañana cuando Hank abrió la puerta, el tipo se veía extremadamente cansado. Tenía grandes ojeras y los ojos rojos;además de los puños y los pies destrozados, el alfa lo vio en el piso y ni siquiera preguntó si estaba bien así que se levantó y entró a la habitación. El lugar estaba destruido, Gio lo había decorado a su gusto con el pensamiento de que este era su hogar, al parecer a su alfa no le había gustado.

-Me preguntó que hubieras hecho si ese omega hubiera estado en mi lugar -Gio lo siguió a la cocina, estaba un poco arto de esto.

-Ese omega tiene un nombre, se llama Ty y el no se habría quedado tirado en ese lugar.

-Me importa una mierda.

-Vaya, el gatito tiene garras -Hank no estába impresionado-. Ty no se habría quedado en ese sitio esperando a ser rescatado, muy probablemente el hubiera abierto la puerta de una patada o se hubiera largado a comer mientras yo enloquecia por algo que de todas maneras el no podía solucionar.

-Estoy intentando ser el mejor para ti y tu sigues llorando por ese tipo, no mereces mi respeto, no mereces mi lealtad, ni mi amor. No la mereces, no me mereces.

-Así es, no te merezco, ahora dile al buen agente que volverás a casa.

-¡No!.

-Me haré cargo de ti, te daré lo que quieras solo vete y déjame salir de aquí.

-¡No, ya me canse, eres mi alfa y por lo que escuche de ese omega es seguro que en este momento está feliz con su alfa!.

-Aun así prefiero quedarme solo a tener alguien solo por cosa del destino.

-¡¿Porqué me odias?!.

-¡Allí está el detalle! Yo no te odio, no te odio ni un poco Gio. Pero...pero tampoco te quiero, si yo te deseo y quiero protegerte pero eso es únicamente por este maldito lazo invisible que me ata a ti. De no ser así yo no tendría ningún interés en ti ¿De verdad quieres quedarte a mi lado aun cuando sabes que nunca te hubiera elegido?.

-Seremos felices, vas a amarme y a olvidarte de él y seremos felices -el omega había perdido cierto respeto por su alfa después de esto pero segya negando a dejarlo ir tan fácilmente-. Soy un regalo del destino, soy tu regalo y debes apreciarme.

-No Gio, estas muy equivocada yo nunca voy a quererte y si logras que te marque tendras que sentir todo mi desprecio por ti -el alfa no lo miro mas y se limitó a salir hacia la sala.

-Ya veremos -Gio sonrió, el podía haber sido educado para servir a su alfa, pero también era inteligente...o eso creía, el chico estaba convencido de que podía lograr que su alfa lo amara.

-No, no veremos nada, llevamos encerrados en este lugar más de un mes y como ves prefiero....-Hank no termino de hablar ya que su guardia veía noticias en el televisor de la sala.

"Se sospecha el dueño del auto podría tener nexos con la mafia debido al nivel de blindaje de este automóvil" -el reportero decía mientras mostraba uno de los autos de Liam, el corazón de Hank se estremeció porque sabía perfectamente que ese era el auto donde Liam trasladaba a Ty y ahora estaba destrozado en la orilla de la carretera, Hank rogó al cielo estar equivocado pero cuando la cámara enfocó mejor el auto supo que no estaba equivocado. Después de todo el conocía muy bien el auto ya que lo había estado revisando centímetro a centímetro muchas veces mientras intentaba recupera a Ty, ese era el auto y aunque ya no había cuerpos dentro mucha sangre escurría del asiento trasero.

-No, no es posible Ty....-Hank cayó al piso de rodillas, el dolor y la preocupación que se reflejaba en el rostro del alfa no pasó desaparecida para Gio al que le ardió en lo más profundo del alma la preocupación de su alfa por otro omega que no era el, pero de nuevo este era su alfa y el no lo iba a dejar escapar por ningún motivo.

Historias Cortas De Mpreg Y Omegaverse Donde viven las historias. Descúbrelo ahora