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3 meses después, más o menos.

-Nunca creí que te veria casarte y menos con un omega -Liam ayudó a Ai a arreglarse la corbata.

-Que te digo -el otro alfa contestó sin mucho interés.

-¿Estas bien? -Bex preguntó-. Se que hay un niño en camino en medio de esto pero... ¿No crees que hay mas opciones?.

-Estoy bien no te preocupes -Ai sabia que era lo que Bex realmente trataba de decir, después de todo no había visto a Cian desde que despertó, todos le dijeron que había estado allí y que luego había desaparecido sin dejar rastro y aunque habían intentado dar con él no lo habían logrado. Dolía haber sido dejado por el, dolía casi tanto como los recurrentes dolores de cabeza que constantemente tenía y el ardor en su cuello cuando despertó. Afortunadamente bastaban 3 milímetros de sangre de los niños cada 20 días para mantener esa cosa a raya, desafortunadamente y según los especialistas no era fácil formular una cura o un tratamiento a corto plazo y aún con la sangre de los niños, que estaban bien ya que habían nacido con eso en lugar de ser inyectados, aún con la sangre el deterioro interno seguía. Mucho más lento, pero seguía

-¿Estas nervioso? Es tu boda y tienes derecho a estarlo.

-Estoy bien Bex, mejor ve a ver a Gio.

-Si -Bex salió del lugar.

-Solo está preocupado por ti -liam le entregó un frasco de pastillas-. ¿Estas seguro de que esto es una buena idea?.

-Si, esto funcionará -Ai se miró al espejo, por primera vez en su vida se había comprado un traje sumamente caro y al estar en casa por más 3 meses únicamente haciendo ejercicio, su cuerpo había cambiado mucho también.

-Ahora si que pareces un jefe de la mafia -Liam lo molesto.

-Lo hago ¿No es así? -la imagen del espejo era tan diferente que le costaba ver al viejo Ai, ¿Le abría gustado su actual aspecto a Cian? El corazón del alfa se sintió pesado ante el recuerdo del delta que no había vuelto a aparecer.

-Si ¿Vamos? Si no quieres te apoyo eh.

-Estoy feliz de hacer esto aunque no lo parezca, no te preocupes.

-Bien vamos a que te ahorques solo, de veras te lo digo, que horror ser tu padrino en este mal chiste.

-No es un mal chiste, de verdad quiero hacer esto -camino hacia el pequeño altar donde la persona que los iba a casar los esperaba, la ceremonia se llevó a cabo en un gran jardín, Ai lucio un traje muy elegante y sonrió durante toda la fiesta que fue en el mismo lugar. Por la noche el grupo se separó y Ai partió a un hotel cercano para su luna de miel, mientras este se quitaba la corbata la puerta fue derribada de una patada dando paso a que un furioso Cian entrará.

-¡Eres un imbécil! -el delta grito.

-Pudiste tocar no crees? No se que tienen los tipos dominantes con eso de patear puertas -Ai lo miró con tranquilidad encendiendo un cigarrillo, o eso intento aparentar.

-Eres un hijo de perra ¿Te casaste?.

-Si -la mano de Ai tembló por lo que para disimular tiro al piso el cigarro.

-¿¡Como pudiste!?.

-Desapareciste -el corazón de Ai amenazaba con salir de su pecho, la emoción de ver a Cian desbordaba de él.

-¿Ai...Ai porque lo hiciste? -la mirada era de reproche.

-Te fuiste y me dejaste en el peor momento de mi vida, no tienes derecho a reclamar algo cuando fuiste el que se olvidó de mi.

-¿Quién te dijo que eras tan fácil de olvidar Ai?.

-Tu y todo los que pasaron por mi vida me lo demostraron -la situación era tensa-. Aunque debo admitir que lo tuyo me dolió mucho más de lo que me dolió otras veces.

-Ai...no tienes idea de nada.

-Claro que no, te fuiste Cian y nisiquiera dijiste adiós así de poco te importo esta mierda.

-Ai...-los ojos de Cian recorrieron el cuerpo del alfa de pies a cabeza.

-No me veas así porque si te follo en este momento no seré suave.

-¿Cuando lo has sido? -Cian se paso la lengua en los labios.

-Vete a la mierda -la ira se apoderaba de Ai poco a poco.

-¿Estas molesto?.

-¡Por supuesto que lo estoy, es mi maldita luna de miel y tu estas aquí! ¡¿Porqué no apareciste durante la estúpida boda?!.

-No llegue a tiempo, lo siento -Cian no era sumiso pero sabía que tenía mucho por lo que disculparse, así que se acercó y se inclino para besarlo, ai lo tomó del cabello y efectivamente lo beso pero el beso aparte del obvio deseo, estaba lleno de ira;enojo y mucho coraje.

-¿Qué haces aquí Cian? -Si se separó un poco para respirar.

-Vine a verte -la ropa de ambos empezó a desaparecer mientras Ai sentía mucho enojo y Cian muchos celos, aunque había una cosa que ambos sentían y es que los 2 se sentían heridos y traicionados por el otro.



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