Historias Cortas De Mpreg Y Omegaverse

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-No hay mucho más que pueda hacer, mantenga al omega embarazado cerca de sus feromonas y evite cualquier molestia, las relaciones no están prohibidas solo vayan despacio y no tan constantes y por favor llevalo al hospital tan rápido como sea posible para limpiar su útero, entre más rápido lo hagamos menos doloroso será y menos riesgo para el omega en cuestión.

-Largo -Liam invito al médico a irse.

-Lo siento mucho -Bex puso una mano sobre el vientre de Gio cuyos ojos se veían llenos de lágrimas a punto de desbordar, Liam los abrazo a ambos y puso su mano sobre la de Bex. Tener 2 omegas era algo maravilloso pero eso solo significaba que su sufrimiento era doble, de verdad haría lo que fuera para que ese bebé llegara a término si eso era lo que Gio quería.

-Lo siento -Liam no sabía porque se disculpaba pero no había nada más que pudiera hacer cuando los chicos que le pertenecian lloraban de forma desconsolada sin que su dinero pudiera hacer nada para que estuvieran bien. Dos días se quedaron en la cama y verlos así estrujaba el frío y duro corazón de Liam, escucharlos llorar era la peor cosa que le había pasado en su vida y por más que había estado trayendo doctores ninguno tenía una solución real para salvar el embarazo de Gio, Liam había besado a sus omegas y había salido de la casa y había golpeado a un pobre diablo hasta sacar toda su frustración. Al volver había encontrado a Bex intentando que Gio comiera algo, ese era otro asunto, últimamente ninguno comía y el ambiente lúgubre se apoderaba de la casa, incluso los negocios de Liam habían sido dejados de lado y el único que se estaba encargando de eso era Ai.

-Casi mato al bebé de Ty por querer quedarme a su alfa y esto es mi castigo por eso -Gio trago un bocado de sopa.

-No, esto es culpa del hijo de perra que creo esa droga -Bex intentó consolarlo.

-Vamos a la playa, si este bebé no va a nacer será tratado con mucho amor mientras esté dentro de ti y cuando llegue la hora así sea solo sangre nos despediremos de él y le rogaremos al destino que nos lo devuelva más adelante.

-No quiero salir.

-Si te quedas aquí a llorar solo empeorará, vamos a la playa o donde quieran y no dejemos que esto le afecte al bebé -Liam no sabía que más hacer.

-Tiene razón Gio, es necesario que salgas de aquí, así que por favor vamos y quedémonos en ese hotel ¿Recuerdas lo hermosa que es la vista?.

-Iremos a otra playa para que puedan estar mas cerca de la playa y la costa sea aún mejor, nos quedaremos allí hasta que los 2 estén artos de la playa o...

-...o sea el momento de sacarlo de mi? -Gio lloró de nuevo, era una situación que no podían evitar-. Pero esta bien, vamos -de nuevo salieron de la casa y el hotel al que se dirigieron estaba literalmente a la orilla del mar sobre un risco y la vista era inmejorable, la melancolía y el dolor parecía aplacarse por días y empeorar en otros. Liam jamás lo admitiria en voz alta, pero también creía que esto era su culpa por haber intentado tantas veces sacar de Ty a ese niño, en su defensa...no el no tenía justificación para haber hecho sufrir tanto a Ty con la constante amenaza de hacerlo abortar, así que si, esto definitivamente era su castigo por todas las lágrimas derramadas cuando el lo amenazaba. Pero ni Gio, ni Ty deberían pagar por sus errores se maldijo mientras ellos dormían sobre su pecho, el tampoco comía o lograba dormir pero tenia que mantenerse fuerte para los chicos.

-Podemos ir abajo -Gio sugirió, su embarazo casi llegaba a los 2 meses y la tensión en los 3 era extrema, lógicamente asi como Bex y Liam se preocupaban por el, el también lo hacía por ellos y verlos en ese estado era doloroso.

-Si, vamos -los 3 bajaron a almorzar al restaurante en la orilla de la playa, este tenía mesas privadas con grandes sombrillas y era muy acojedor, la comida era deliciosa y todo iba bien hasta que Gio miró a los demás turistas que caminaban por la playa a lo lejos creyó distinguir a alguien y mientras más se acercaba la pareja más claro quedaba que era Hank con Ty. La pareja caminaba de la mano mientras el alfa cargaba lo que Gio supuso era su hijo ¿Tan cruel había sido que ahora tenía que ver feliz a su alfa con su hijo? ¿Porqué ellos si y él no?.

-¿Qué pasa? -Bex y Liam se preocuparon cuando Gio pareció querer desaparecer en la silla, l9s dos miraron hacia donde Gio miraba y lo entendieron porque el sentimiento ante la feliz escena era el mismo.