—No me gusta la soledad—. Decía una pequeña niña rubia observando las gotas caer sobre la ventana.Su mamá se acercó con un panque de chocolate y se lo dio en la mano —No te preocupes hija, la lluvia cesará y podrás salir a jugar con los niños de la calle.—
Sasha comió un pedazo del panque —pebo bos diyos do keren jubar cobigo— trató de responder.
—No hables con la boca llena. Acaba eso y después me dices— frotó el cabello de la menor.
Tan rápido como dijo eso trago el bocado que tenía —Los..los niños no quieren jugar conmigo.—
—¿Ah no?—
—Siempre me excluyen, no les caigo bien, mami ¿Por que me odian?—
Su papá que estaba pasando por la cocina habló —Por que eres una mala niña y una mala persona.—
—¿Mala persona? ¿Soy una mala persona? ¿Cómo maléfica?—
—¡Victor!— reclamó la Sra Waybright —No le hagas caso a papá, no eres una mala persona.—
—¡Woow! Solo estaba bromeando, veo que en esta casa no tienen sentido del humor.— se quejó desenrollando el periódico diario mientras salía de la cocina.
La Sra. Waybright dio un lento y cansado suspiro.
—Odiar es una palabra muy fuerte, los niños no son capaces de odiar a menos que hayas hecho algo que realmente les afectó. ¿Les hiciste algo, cielo?— extendió la mano a su hija y puso el mechón rubio detrás de su oreja.
—Que yo recuerde...— tocó un par de veces su mentón —¡Nop! También molestan a Betty. A veces les ofrecía galletas de animalitos. Otras veces ellos la agarraban sin permiso ¿Eso es de mala educación?—
—Sin duda, pero... ¿Cómo sabes eso?—
—La maestra Perla me lo dijo— comió otro bocado del panque.
—Bueno, no permitas que te quiten lo que es tuyo y no olvides defender a los de tu alrededor.—
Ella era su modelo a seguir, su mamá, era tan sabía.
La Sra. Waybright se sentó en el sofa en espera de que unas galletas terminarán de hornearse. Sasha aprovechó para sentarse en su regazo, su lugar seguro.
—Oye mami.—
—Dime—
—¿Papá es malo?—
—¡Oh! ¿Por qué dices eso?—
—Siempre lloras, no me lo dices, pero te escucho, se escucha hasta mi cuartito.—
La Sra. Waybright lo pensó un poco, odiar es una palabra fuerte, pero ella tenía todo el derecho de odiar a su esposo. Sin embargo, ella no dejaría que aquel odio se contagiara a su hija.
—No lo sé. Pero ama a tu padre, el te ama a ti.—
—Trataré..—
Ave en la jaula
Durante la madrugada de aquel día Víctor Waybright había llamado a la joven, dio aviso a qué estaba fuera del hotel. De alguna manera pudo saber de su localización.
Le ofreció un trato. —Te vas a alejar de todos, te irás de sus vidas, vivirás conmigo toda tu vida y te encargarás de hacer lo que yo quiero, si yo quiero que te cases, te casarás, si yo quiero que te hagas cargo de nuestras empresas, te harás cargo. Eres un veneno para ellos, lo sabes, estarás mejor fuera de sus vidas. Si haces lo que te digo, no les haré daño y no buscaré venganza ¿No es un precio bastante barato?— el sabía los puntos debiles de Sasha, pondría cualquier cosa en su contra, se encargaría de hacerla miserable, esa era su forma de vengarse, más dulce que hacer miserable a otros, era reconfortante para el.
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Di que me amas - Sasharcy Fanfiction
RomanceLlenas de mentiras, dos chicas crean confusiones que complican los sentimientos de la una por la otra ¿Serán capaces de ser sinceras con sus sentimientos?