Narra Dalia
Era sábado por la mañana, hoy era el partido de Quidditch, pronto vendría... corrijo ya ha venido, fui a la puerta con todo ya preparado, cuando la abrí hay estaba la profesora McGonagall.
-Hola señorita Evans-dijo con una sonrisa
-Hola profesora y sabes que me puedes llamar por mi nombre, ya estoy preparada para el partido-dije emocionada
-Veo que estas emocionada, yo también lo estoy, fue buena idea unir al señor Potter al equipo-dijo extendiendo el brazo, yo lo agarre y aparecimos en el pueblo de Hogsmade, fuimos al carruaje que nos llevaría al castillo, ya era casi la hora, así que fuimos directamente al estadio.
Me senté con la profesora y para mi horror también estaba Lockhart, el cual al notar mi presencia me empezó hablar.
-Señorita Evans, que alegría que haya venido, sabes tener la cita conmigo sigue en pie-dijo con una sonrisa de superioridad.
-Creo fui lo suficiente clara, en todas las cartas que me mando, de que no quería tener una cita-dije con una sonrisa forzada, mire de reojo a todos lo presentes, que tenían una sonrisa o algunos se aguantaban la risa, entonces reconocí a Severus, rápidamente, antes de que Lockhart empezada hablar, intente tener una conversación con Severus, hace años que no he podido hablar con él y si no recordaba mal, es el profesor de pociones, una asignatura que no le iba bien a Harry.
-Profesor Snape-dije hacia el mencionado, él me miró.
-¿Si?, señorita Evans-dijo, creo que vio mis ojos que gritaban: ¡Ayuda!
-Me dijo Harry que usted es el profesor de pociones, me gustaría hablar sobre su rendimiento en su clase, ya que no es de las que mejor va-intente inventarme un tema
-Claro, pero será mejor hablar después del partido, el cual ya empieza-asentí con la cabeza y tenia razón, ya salía el equipo de Gryffindor. Yo aplaudí al igual que todos, pero sin duda McGonagall y yo éramos las más emocionadas.
Mientras pasaba el partido, estaba demasiado preocupada por Harry, había una pelota que lo estaba siguiendo todo el rato desde que empezó el juego, los gemelos intentaba desviarla, pero siempre volvía a perseguir a Harry. Para mi alivio pararon el juego.
-¿Qué pasa con esa pelota? Esta siempre encima de Harry-pregunte.
-No lo se, pero esto no pinta bien-dijo McGonagall, lo que aumento mi preocupación.
El partido se reanudo, ahora Harry estaba sin protección, y entonces pasó, le dio en el brazo, yo me levante con preocupación, pero la profesora McGonagall, me volvió a sentar y negó. Solo suspire y volví a ver al juego. Al fin se había acabado y Harry había podido conseguir la snitch, pero en ese momento se desmayo, rápidamente fui donde estaba él.
Estaba tendido en el suelo, antes de que llegara Lockhart lo hizo primero, entonces Harry se despertó.
Narra Harry
Cuando volví en sí, todavía estaba tendido en el campo de juego, con lalluvia cayéndome en la cara. Alguien se inclinaba sobre mi. Vi brillar unosdientes.
—¡Oh, no, usted no! —dige
—No sabe lo que dice —explicó Lockhart en voz alta a la expectantemultitud de Gryffindor que se agolpaba alrededor y mirando hacia mi tía que estaba al lado mío preocupada—. Que nadie se preocupe:voy a inmovilizarle el brazo.
—¡No! —dije—, me gusta como está, gracias
Intente sentarse, pero el dolor era terrible. Oí cerca un «¡clic!» que meresultó familiar.
—No quiero que hagas fotos, Colin —dije alzando la voz
—Vuelve a tenderte, Harry —dijo Lockhart, tranquilizador—. No es másque un sencillo hechizo que he empleado incontables veces.
—¿Por qué no lo envían a la enfermería? —dijo mi tía, a lo cual yo asentí con la cabeza eufóricamente.
—Así debería hacerse, profesor —dijo Wood, lleno de barro y sin poderevitar sonreír—. Fabulosa jugada, Harry,realmente espectacular, la mejor que hayas hecho nunca, yo diría.
Por entre la selva de piernas que me rodeaba, vi a Fred y GeorgeWeasley forcejeando para meter la bludger loca en una caja. Todavía se resistía.
—Apartaos —dijo Lockhart, arremangándose su túnica verde jade.
—No... ¡no! —dije débilmente, pero Lockhart estaba revoleando suvarita, y un instante después la apuntó hacia mi brazo.
Note una sensación extraña y desagradable que se extendíadesde el hombro hasta las yemas de los dedos. Sentía como si el brazo se medesinflara, pero no me atrevía a mirar qué sucedía. Había cerrado los ojos yvuelto la cara hacia el otro lado, pero vi confirmarse mis más oscuros temorescuando la gente que había alrededor ahogó un grito y Colin Creevey empezó asacar fotos como loco. El brazo ya no le dolía... pero tampoco le daba lasensación de que fuera un brazo.
—¡Ah! —dijo Lockhart—. Sí, bueno, algunas veces ocurre esto. Pero elcaso es que los huesos ya no están rotos. Eso es lo que importa. Así que,Harry, ahora debes ir a la enfermería. Ah, señor Weasley, señorita Granger,¿pueden ayudarle? La señora Pomfrey podrá..., esto..., arreglarlo un poco.
Al ponerse en pie, me sentí extrañamente asimétrico. Armándome devalor, mire hacia mi lado derecho. Lo que vi casi me hace volver a desmayarse.
Por el extremo de la manga de la túnica asomaba lo que parecía un gruesoguante de goma de color carne. Intente mover los dedos. No me respondieron.
Lockhart no le había recompuesto los huesos: se los había quitado.
Narra Dalia
Después de que Harry se lo llevaran a la enfermería, aun estaba la gente ahí mirando mal a Lockhart, yo le miraba furiosa, no me contuve y esculpí todo lo que tenia que decirle.
- ¡SOLO A TI SE LE OCURRIRÍA ALGO QUE NO PUEDE!, ¿SABIAS QUE HAY ALGO QUE SE LLAMABA ENFERMERÍA?, ¡EN VEZ DE LLEVARLO AHÍ QUE ES LO NORMAL CUANDO PASA COSAS ASÍ O INCLUSO INMOVILIZAR EL BRAZO PARA QUE NO LE PASE NADA MÁS, NO, TENIA QUE SER EL "PERFECTO" Y ENGREÍDO LOCKHART QUIEN LO ARREGLARA!, ¡PUES MIRA LO QUEHA PASADO, NO TIENE HUESOS EN TODO EL BRAZO!, espero que tengan algo para que le aparezca otra vez el brazo si no yo misma te demandare-dije furiosa y poniendo comillas al "perfecto", y en lo ultimo le amenaza poniendo un dedo sobre su pecho, de ahí salí furiosa hacia la enfermería.
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Espero que os haya gustado
<3
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Como Una Madre Para Harry Potter
LosoweDumbledore en vez de entregar a Harry con los Dusley, lo deja con la hermana menor de Lily Evans, Dalia Evans. Ella también muggle, pero adoraba a su hermana mayor Lily.