Narrador Omnisciente
Al final Dalia y Harry aceptaron ir a la cena y estar unos poco días, aunque la primera sabia que iba ha acabar mal, mientras que el otro estaba curioso. Se prepararon y se dirigieron al 4 de Privet Drive,
Cuando llegaron Dalia toco el timbre nerviosa, mientras que Harry no sabia que sentir, a los pocos minutos, una señora rubia les abrió la puerta.
-Dalia,... Harry-dijo algo nerviosa
-Hola,... Petunia-dijo Dalia algo fría.
-Pasar, aun estamos esperando a Marge-dijo dejándolos pasar y siguió- y no le digáis sobre la magia, ella no es...
-Tampoco lo pretendía decir.
Al decir eso el timbre sonó y Petunia abrió la puerta.
En el umbral de la puerta estaba Marge. Se parecía mucho a Vernon: era grande, robusta y tenía la cara colorada. Incluso tenía bigote, aunque no tan poblado como el de Vernon. En una mano llevaba una maleta enorme; y debajo de la otra se hallaba un perro viejo y con malas pulgas.
—¿Dónde está mi Dudders? —rugió tía Marge—. ¿Dónde está mi sobrinito querido?
Dudley se acercó andando como un pato, con el pelo rubio totalmente pegado al gordo cráneo y una pajarita que apenas se veía debajo de las múltiples papadas. Marge tiró la maleta contra el estómago de Harry (y le cortó la respiración), estrechó a Dudley fuertemente con un solo brazo, y le plantó en la mejilla un beso sonoro. Mientras Dalia estaba preocupada por Harry y furiosa con Marge, mal empezamos, pensó Dalia.
—¡Petunia! —gritó tía Marge pasando junto a Harry y Dalia sin mirarlos, como si fueran un perchero.
Marge y Petunia se dieron un beso, o más bien Marge golpeó con su prominente mandíbula el huesudo pómulo de Petunia.
Entró Vernon sonriendo jovialmente mientras cerraba la puerta.
—¿Un té, Marge? —preguntó—. ¿Y qué tomará Ripper?
—Ripper sorberá el té que se me derrame en el plato —dijo Marge mientras entraban todos en tropel en la cocina, dejando a Dalia y Harry los últimos, Dalia ya se estaba lamentando haber venido y Harry también, solo tenia la curiosidad por conocer a su tía, aunque no era la mejor.
Marge le habían servido té y pastel de frutas, y Ripper lamía té en un rincón, haciendo mucho ruido. Harry notó que Petunia se estremecía al ver a Ripper manchando el suelo de té y babas. Dalia recordó que Petunia odiaba a los animales.
—¿Has dejado a alguien al cuidado de los otros perros, Marge? —inquirió Vernon
—El coronel Fubster los cuida —dijo tía Marge con voz de trueno—. Está jubilado. Le viene bien tener algo que hacer. Pero no podría dejar al viejo y pobre Ripper. ¡Sufre tanto si no está conmigo...!
Ripper volvió a gruñir cuando se sentó Harry y Dalia. Tía Marge se fijó en ellos por primera vez.
-Son mi hermana menor y mi sobrino, de mi otra hermana-dijo Petunia
-Soy Dalia y mi sobrino Harry-dijo algo cortante.
—No lo digas en ese tono maleducado —gruñó tía Marge. Dalia disimulo su cara, pero Harry no, estaba algo apenado de a ver insistido en venir.
—¡No pongas esa cara! —rugió tía Marge——Tomó un largo sorbo de té, se limpió el bigote y preguntó—:¿Adónde lo envías?
-Estudia en el colegio donde trabajo, Eton College-dijo Dalia, para la tranquilidad de su hermana y cuñado.
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Como Una Madre Para Harry Potter
CasualeDumbledore en vez de entregar a Harry con los Dusley, lo deja con la hermana menor de Lily Evans, Dalia Evans. Ella también muggle, pero adoraba a su hermana mayor Lily.