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Ahí estaba Yedam, con un una sonda en su paquete para ir a cambiársela a un paciente. Llevaba siendo enfermero pediátrico en el mismo hospital por tres años, y era su ambiente favorito en todo el mundo.

— Hey Hyunwoo-yah... ¿Ya estás listo para cenar? —Preguntó Yedam llegando a una pequeña camilla desenredando el cable entre sus manos.

El pequeño Hyunwoo de seis años sonrió y asintió muy suavemente, ya que se encontraba bastante sensible en ese momento, y probablemente lo trasladarían a la PICU si seguía así la mañana siguiente.

(PICU: Pediatric Intensive Care Unit)

Cambió la sonda tranquilamente y dejó en sus bolsillos el envase de los cables, para después ajustar en la pantalla la producción de alimentos mientras se le acercaba una pequeña niña de cuatro años.

— Oppa. —Dijo ella sonriente.

Yedam volteó inmediatamente agachando la mirada hasta ella, con una sonrisa automática en su rostro.

— Hyubin-ah, ¿Por qué no te has dormido? —Preguntó él amablemente antes de terminar con la sonda y agacharse hasta su altura.

— Mmmh... kerro... queremos que Yedam oppa cante parra... para dormir. —Explicó abrazando un peluche del tamaño de su cabeza en forma de un conejito amarillo y esponjoso, que solían limpiar los enfermeros para entregárselo limpio todas las semanas.

Yedam rió y acarició su cabello amistosamente mientras se levantaba para avanzar hacia unos pequeños sillones en que unos cuatro niños se hallaban sentados esperando pacientemente.

Yedam miró su reloj y se sentó junto a ellos de piernas cruzadas.

— Bien... ¿Qué canción quieren que cante?

Todos comenzaron a decir distintas canciones, por lo que Yedam tuvo que hacerlos guardar silencio, ya que algunos en la habitación ya estaban dormidos. En esa habitación habían en total ocho pacientes pediátricos, y Yedam estaba a cargo de cuatro con más enfermeras y enfermeros.

— Bueno... entonces Estrellita Dónde Estás es la que más nombraron. —Concluyó antes de hacer un leve silencio.

Comenzó a cantar tranquilamente, y le sonreía con todo su amor a cada uno de los pequeños que disfrutaban de su dulce voz. Cada vez que cantaba se daba cuenta de lo mucho que amaba su trabajo, y específicamente los amorosos pacientes que lo querían tanto.

Todos aplaudieron suavemente entre risas, y Yedam se puso de pie.

— Muy bien, ahora vayan a dormirse para tener más energía mañana. —Dijo mientras volteaba para salir de la habitación.

Suspiró al cerrar la puerta corrediza y sacó la basura que había en sus bolsillos para acumularla.

— Yedam-ah. —Dijo una voz conocida.

Yedam levantó la mirada hasta la recepción de enfermería y sonrió mientras seguía acumulando residuos.

— Creo que... no te esperas esto. —Dijo la jefa de enfermería pediátrica, quien fue tutora de Yedam en la universidad.

Yedam levantó la mirada con las manos llenas de plástico y papeles, escuchando atentamente lo que sea que fuera a decir. Pero ella estaba haciendo un silencio muy prolongado, y Yedam comenzaba a preocuparse.

— Yah, ¿Por qué demoras tanto? ¿Trasladarán a Hyunwoo? No sería tan terrible. —Dijo él finalmente acercándose al basurero.

— No no... no es eso, Yedam-ah.

Yedam suspiró y metió sus manos en los bolsillos de la camiseta azul claro, finalmente dedicando toda su atención a ella con una sonrisa.

— Yedam-ah... —Repitió ella frustrada, aún mirándolo a los ojos.

— Te despidieron, novato. —Dijo una voz pasando al lado suyo, específicamente su sunbae, que llevaba un año más que él ahí y siempre lo llamó "novato".

Yedam le dirigió la mirada y lo siguió hasta que desapareció, para después voltear hacia ella de nuevo, con una cara de duda completamente clara.

— Lo siento... yo no fui la que lo decidió, sólo me mandaron a decirte. —Dijo junto a un desanimado suspiro, para después volver a sentarse frente a la computadora de la recepción.

Yedam se quedó en silencio unos segundos, como procesando lo que acababa de pasar.

— ¿Qué? —Dijo mirándola otra vez, sin creerlo.

Ella levantó la mirada y pensó qué decir unos instantes.

— Despidieron a unos cuantos, pero no sé la razón porque incluso estamos cortos de personal, así que es una muy mala decisión la que tomaron. —Dijo volviendo a dejar su mirada en la pantalla.

Yedam la observó unos instantes más, y luego miró la puerta corrediza unos momentos. Su mirada cayó al suelo, y de pronto entendió lo mucho que se acababa de romper su alma.

— Yedam-ah, ¿Cambiaste la sonda de Kim Hyunwoo? —Preguntó una enfermera acercándose desde el otro pasillo mientras leía una tabla con una hoja encima.

Yedam la miró como pensando que tal vez podía estar soñando, buscándole algo absurdo al sueño para convencerse de que así era. Ella lo miró esperando su respuesta, y Yedam reaccionó.

— Ah... sí, sunbae. —Respondió con una leve reverencia.

Ella asintió y tachó algo en la hoja, para después sentarse en la silla de al lado.

— El doctor Han, la doctora Min y el doctor Kanemoto dijeron que iban a tomar una decisión mañana acerca del caso de Kim Kyeongju. —Añadió ella sentándose en la silla que se encontraba vacía junto a la de la jefa de enfermería.

Yedam volvió a mirar la puerta, y notó que en realidad ese fue el último momento que había tenido con sus pacientes, compañeros, y mejores amigos pequeños, ya que no podía ir a interrumpir sus sueños, y ese sería su último día de trabajo.

Su mirada se cristalizó lentamente, y decidió comenzar a caminar hacia el baño.

wrong road - yoshidamDonde viven las historias. Descúbrelo ahora