— Bien... entonces no deberías complicarte tanto la vida, Yedam-ah. —Dijo Doyoung a su lado.
Estaban en el apartamento de Yedam, y Doyoung había ido a pesar de que fuese su cumpleaños, porque digamos que en realidad tampoco tenía planes así que prefería pasarlo con su mejor amigo.
— Bueno... es cierto, debería actuar como siempre y ya. —Suspiró dejando su peso caer sobre el respaldo del sofá.
— Ni se te ocurra declararte a menos que te lo pregunte. O bueno... yo no sé qué tan cercanos son, pero si encuentras que es un buen momento hazlo. Será sano... pero tal vez sería muy pronto. —Aconsejó pensativo.
Yedam suspiró en una especie de bufido frustrado y apoyó sus codos en sus rodillas.
— Pero tal vez no es ella... —Murmuró preocupado.
Doyoung lo miró sorprendido antes de hablar.
— ¿Estás loco? Claro que es ella, tonto. Me hablas todos los días de lo que hace, siempre que hablamos te acuerdas de algo que ella hace al respecto, siempre que hablas de ella te brillan los ojitos, y estoy seguro de que ahora mismo tienes el corazón acelerado de sólo escucharme decir la verdad. —Dijo mientras Yedam dibujaba lentamente una tierna sonrisa en su rostro.
Doyoung sonrió también, y rodeó sus hombros con uno de sus brazos.
— Ella te hace brillar, te veo muy feliz con ella, no hay nada de malo en aceptarlo. Y además no veo red flags graves en ella, además de que no sepa prender un fósforo. —Asintió mirando el suelo.
Yedam rió y negó con la cabeza.
— Le dan miedo, no entiendo por qué no puede hacerlo. Dice que se quema los dedos cada vez que lo intenta. —Explicó entre risas.
Doyoung guardó silencio unos segundos, y Yedam lo miró esperando alguna respuesta.
— ¿Lo ves? Nadie te preguntó, aún así hablas de ella porque te nace.
— Eiishh... —Murmuró con una amplia y avergonzada sonrisa levantándose del sofá.
Doyoung rió y se levantó también.
— Ya... acompáñame a alguna parte, no quiero quedarme encerrado en mi cumpleaños.
— Dios... mañana es el cumpleaños de Misun. —Recordó Yedam llevándose las manos a la cabeza.
Doyoung relajó la mirada dedicándosela seriamente.
— Yah, basta por favor que ella no es más importante que yo.
Yedam rió y avanzó hacia la puerta entre risas.
— • —
Yedam respiró hondo y arregló su cabello en el reflejo de la puerta de vidrio del hospital. Acomodó sus audífonos blancos de cable y abrió la puerta tranquilo. Una de sus canciones románticas favoritas se escuchaba hasta en su corazón, porque sin música él no podía vivir.
Saludó con una reverencia a los guardias y pasó su credencial por el scanner para marcar su asistencia diaria.
— ¡YEDAM-AH! —Se escuchó un grito conocido a lo lejos.
Misun agitaba su mano en algo muy sonriente y llena de energía. Yedam sonrió recordando lo muy tranquilo que le hacía verla feliz, y ella comenzó a caminar hacia él con su mochila y uniforme, tal cual lo estaba Yedam, indicando que ella también acababa de llegar.
Puso en pausa su música, y en lugar de saludarse, Yedam la abrazó con todas sus fuerzas.
— Feliz cumpleaños, Misun-ah. —Dijo sonriente.
— Gracias Yedam-ah. —Agradeció ella cerrando sus ojos de felicidad.
Yedam se alejó y se quitó la mochila.
— Espera, te tengo un regalo.
— O... ¿En serio?
— Mmmh... ten. —Dijo entregándole una bolsa pequeña.
— Oooh... let's see. —Murmuró emocionada mientras Yedam se levantaba.
Sacó una pequeña caja y la abrió con delicadeza. Era un collar bastante minimalista, de un corazón con pinta de cristal que reflejaba toda la luz en un pequeño arcoíris. Era muy pequeño, y la cadena era plateada y delgada.
— Waaah... ¡Gracias Yedam-ah! —Saltó abrazándolo otra vez.
Yedam sonrió y la abrazó de vuelta, con algo de dificultad por su mochila.
— Es el mejor regalo hasta ahora. —Dijo alejándose emocionada.
— ¿Por qué no te tomaste este día libre? Podías hacerlo. —Preguntó sorprendido quitándose los audífonos.
— Quería regalos. —Respondió con toda su sinceridad agachando los hombros mientras contemplaba su nuevo regalo fascinada.
Yedam rió con ganas, y comenzaron a caminar hacia el ascensor. Fue un turno bastante movido, porque habían nuevos casos y algunas complicaciones en algunos antiguos, pero era agradable trabajar con niños así que nunca fue una molestia.
Ahora Yedam y Misun caminaban hacia el paradero de buses más cercano al hospital. Misun siempre quiso ir al Han River para su cumpleaños, así que Yedam le había prometido que irían desde dos meses atrás.
— Pocas veces voy al río Han, iba con mi mejor amiga pero desde que se fue a Busan ya no he ido más. —Contó ella sentándose en el asiento para esperar.
— Ah, ¿Cómo le ha ido a ella? Me dijiste que estudiaba medicina. —Preguntó Yedam sentándose a su lado.
— Bien, ya va en sexto año así que está en sus últimos momentos para dar el KMLE y tal vez vuelva a Seoul cuando se gradúe. —Contó emocionada.
Yedam sonrió y asintió, en el momento en que el bus llegó y ambos se levantaron. Encontraron asientos vacíos casi al final y cansados del trabajo se dejaron caer sobre ellos junto a dos suspiros casi en coro.
— Deberíamos escuchar música, ¿Tienes aún tus audífonos? —Sugirió Misun sonriente.
Yedam asintió y los sacó de su bolsillo, para luego intentar desenredarlos con dificultad. Frunció el ceño fijando más su vista en ellos, complicado con lo muy enredados que estaban.
— Yah... si tuvieras paciencia... —Se quejó quintándoselos para desenredarlos lentamente.
Yedam sonrió y se quedó contemplando su rostro concentrado. Cómo le atraía esa fuente de energía eterna... no podía dejar de mirarla cada vez que hacía algo tranquilo.
— Ya está. Siempre te pasa lo mismo con las sondas. —Se los entregó tranquilamente.
Yedam rodó los ojos y los conectó.
— Pon nuestra playlist. —Dijo ella emocionada.
Yedam sonrió y asintió abriendo Apple Music, porque salía más barato y era más rápido para él que Spotify.
Una de sus canciones favoritas comenzó, y Yedam reguló el volumen sonriente. Misun sonrió también, y miró a la ventana disfrutando de ese momento. Yedam guardó su teléfono y se quedó observándola tanto a ella como la vista cada ciertos momentos. Entonces Misun suspiró y apoyó su cabeza en su hombro, a lo que Yedam respondió nerviosamente con apoyar la suya sobre la de ella.
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wrong road - yoshidam
Fanfiction[camino equivocado] But I find better letting you go, so you can be so in love you wouldn't even doubt it... so you can be so happy that you'd want to express it every single day of your life. • Yedam & Yoshi (+ her) (+ treasure) • tw: none