wrong road - yoshidam

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Yedam se dejó caer sobre el césped.

Habían ido a un parque con Yoshi, el que estaba frente al hospital. Habían invitado a Jihoon, pero como siempre, su respuesta fue algo así como "Ew no quiero ser la tercera rueda, gracias".

Yoshi se recostó a su lado y suspiró.

— Creo que es primera vez que no trabajo extra por salir a algún lado. —Confesó Yoshi cerrando sus ojos con una tierna sonrisa.

Yedam sonrió también, y cerró sus ojos sintiendo la suave brisa de ese cálido día de primavera, en que por fin podía salir sin hoodie.

— Yedam-ah. —Dijo Yoshi entonces.

— Mmmh... —Murmuró Yedam aún en su paz.

Hubo un suave silencio, que sólo era interrumpido por el sonido de la brisa contra los árboles.

— ¿Me dejarías ser tu novio? —Preguntó de pronto.

Yedam abrió sus ojos, y dejó la vista clavada en una nube que parecía un pato gigante, pero algo deforme. Giró su cabeza hasta él, sin creer bien lo que acababa de decir tan de pronto y sin aviso.

Yoshi le dirigió su mirada también, y las conectaron unos instantes.

Bien... Yedam no podía negar lo mucho que quería a Yoshi. Le gustaba mucho su presencia, le encantaba salir con él. Amaba lo mucho que se preocupaba de él, y se sentía seguro andando de su mano. Adoraba cuando recibía sus abrazos y caricias, y cuando nerviosamente decía palabras de afecto. Le gustaba, o al menos eso creía sentir. Sentía que había una pequeña llama que dentro de seis meses se había desarrollado bastante, pero no sabía qué tipo de llama era, si de amor, o de amistad y cariño.

— Bueno. —Respondió luego de dudarlo un tanto.

Yoshi no reaccionó, se quedó mirándolo unos segundos más. Se sentó después de pensarlo y Yedam repitió sus acciones unos momentos más tarde. Miró a Yoshi esperando a que hablara, pero él sólo pensaba con la mirada clavada en su camiseta.

— ¿Por qué razones no me dejarías serlo? —Preguntó entonces.

Yedam levantó el ceño y luego hizo un puchero pensativo, cabizbajo mientras pensaba bien qué respondería.

— Mmmh... porque no sé si me gustas en realidad. Sólo sé que te gusto y que me encanta estar contigo y todo lo que haces y dices

Yoshi lo miró y frunció el ceño algo desanimado. Él ya había notado la duda que él tenía.

— ¿Y para qué me dices que sí entonces? —Preguntó.

Yedam pensó de nuevo, pero mirándolo a los ojos esta vez.

— Porque... tengo que aceptar que muchas veces me he planteado algo contigo... y muchas veces he imaginado cosas contigo. —Asintió levantando la mirada a la enorme nube otra vez, que ahora tenía forma de una rana luego de deformarse.

Yoshi sonrió y negó con la cabeza.

— ¿Qué imaginas, tonto? —Preguntó luego de reír suavemente.

— Nada... sólo... nada, ¿Qué crees que imaginaría? —Respondió intencionalmente aparentando nerviosismo.

Yoshi amplió su sonrisa.

— ¿Y por qué razones sí me dejarías ser tu novio? —Preguntó esta vez.

Yedam lo miró de nuevo, y luego de un silencio profundo, sonrió levemente.

— Porque me gustaría mucho pasar mas tiempo contigo, y que me dieras todo el cariño que ahí tienes en tu corazón.

Yoshi sonrió.

— Me... gustas, de algún modo. —Asintió Yedam cabizbajo.

Yoshi no respondió, la verdad es que sólo contemplaba lo linda que era esa escena.

— ¿Y tú por qué quieres ser mi novio? —Preguntó entonces Yedam.

Yoshi guardó silencio unos momentos.

— Porque te amo. —Respondió tranquilamente.

Yedam se sorprendió con una sonrisa.

— Bueno... no sé si podría decirte lo mismo, lo siento. —Se disculpó entre suaves risas.

Yoshi rió también.

— El amor es algo que se desarrolla con el tiempo si eso quieres. Desde que te conocí me atraías, desde que estábamos estudiando. Nunca supe en realidad que sentir atracción por el mismo sexo era algo aceptable, así que reprimí esos sentimientos que se sentían malos durante años. —Explicó tirando del césped con sus manos.

Yedam levantó el ceño sorprendido.

— Woah... eres muy fuerte, de verdad.

Yoshi sonrió y contempló su rostro un rato más.

— ¿Por qué me amas si podrías quererme como un amigo muy cercano? —Preguntó Yedam observando las cuerdas que tiraban de su hoodie, ya que él era algo más friolento.

— Mmmh... porque me encantas. Cada pequeña cosa que haces me encanta, y si algo no me gusta en realidad todo el resto opaca ese defecto... —Dijo asintiendo. — Me gustas tanto que de verdad no puedo parar de pensar en ti donde sea que vaya, y no pienso seguir aguantando un año más estos sentimientos cuado tú ya has aceptado algunas de mis indirectas. —Añadió mirando cómo rompía el césped entre sus manos.

Yedam guardó silencio, porque le encantaba cómo embellecía sus palabras con tanto cariño en el hablar.

— Creo que estoy enamorado de ti... y temía que tú fueras a pensar que yo estaba mal, o que te acosaba con la mirada, pero con el tiempo noté que te gustaba, y seguí haciéndolo. Me atrae mucho cómo hablas, actúas y piensas, eres brillante y una muy linda persona... te admiro mucho por la paciencia que tienes, y la creatividad que corre por tus venas... eres genial, eres todo en uno. —Terminó levantando la cabeza con una tierna sonrisa.

Yedam sonrió también, y entonces luego de pensarlo en ese largo silencio de conexión de miradas clásico, tomó las dos cuerdas de su hoodie y tiró de ellas hacia él, empujando su cabeza hasta la suya con la fuerza de empuje. Temía que no estuviese bien lo que haría, pero prefería intentarlo, así que empujó sus labios con los suyos en un relativamente largo beso, que a ambos dejó prisioneros por infinitos segundos.

Yedam volvió a alejarse pero sólo unos centímetros, y miró sus labios notando que en realidad le había gustado hacer eso. Yoshi sonrió y tomó su cabeza para acercar su labios de nuevo, y esta vez dejarle conocer sus labios suaves y lentamente, con delicados movimientos que no llegaban a la agresividad.

Yedam estaba probablemente en otra dimensión, porque jamás en su vida había besado a un chico, y se sentía completamente nuevo, y alucinante.