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Yedam se estaba quedando dormido. Abrazaba a Yoshi tiernamente, y él por su parte estaba cayendo dormido también. Era la tarde de un domingo en que ninguno de los dos trabajaba, y estaban en casa de Yoshi disfrutando de esa tranquilidad.

— Hyung... —Murmuró Yedam de pronto.

Yoshi abrió sus ojos y agachó la mirada hasta él para escucharlo. Yedam se acercó más a su rostro quedando a unos centímetros de su cuello, y sonrió tranquilamente cerrando sus ojos otra vez.

— Creo que me gustaría enamorarme... debe ser precioso. —Dijo relajado, dejando que las ondas de sonido rebotaran entre su cuello y su mentón.

Yoshi sonrió.

— ¿No estás enamorado? Pensé que ya lo estabas luego de casi un año, Yedam-ah. —Respondió Yoshi acariciando su cabello suavemente.

— Mmmh... no lo sé, debe ser lento... porque aún no me siento profundamente enamorado, o tal vez tenía muchas expectativas del amor. —Respondió despreocupado.

— También podría ser una opción...

Yedam se separó como entusiasmado para decir algo.

— Es que... siento que ya estoy enamorado, como si ya hubiese sentido eso... pero no siento que sepa cuándo me pasa, o cuándo estoy experimentando ese enamoramiento. —Explicó en rápidas palabras.

Yoshi rió y Yedam volvió a recostarse apoyando su cabeza entre su cuello.

— Bueno... no puedo hacer mucho ahí. Es tu corazón, no el mío.

Yedam asintió.

— Y creo que podrás partir mi corazón en dos si quisieras, pero estoy seguro de que cuando sanara seguiría latiendo por ti... eso pienso.

Yedam levantó la mirada, y sonrió con un puchero.

— Nunca me habían dicho algo tan lindo, hyung... —Dijo Yedam tiernamente.

Yoshi sonrió, y depositó un rápido beso sobre sus labios. Yedam le devolvió uno, y Yoshi terminó por darle uno más y muchos más seguidos, uno detrás de otro, contagiándose lindas sonrisas. Se había convertido en una sesión de besos lenta y tranquila, hasta que Yoshi empujó a Yedam para que quedara bajo él. Todo iba bien hasta cierto punto, pero de apoco Yedam comenzaba a sentirse fuera de sí mismo. Él estaba bajo Yoshi, cosa que nunca había pasado explícitamente en ese tiempo, y sentía que no estaba bien.

Abrió sus ojos sin detener sus movimientos, y trató de entender qué estaba mal, porque nada parecía estarlo en realidad.

Yoshi tomó sus caderas tranquila y suavemente, y Yedam alejó sus labios sólo unos centímetros. Se quedó observado los suyos algo extrañado, y Yoshi sonrió nostálgicamente. Yedam realmente no entendía qué pasaba, porque no solía sentirse así. Y es que ya no sentía lo que antes sentía al besar a Yoshi, pero no entendía por qué pensaba estar enamorado si ya no sentía magia ahí.

— No te sientas mal... ¿Sí? —Murmuró Yoshi acariciando su mejilla tiernamente.

Yedam frunció el ceño, porque al parecer Yoshi sabía qué pasaba.

— Hyung... no sé... —Murmuró Yedam sentándose para mirar a su alrededor.

Yoshi sonrió.

— Está bien... —Murmuró de vuelta alejándose para dejarlo libre.

— Hyung...

Yoshi se sentó para darle su atención, y Yedam se quedó mirándolo en busca de respuestas.

— Ya sé qué te pasa y no tienes que ocultarlo... está bien. —Dijo cabizbajo.

Yedam inclinó su cabeza sintiéndose algo culpable por algo que no conocía.

— No puedo culparte porque sabía desde un inicio que esto podía pasar. Tú sólo experimentabas... y bueno, podía tanto quedarte gustando como tal vez no.

— Hyung...

— Estoy enamorado de ti, y me doy cuenta de cada detalle en tu comportamiento porque te amo... y... desde que comenzamos esto... la estabilidad ha cambiado mucho, y sé que debo respetarte.

— No, hyung, no entiendes. Yo no sé qué pasó, sólo me sentí raro de la nada... no pasa nada, de verdad. —Intentó explicar Yedam.

Yoshi sonrió.

— Yedam-ah...

Yoshi quería hablar, quería decirle lo que aclararía todo, pero de pronto las palabras ya no le salían de la boca, y no comprendía cómo no era posible poner en palabras lo que él entendía del problema actual.

— Hyung... voy a comprar algo, ¿Quieres comer? Necesito ir solo para refrescar mis pensamientos. Sólo estoy algo distraído, no te sientas culpable. —Dijo levantándose de la cama algo más animado.

Yoshi sabía que escapaba de su problema interno, pero tampoco podía negarle la salida a donde quisiera.

— ¿Prefieres donas o muffins? Aquí al lado venden de todo, en realidad. Si quieres me pides algo y ya vuelvo. —Añadió tomando sus zapatillas más cercanas.

— U-uh... donas está bien. —Respondió con una nerviosa sonrisa.

— Bien, ya vuelvo. No sobrepienses mucho porque nada de esto es tu culpa, sólo tuve un error en mi línea de tiempo mental y... no te preocupes, todo está bien. —Dijo como última cosa antes de salir.

Yoshi suspiró con la mirada clavada en la puerta al verla cerrarse. Debía encontrar la forma de terminar con eso sin que doliera tanto. Conociendo a Yedam, decirle que sabía que entendía que no lo quisiera de vuelta le haría sentir inmensamente culpable y no quería herirlo de esa forma. Debía arreglárselas para idear algo que no lo hiciera sentir tan culpable como eso lo haría.

Detestaba sobrepensar y sobre todo si era en sus propios sentimientos y decisiones que aún no eran tomadas. Estaba demasiado preocupado y le rompía el corazón saber que había encontrado a la persona correcta en el momento equivocado.

Muy fuertes e intensas lágrimas estaban rápidamente apoderándose de su mirada, y un grande nudo de angustia crecía a pasos gigantes en su garganta.

Quería gritar, pero prefería callarse.

No quería que llegase navidad antes de romper con él, así que debía moverse rápido porque en unos días comenzaría diciembre. No quería dejarlo con una herida muy grande en noche buena, y menos quería que forzara emociones que no tenía si lo dejaba todo pasar.

Algo debía hacer, y le aterraba planearlo.

wrong road - yoshidamDonde viven las historias. Descúbrelo ahora