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— Misun-ah, ¿Podrías pasarme esa caja? Creo que ahí están las inyecciones que trajeron. —Pidió Yedam desde la computadora.

Misun volteó y asintió, para después pararse y recoger una caja del suelo, que estaba junto a dos más.

— Thank you. —Agradeció tranquilamente.

Misun suspiró y volvió a su computadora algo cansada. Eran las dos y media de la mañana, y se encontraban en guardia de noche sólo ellos dos, ya que Jihoon estaba en la mañana con el jefe de área y el resto en la tarde.

— ¿Muy cansada? —Preguntó Yedam haciendo unos clicks en su mouse.

— Mmmh... olvide tomar café y no me da la energía para hacer uno ahora. —Respondió cambiando los ajustes de un perfil.

Yedam suspiró y se levantó de la silla, en dirección a la habitación para hacer un café. Él también quería uno, así que no perdía nada.

Yedam notó el frío que estaba haciendo, considerando que ya estaba con un hoodie encima del uniforme. Habían dos opciones, o el aire acondicionado no funcionaba para mantener la temperatura, o simplemente estaba teniendo más frío de lo normal. Mientras el café llenaba la segunda taza, sacó una manta que originalmente era para pacientes, y se la puso encima como una capa antes de levantar ambas tazas de la mesa.

— Aquí tienes, traje una manta. —Dijo Yedam dejando la taza en la mesa.

— Woaaah... gracias, oppa, pensaba ir ahora a hacerme uno... de verdad gracias. —Agradeció ella agotada.

Yedam se sentó en la silla con su manta y continuó con su trabajo.

— ¿No está haciendo más frío de lo normal? —Preguntó Misun de pronto.

Yedam le dirigió la mirada.

— Pensé que sólo era yo.

Ella se agachó y encendió un calefactor pequeño que se encontraba bajo el mesón de la recepción. No tenían mucho que hacer porque era de noche y estaban al día, así que Yedam tuvo una idea.

— Ven. —Dijo levantándose.

Se sentó tras el mesón, en una de las paredes, y dirigió el calor del calefactor hacia él. Dejó la taza un tanto lejos en el suelo y se quitó la manta mientras Misun se sentaba a su lado.

— Nos quedamos acá un rato hasta que sean las tres... porque quedan veinte minutos. —Dijo Yedam tapándola con su manta.

Ella sonrió y dejó su taza frente a ella. Hubo un silencio largo, en que ninguno tenía energía para hablar además de para pensar.

— Detesto la guardia de noche. —Murmuró Misun cerrando sus ojos con su cabeza apoyada en la pared.

— Mmmh... y quién no. —Respondió Yedam cerrando los suyos.

Debían salir a minitorear a los pacientes cada cierto tiempo en turno de noche, pero aún les quedaba tiempo desde la última revisión, y si es que estabas al día, en realidad no había mucho que hacer además de ordenar y ordenar, y no era lo que querían en ese momento. Misun apoyó su cabeza en su hombro porque no se le hacía cómodo apoyarse en la pared, y Yedam apoyó su cabeza en la suya encontrándola una buena idea. Era apoyo mutuo de compañeros como siempre sucedía entre ellos, y había cansancio corriendo por todos sus cuerpos así que merecían un descanso.

— Yo sabía que no sería mala idea venir a apoyarlos. —Dijo una voz conocida despertándolos luego de unos minutos, aproximadamente quince.

Yedam despertó algo confundido, y Misun parpadeó incorporándose pero aún apoyada y sin moverse. Jihoon dejó su chaqueta en la silla en la que estaba antes Yedam, y se puso unas gafas transparentes antes de sentarse en ella.

— Duerman si quieren, en un rato los despierto. —Dijo haciendo un par de clicks para iniciar sesión.

— Hyung... eres muy bueno, de verdad te amo. —Dijo Yedam con una somnolienta sonrisa.

— Sí, no me digas eso que estoy seguro de que se lo dices a alguien más en otro momento extraño que no quiero imaginar.

Yedam borró su sonrisa, y rodó los ojos apoyándose en Misun otra vez.

wrong road - yoshidamDonde viven las historias. Descúbrelo ahora