Salí corriendo. Su departamento estaba a 27 km de mi departamento, sabemos que no iba a estar ahí pero al menos sabremos algo más. Vine solo, le dije a Fede que cualquier cosa me mantenga al tanto y al parecer al fan que murió estaba conmigo en el hospital. Me siento demasiado culpable de todo lo que están pasando todos.
Se estaba haciendo de noche, había un poco de frío. Llegué al departamento y no sabía cómo entrar, no dude en venir. Tuve que haber venido con un plan. Mire en la ventana donde era posible que esa sea, conté los pisos, las ventanas mientas me ponía la capucha para que nadie me reconozca.
Había una cafetería enfrente, decidí entrar y pedir algo, me senté contra la ventana, veía a cada segundo por si había algo o alguien sospechoso entraba, si era necesario me quedaba despierto toda la noche; me acordé de que Lucas me había sacado todas las evidencias que tenía por ahora, no guardé las zapatillas ni la ropa. Quiero volver a ese departamento, siento que hay algo más.
-¿Cómo está el café? ¿Lo está disfrutando, señor?- vi al mesero, tenía un submarino en su bandeja, era un joven.
-Si, si, está riquísimo ¿te puedo pedir unas tostadas?
-Claro que si.
El mesero estaba por irse pero sentí el submarino caerse sobre mi, estaba demasiado caliente que grite, el joven no paraba de pedirme disculpas, que alguien lo empujó, mire hacia los lados y había una persona tapada, caminando lo más tranquilo.
-OYE- le alcé la voz y se detuvo- deberías tener cuidado la próxima- no dijo nada y se fue corriendo, saliendo del lugar- pero Dios, espérame- le dije al mesero y me fui tras la persona.
Era rápido, había que admitirlo, era más bajo que yo, o eso parecía, le seguía corriendo pero doblo y no lo encontré más. Apoye mis manos sobre mis piernas y respire hondo, le había corriendo por unas pocas cuadras. Volví más cansado, al llegar al edificio vi una persona muy sospechosa, tenía también un buzo negro y lentes, tenía el pelo corto, la gorra lo delataba, entre rápido a la cafetería, el mesero me pregunto si estaba todo bien.
-Sí, todo bien- volví a mi asiento- no llamó a nadie ¿no?- él negó- mejor.
-Señor, tiene pantalón manchado, por suerte con el buzo no se nota ya que es negro, lo siento por lo que paso, déjeme traerles las tostadas, la casa invita.
-No se preocupe- miraba por la ventana y la persona parecía que esperaba a alguien pero al mismo tiempo sentía que me miraba- gracias por todo- le pague y salí, la persona cruzó la calle y me puse tenso, caminé para no levantar sospechas. Pero escuchaba sus pasos.
Camine un poco más rápido, hizo lo mismo. Guarde mis manos en el bolsillo del buzo, seguía caminando hasta que el pánico me entró y comencé a correr, primero el que me tiro el submarino y ahora este, mis emociones no pueden, no puedo fingir que me hago el valiente o el malo, soy muy frágil.
Trate de perderlo pero la persona que me había tirado el submarino, me choco, haciendo que vaya para atrás, me fui para los costados y siguieron, me encerraron en un callejón, los miré, tratando de saber quienes eran.
-¿Qué quieren? ¿Dinero? Se los doy- choque contra la pared y ellos seguían acercándose hacia a mi- ALÉJESE DE MI- grite pero escuché un arma.
Era el arma de Tobías. Beatriz me estaba apuntando por segunda vez, estaba solo, no sabía que hacer, que sentir, solo sentí que debía esperar mi muerte.
-Con que me encontraste y sabes de Tobías y Antonio. Que somos los más buscados.
¿Cómo...?
-Por más que tu novio dé señales, dudo mucho que despierte, es una pena que no estés ahí en este momento.
-¿Qué le hiciste?
-Quién sabe- mira su aliado- oh, que mala educación de mi parte, Miguel él es mi aliado, Tobías, ya lo conociste en persona por fin- no mostro la cara, nada.
Algo en mi me decía que estaba mintiendo. En el dni se veía más grande.
-¿Y como explicas la ropa y las zapatillas?
-Miguel, no lo entiendes- se acerco más, yo solo volví a chocar contra la pared- sabes que yo te amo, ¿verdad?- el arma me tocó, lo apoyo contra mi cuello y solo cerré los ojos con fuerzas. No quería decir nada. Tenía miedo.
-DIME QUE ME AMAS- me asusté más por su grito además de que me lastimo con el arma- DILO- negué rápido con la cabeza y me volvió a pegar con el arma- no sos más que un débil y cobarde.
Vi al supuesto Tobías solo miraba lo que me hacía, no podía ver quien era, solo la nariz, se acercó pero Beatriz, lo asustó dando un disparo contra el suelo, cerca de sus pies.
-NI SE TE OCURRA ACERCARTE Y VIGILA.
Escuche murmullos a los alrededores, se alertaron por el disparo, Beatriz bufó y antes de alejarse, me susurró "esto no acaba, ya podré a jugar mejor contigo, guapo" sentí escalofríos, me toco el miembro y me sentí sucio, se fueron corriendo y me arrodille, empezando a llorar, estaba enferma de la cabeza, me paralice.
No quería que me vuelva a tocar.
Llegaron los policías y encontré a Lucas, no dude en ir y abrazarlo mientras lloraba. No podía más.
Necesitaba un descanso. Necesitaba desaparecer un rato.
Haré que soy fuerte y no dejaré que me vuelva a tocar por más que me este dando muchísimo miedo. Rub y yo no merecíamos esto, estábamos felices por casarnos. Solo quiero volver a ese día y saber lo que se aproximaba.
-Te vamos a proteger, Miguel, odiaria si te pasara algo malo.
Sólo quiero estar con Rub, que ambos estemos bien, sólo eso.
¿Es mucho pedir?
Me acompañaron a mi departamento, luego de mucho tiempo, no veía por estar con Rub o buscando a Beatriz, día tras día. Los gatos estaban con mi mamá, no veo la hora de verlos. Entre a mi habitación y me tiré a la cama, sintiendo alivio por estar cómodo; los policías ya se habían ido, no hicieron nada más que preguntas sobre lo que sucedió, quienes eran y demás. Me dejaron más estresado.
Abrace la almohada, pensado que era Rub y me puse a llorar otra vez. Que día de mierda. ¿Por qué así? Apreté mis brazos, llorando más fuerte, pensando que hicimos mal.
Tal vez es otra vida, nos irá mejor.
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Déjanos- rubelangel.
Mystère / ThrillerTodo se estaba yendo a la mierda. Esa frase era perfecta para describir lo que estaba pasando, según Mangel. Él se sentía solo pero intentaba mantenerse positivo. Encontrarse con el enemigo puede causar muchas dificultades. Atención: es la continuac...