Final.

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Pasó un mes y medio desde el funeral de Alex, Antonio trato de continuar con su vida pero la necesidad de tener sexo lo estaba atormentando y cada noche, se encontraba con dos chicas incluso con chicos. Beatriz y Tobías estaban encerrados como debían, Lucas estaba satisfecho.

Mangel ya se encontraba en su departamento con Rubius, ambos estaban lidiando con las situaciones, traumas y pensamientos que les dejo todos esos meses. Especialmente Mangel, en las noches Rubius no podía dormir bien por los gritos de Mangel de sus pesadillas.

—¡DÉJEME EN PAZ!

Rub apenas logro despertarse y fue corriendo hacia la pieza, Mangel estaba dormido pero llorando, el primer nombrado se acercó y le sacudió los hombros para tratar de despertarlo.

—¿Rub?— cuestionó cuando abrió los ojos— ¡Aléjate de mí, por favor, no me hagas daño!

Rubius pensaba constantemente como le estaba doliendo toda la situación pero hubo un avance y por primera vez estaban por dormir juntos, Mangel tuvo que seguir con la psicóloga e intentaba seguir cada consejo que le daba, no sabía cómo poder recuperarse emocionalmente y físicamente pero sentía que su pareja le ayudaba poco a poco, sabía cómo tratarlo.

—¿Necesitas que apague la luz? Cómo tú quieras, Mahe.

Dudó por unos segundos— apaga la luz— fue directo a la cama y se acomodo entre las sábanas sin antes dejar los lentes en la mesita de luz. Cuando se apagaron las luces, respiro hondo.

—Permiso, mí amor, me acuesto.

Mangel se movió un poquito para darle espacio, el contrario termino de acomodarse en la cama. Ambos miraban el techo, sus respiraciones estaban calmadas, sentían una felicidad por parte del otro, Rub por finalmente pudo avanzar y por dormir juntos, Mangel por lo bien que lo trataba y por dormir juntos.

—¿Estás cómodo?— Rub volteo para verlo aunque estaba todo oscuro.

—Lo estoy, realmente lo estoy— lo último lo susurró, como si no se lo pudiera creer que se sintiera así. Se acercó un poco y apoyo su cabeza sobre su hombro.

—Mahe ¿Sabés que puedes hacer todo a tu tiempo? Ante cualquier cosa no te esfuerces demasiado.

—Quiero hacerlo, hace mucho no te toco o algo por el estilo, ni siquiera nos hemos dado un beso, quiero mejorar para finalmente sentir tus labios que hace meses no lo siento— su voz se quebró y empezaron a caer lágrimas— lo siento mucho, soy una mierda por no permitir que me toques.

Ambos lloraron de la angustia, estaban llevando la situación como podían. Al final de la noche pudieron dormir abrazos.

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Pasaron unos pocos días luego de que durmieron abrazados, Mangel pudo agarrar un poco más de confianza y había más roces, se tomaban de las manos, había acaricias en los brazos, abrazos. Ahora mismo estaban cocinando juntos, tratando de hacer unas ricas tortas.

—Rub ¿Estás tonto? Así no es.

—¿Y quién lo dice?— preguntó mientras tiraba harina en el bol.

—Esta hoja con la receta, el cocinero...— busco el nombre en el libro pero se le hizo raro el nombre— mira, tiene cara de Antonito— se le acerca.

—Es hora de poner los huevos de Antonito— ríe mientras ve la imagen del cocinero— pásame sus huevos.

Mangel fue a buscar los huevos mientras reía, estaba teniendo un lindo momento, por primera vez sentía que se merecían algo bueno, un descanso de todo. Aún no habían subido ningún video pero se comunicaban en las redes sociales, desde que se enteraron de la muerte de Alex, ya el fandom no es lo mismo, sin embargo, intentan hacer de todo para hacerlos felices a quienes se quedaron.

Déjanos- rubelangel.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora