Capítulo 17.

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Rubius ya sabía qué sucedió. Mí querido ángel había sido secuestrado por Beatriz. Hace una semana no lo veía, lo extrañaba demasiado ¿Cómo es posible que no la agarraran? Quiero salir del hospital e ir a la comisaría porque son tan inútiles. Apenas me levanté y ya sentia que me iba a morir del estrés.

Me enteré gracias a las noticias. Vegetta hizo lo posible para que no escuché o vea pero le gane.

—¿Y los chicos? ¿Dónde está Alex?— lo mire a Vegetta y a Willy.

—Cheeto dijo que ya estaba en Madrid, Luzu y Lanita vendrán en una hora y Alex...no sabemos nada de él.

—¿Mínimo lo llamaron?

—Vegetta lo estuvo llamando por un buen rato y no contestó— Willy estaba sentando en el sillón.

—¿Y no pensaron que la puede tener Beatriz? Hace una semana que no lo veo, ni siquiera a Mangel— alcé la voz— ya tuve suficiente con mí vida, y no necesito que inútiles como ustedes sigan cuidandome, ya estoy despierto ¿Por qué no mejor ahora me ayudan a buscarlos, en vez de intentar llamando nada más?

¿Llore por estos amigos? ¿En serio?

—Rub, realmente lo...

—No, se supone que el fandom iba a estar tranquilo cuando despierte y ahora Mangel y Alex no están en ningún lado.

—En realidad...— Vegetta movió las manos como si no supiera continuar— Alex hace meses que no aparece.

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Mangel no recordaba cuando fue la última vez que comió. Extrañaba el aire puro, bañarme, comer, el baño. Cada día es una tortura más: tengo cocido la pierna por una apuñalada, el pecho lleno de rasguños por cada vez que me portaba mal, odio esto.

—Mangel, quiero que te portes bien, antes de que te suceda algo— luego de horas, escuché la voz de Antonio.

—Me niego— mí garganta ya estaba seca y mí estómago rugía ¿Qué día es? ¿Qué hora es?

—BEATRIIZ ME PUEDES CHUPAR EL PENEE— y se puso a cantar eso seguidamente. Me estaba aturdiendo el oído y dando dolor de cabeza.

—Tobías, cállate de una puta vez en tu vida— su hermano hablo mientras se daba un golpe en la cabeza contra la pared.

—Antonio, ni siqueras me quieres escuchar.

—¿Y por qué tendría que escuchar a un traidor? Me dejaste solo cuando más te necesite.

Él se ríe— ¿Cómo piensas que termine secuestrado? Ni me quieres escuchar.

—No quiero ni verte.

Silencio. Mire por octava vez como era el lugar, eran muy estrechos y tenían madera para que nadie vea desde adentro. O alguien salga. Se escuchó los pasos desde arriba, era obvio quién era que nadie miro hacia las escaleras.

—Hola, mis queridas víctimas— apareció con la gran sonrisa que daba miedo.

—Hola, ama— el único que respondió fue Antonio.

—¡Muy bien! ¡Hace dos días arrancamos con la Etapa Final! —me miro— como soy una hermosa persona, te explicaré: en este plan hay 4 etapas, la primera etapa fue ir dejando mis huellas, la primera huella empezó cuando dispare a tu querido esposo, ah, espera, no lo es— dijo con un leve sarcasmo.

—Hija de puta, no tuviste que haber nacido.

—¿Eso me tiene que doler? Auch, que dolor— puso su mano en su frente, fingiendo drama y se ríe— prosigo, ir buscando más víctimas, hasta llegar a la segunda etapa— nos miró a los tres, Antonio la veía con un leve desprecio y Tobías ni la miraba, jugaba con sus pies mientras trataba de no perder la cordura otra vez— aparecer en los medios de comunicación, televisión, redes sociales ¡Soy famosa!— aplaudió, festejando ella sola— tercera etapa matar a tus queridos fans— se me acercó, su rostro estaba a centímetros de la mía— ver cómo sufren porque su querido ídolo no despierta, piensan que va a morir luego entro yo y los torturó muy lentamente— su tono era seductora, en sus ojos veía lujuria con una mezcla de victoria— pidiendo por favor que pare, que no les haga daño ¿Y sabes lo que hago? Anda pregunta.

—No te pienso preguntar.

—Respuesta equivocada— saco su famosa navaja y me la clavo en la mano, grité— tus gritos me recuerdan a los suyos y suena como una canción de cuna para mí— movió la navaja y volví a gritar— eso es, grita para mí.

En esta semana que la conozco, sabía que no iba a parar hasta que responda— ¿Cómo lo hiciste?

—Muy bien, lo que hago— se alejo— es que me follen de una increíble forma mientras los golpeó, una vez que terminamos, los apuñaló hasta que mueren desangrados, o depende de cómo me follo, si fue muy malo, le disparo en la cabeza. Recientemente fue con una chica, tenía unos lindos dedos pero se los tuve que cortar porque fue muy mala.

¿Realmente estaba escuchando esto?

—¿Por qué lo haces?

—Todo gracias a ti, nadie sabía que soy una asesina antes de conocerte, gracias a ti descubrí que me gusta la fama, que todo el mundo me conozco y nada mejor como una asesina serial. Ahora todo Madrid tiene miedo de salir y ni hablar de sus fans— ríe— y hablando de fans, amaran la Etapa Final. La Etapa Final será matarlos a ustedes.

—Siempre lo quisiste.

—Tienes razón pero quiero que todo el mundo vea como los mato. Prepare un salón con cámaras especialmente para ustedes— trague saliva— solo tengo que agarrar a Rubius, no será nada difícil porque está en coma y nadie está para cuidarlo.

Me hizo recordar a lo sucedido con Vegetta.

Vegetta, sea lo que sea, cuida a Rubius por mí, protegelo con tu alma.

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Rubius se encontraba bien físicamente. Ya no quería estar en el hospital, quería largarme. Vegetta y Willy se fueron a la cafetería para ver qué hacer, no me quisieron meter por la cantidad de estrés que tenía.

Técnicamente ya tendrían que darme el alta ¿Verdad? Ya desperté, como bien, bebo bien, voy solo al baño, es todo lo que un ser humano haría normalmente ¿Verdad? Me levanté de la camilla y mire hacía la ventana acercándome a ella. Mire hacía abajo y solo eran dos pisos, ya me tiré una vez con dos pisos y no sucedió nada pero no quise arriesgarme a lastimarme, otra vez, las piernas.

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Vegetta estaba con su novio. Trate de convencerlo hasta que pude lograrlo, es un riesgo grande pero nuestros dos amigos desaparecieron y sabemos que los tienen Beatriz. Era algo tan obvio. Lucas ya había venido para interrogarnos cuando fue la última vez que lo vimos o comunicamos.

—Samu ¿Dónde se supone que tendríamos que arrancar?

—No lo sé, no tenemos nada, normalmente una asesina en serie estaría alejada pero cerca de sus enemigos o víctimas para saber sus movimientos.

—No estamos en una película o historia, acuérdate que nadie la vio cerca, ni las cámaras de seguridad.

—Porque tranquilamente puede estar disfrazada ¿No?

—Lucas lo dijo, nadie la ha visto en ningún lado así que puede ser.

Me quedé viendo la mesa por un buen rato, odiaba no tener cerebro para algunas cosas. Suspiré y me levanté e indique a Willy para volver con Rub. Me siguio los pasos hasta llegar a la habitación.

—Espera— Willy me detuvo— tengo miedo de que Beatriz nos pueda matar ¿Es seguro esto?

—Si estamos todos juntos, será seguro— le di un beso en la frente para transmitirle seguridad— te lo aseguro.

Él asistió con la cabeza. Entramos y Rubius no estaba en la camilla, ni sus sábanas, había sabanas atadas que llevaban hacía la ventana. Willy y yo nos miramos. Fuimos a la ventana, había unas toallas atadas llegaba hasta el suelo.

No puede ser.

Déjanos- rubelangel.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora