Capítulo 11.

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⭐: está estrella es el resumen del tema <3

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Me desperté por la luz blanca que penetraba en mis ojos. Los abrí lentamente y estaba con una camilla de hospital. Era raro no tener toda la visión, la prótesis se sentía muy rara.

—¿Mangel?— mire al costado y tenía a Vegetta al lado mío— ¿Cómo te sientes?

—¿Qué me pasó?

—Te desmayaste, ahora tengo que llamar al doctor para ver si te puede traer algo de comer.

Dicho eso, se fue. Respire hondo y saque todo el aire por la boca. Cerré los ojos mientras me movía, buscando comodidad en mí cuerpo. Tan solo pensar que me pusieron esa bata del hospital, me dio escalofríos. Vieron mí cuerpo ¿Y si me tocaron?

"—Ahora dime ¿Te gusta más el pene o la vagina?"

Comencé a llorar ¿Por qué tenía que recordarlo? Quería bañarme, sacar toda esta suciedad de mí cuerpo. Me sentía asqueroso. Me levanté de la camilla, con eso me di cuenta del intravenoso en mí brazo, seguro me examinaron por los golpes y el ojo. Apenas apoye los pies y mis fuerzas en las piernas desaparecieron haciendo que me caiga.

Abrieron la puerta— Mangel, Mangel— viene Vegetta y me intenta ayudar pero me alejo.

—Miguel, en estos momentos tienes que evitar levantarte de la camilla— dijo el doctor.

Yo trataba de levantarme hasta que el médico se me acercó.

—No me toque, doctor— mí voz se quebró— solo...no lo haga, por favor.

—Miguel, puede confiar en mí, soy doctor, nunca trataría de hacer daño a mis pacientes— se agachó hasta quedar a mí altura, sus ojos eran un verde esmeralda— solo quiero ayudarle y curarle— estiro su mano.

Lo mire dudoso pero acepte. Me ayudó a levantarme y me puso en la camilla— ¿Y Rub?— le pregunté a Vegetta.

—Lo está cuidando Willy— bajo la mirada.

—Miguel ¿Me permite hacerle unas preguntas a solas?— cuestionó el doctor mientras acomodaba las sábanas.

¿A solas? No. No quiero— no.

—¿Quiere que su amigo se quede?

—Si— no sabía si iba a sorportar tener a alguien solo conmigo.

—¿A usted le sucedió algo más antes de desmayarse?— cállate— ¿Alguien lo lastimó?— no.

"Te juro que te cortaré en pedazos, gime conmigo o habrá castigo."

Me agarre la cabeza, casi tirandome de los pelos. Quería arrancar mí cerebro, ponerlo en un frasco y tirarlo a la mierda. Si hablo, Beatriz me va a matar pero los doctores no son estúpidos, con mí estado, tienen las sospechas. Vegetta seguramente me miraba con los ojos cristalizados y el doctor con alguna confirmación de mí abuso.

—Miguel, está bien que nos digas y lo necesitamos para poder examinarte, controlar que todo su cuerpo este bien, sin enfermedades de transmisión sexual o lesiones. Queremos que se encuentre bien.

¿Cómo te explico que tengo una prótesis de ojo? ¿Que casi me sangra el culo?

—Mangel...por favor, no soportaría ver a otro amigo sufrir.

En cierto punto tiene razón. No creo que los chicos quieran ver a otro de sus amigos en el hospital o sufriendo. Por otra parte, no quiero abrir la boca pero he de admitir que quiero saber si mí cuerpo anda bien para poder irme con Rub.

Habla, mahe, eso me enseñaste. No cometas el mismo error que yo.

Sonó tan angelical. Solté un suspiro y me prepare para hablar.

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No sé en qué momento, Vegetta estaba llorando. Lo que agradezco es que no me obligaron a entrar en detalles, tampoco dije quien fue pero Vegetta sabía perfectamente quién me hizo esto.

El abuso. Los golpes. La prótesis. Fue mucho para mí cuerpo.

Me quiero morir.

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⚠️⚠️

—Miguel ¿Estás conmigo?

Habrá pasado...creo que una semana o dos, no recuerdo bien, aún seguía en la camilla, con análisis y demás. Mí ojo finalmente mejoro, ya no se sentía tan raro. Acepte recibir apoyo psicológico así que ahora venia una psicóloga ya que negaba con irme. Nada más quería ver a Rub.

Estaba sentado en forma de indio, jugando con mis dedos. Era mí tercera sesión en la semana por orden de la psicóloga, que es muy reciente el suceso. Me costó agarrarle confianza, aún me cuesta. La primera vez que vino nada más recuerdo llorar y llorar, había insultado al doctor por haber elegido a una mujer. No sé cómo me calme. La segunda sesión, nada más llore al inicio. Logro calmarme el ataque de pánico y por ahora tiene prohibido tocarme. No hable mucho. Por ahora no hablamos nada del suceso, no sabía si iba a tocar el tema, no quería hablar de los sentimientos que sentí en esos momentos ¿Será malo? No sé cómo llevar esto. No sé cómo mí novio salió de todo esto, que alguien toque tu cuerpo sin tu permiso, te toque y te haga sentir un asco. Tú no querés y sin embargo lo hace. Te lástima. Me pone peor el hecho de pensar que lo hizo su propio padre ¿Cómo sigues luego de eso? Beatriz me tocó una vez y ya puedo comprender a mí novio ¿Cómo se supone que pueda caminar tranquilamente en la calle, sin pensar que voy a recibir acoso? Beatriz me violó, Beatriz me violó. Toco mí cuerpo, mí pene, me lastimó. Una persona que no conozco me hizo todo esto, vi un cuerpo que no quería. Me siento un infiel, yo no quería. Juro que no quería que esa me toque. Con solo recordar como intento ser sensual, me dan ganas de vomitar. Y mis pesadillas no me ayudan ¿Será mí culpa? ¿Es mí culpa por meterme a esa casa y no tener cuidado? Tal vez pude evitarlo si hubiese luchado...¿Es mí culpa serle infiel a Rub? No me lo va a perdonar nunca.

—¿Miguel?

La miré— lo siento, solo no quiero hablar aún.

—No se preocupe, yo te espero con paciencia pero si me premistes preguntar ¿Cuál es tu película favorita?

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⭐: paso tiempo y Mangel aceptó ayuda psicológica, no fueron buenas las primeras sesiones por problemas de confianza de Mangel y sigue sin hablar de sus temas luego de tres sesiones. Se siente culpable por todo lo que pasó con Beatriz y tiene miedo de salir a la calle.

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Hace unos días que estoy libre, ya nada de exámenes y subí como 4 kilos. El nutricionista dijo que aún tengo que trabajar para volver a mí peso normal. Mí cuerpo se encuentra bien, mis moretones ya no están presentes. Pero la suciedad si. Apenas salí del hospital y me bañe, estuve adentro por 3 horas. Limpiando cada parte que me tocó, lloré, grité y me arranque los pelos.

De mis amigos, nada más lo sabe Vegetta, desde ese momento me presta más atención. Llego un momento en que nos reíamos de mí ojo.

No pude ver a Rub, me siento una mierda por lo que pasó ¿Cómo lo voy a ver ahora? Los chicos dijeron que está todo bien, no tengo que preocuparme.

Todo va a estar bien.

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Estaba enfrente de la habitación de Rub, hace 15 minutos que tuve que entrar, sé que adentro estaba Staxx. Volvi a respirar hondo y entre.

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Perdí la cuenta de la cantidad de veces que le pedí perdón, no podía escuchar su voz. Nada ¿Qué debería hacer ahora?

¿Por qué mierda me tocó vivir esto?

Déjanos- rubelangel.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora