-Tú café con leche, corto de café y largo de leche de avena con dos sobres de azúcar. - dijo el inspector Samuel O'Keller. Este es un hombre de tez blanca y un hombre de 28 años. Un inspector de metro con ochenta y cinco metros de alto, su cabello era castaño claro con reflejos caoba, solo perceptibles a la vista humana si le da el sol a cierta hora de la mañana. ¿Su mayor virtud? Sus reflejos. Pero, por lo contrario, la puntería es de sus mayores defectos. Es capaz de apuntar, disparar y acertar, pero eso le lleva bastante tiempo, y para cuando lo consigue, el asesino o la asesina ya ha echado a correr y ha logrado esconderse.
-Gracias O'Keller. - dijo Grace Michigan, mujer de tez blanca, de 26 años. Una de las mejores inspectoras de toda la Brigada de Nueva York. Su cabello rubio y ondulado hacía contraste con sus ojos negros y brillantes. Una inspectora de un metro setenta y cinco de alto y con una puntería envidiable. En todo lo que llevaba de carrera habría fallado como máximo cinco o seis disparos. - Tú ensalada mini César con doble de aceite. ¡Damion, tus galletas!
- ¿Son las de mi hija? - preguntó Damion Miller entrando por la puerta de la sala de descanso de la brigada. Damion Miller, inspector de 34 años, su altura era de un metro noventa y tres, aunque él siempre redondeaba al metro noventa y cinco. Hombre de tez oscura y ojos de color azules, aunque para aquel que le veía, eran grises. Su cabello, liso y corto de color negro no se quedaba atrás, ya que siempre lo presentaba bien cuidado y perfectamente peinado. Damion era el único del cuerpo principal de la Brigada con descendiente. Una niña de seis años a la cual le apasionaba la hostelería, Chiara Miller, una hermosa niña de tez oscura, cabellos pelirrojos y ojos negros.
- ¿De quién sino? - preguntó con tono irónico la inspectora Savannah Walker. Una inspectora de un metro sesenta y ocho de alto, de tez blanca y cabello rizado con un color avellana. Savannah tenía 27 años y una de sus mayores virtudes, sin lugar a dudas, es la vista, es capaz de ver y distinguir persona con una rapidez increíble.
-Muy graciosa Walker. - intervino Damion de nuevo. Savannah, Damion y Samuel estaban alrededor de la mesa de la inspectora Grace, aprovechando ese momento de descanso del cual disponían para poder desayunar y ponerse al corriente de sus aspectos más personales.
En esa comisaría tenían la costumbre de evitar llamarse por sus nombres, ya que esto les hacía parecer menos profesionales y creían que les daban un toque sofisticado y elegante. Todos los inspectores disponían de una mesa color blanco crudo, la cual tenía un ordenador encima de la mesa, una libreta donde apuntaban todo lo esencial, un teléfono fijo y un lapicero lleno de bolígrafos y lápices. En los cajones de esta mesa guardaban la pistola, la cual solo cogían si debían salir de la comisaría y algún que otro papel de información personal o algún informe concreto.
-Siento interrumpir su momento de descanso, pero tenemos un caso nuevo. - dijo Kelly Anderson, la jefa de la Brigada, o también conocida como "Capitán". Era una mujer de tez oscura, cabello liso y color café de ojos verdes y de una estatura de un metro setenta y cinco de alto. Después de trabajar para diversas comisarías, a los 30 años decidió realizar el examen de ascenso a capitán y a los 32 años, logró estar al mando de la Brigada de Nueva York. Kelly había dado a luz a un niño llamado Jacob, el cual tenía trece años, y a una niña llamada Sabrina, la cual falleció cuando apenas tenía cinco meses. - Vayan todos al escenario del crimen e infórmenme enseguida.
-Sí jefa. - dijo Grace cogiendo las llaves de su coche patrulla y lanzándole a Savannah las otras llaves, para que después los cuatro agentes abriesen el primer cajón de la mesa para coger la pistola en una casi perfecta coordinación.
Por lo general, Savannah y Damion solían ir en un mismo coche patrulla, mientras que Grace y Samuel iban en el segundo coche. Grace se colocó el cinturón del asiento del piloto y Samuel se sentó en el asiento del copiloto. Se miraron a los ojos y, con un simple movimiento de cabeza, Grace arrancó el coche dándole vueltas a las llaves y poniendo la primera marcha, para después ir subiendo.
ESTÁS LEYENDO
Pirámide mortal
ActionLa Brigada Criminal de Nueva York es una de las más respetadas en la ciudad, pues tiene el índice más alto de casos resueltos, pero uno nuevo les descolocará. No se sabe el pasado criminal de esta persona, pero su modus operandis es perfecto, o p...