Pirámide mortal

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-Eso tendría lógica. - intervino la mujer de la sex shop.

- ¿Por qué razón? -preguntó la inspectora Walker.

-Porque esa mujer pagó en metálico.

-Como empiece a comprar las cosas en metálico le perdemos el poco rastro que tenemos de ella. - dijo la inspectora Michigan.

- ¡Pero tiene más posibilidades de fastidiarla y de hacer un paso en falso! - exclamó el doctor Monroe, el cual acababa de llegar a comisaría.

-Monroe tiene razón. - dijo la inspectora Walker.

-Sí, parece que se está descuidando. Cada vez tiene menos cuidado, o no se da cuenta o quiere que la encontremos. - dijo Monroe des del otro lado de la línea telefónica.

-Si quisiese que la encontrásemos, ¿no crees que se entregaría ella sola? - preguntó el inspector Miller.

-Para nada. Esto es como jugar al escondite. Quiere que la busquemos, que gastemos nuestras energías, nuestras fuerzas y nuestros recursos en encontrarla y cuando menos lo esperemos, ella misma la fastidiará con algo.

-Pero no podemos permitir que mate a nadie más. - dijo la inspectora Walker a la vez que revisaba las imágenes de los ordenadores.

-Lo sabemos. Por eso debemos trabajar el doble de duro de lo que ya estábamos trabajando. - dijo el doctor Monroe.

- ¡Ahí! - exclamó el inspector Miller señalando la pantalla. - ¡Luego os llamamos chicos! - exclamó dando fin a la llamada telefónica. - Fíjate, va directa a las esposas, como si ya supiese donde están.

-Tienes razón, pero no se le ve la cara en ningún momento. Sabe dónde están las cámaras de seguridad, por eso entra mirando hacia el suelo, para que no se le reconozca.

-Es más inteligente de lo que creemos.

-Si les sirve de ayuda, llevaba un guante con un poco de sangre, imaginé que se habría cortado en la mano y cuando abrió el bolso para sacar el dinero pude ver una billetera de una marca muy cara... Ahora no recuerdo el nombre, pero sé que era costosa... Además, sus tacones son de una diseñadora espectacular. Rose Delouje.

- ¿La diseñadora francesa?

-Exactamente. Nació y se crió en Francia y sus diseños no solo son caros, sino que son los más bonitos que alguien puede tener, sencillos pero impresionantes. Por eso no me sorprendió tanto que cogiese las esposas negras. Llevaba un pintalabios tono caramelo con un tono marrón precioso y pese a que todo lo que llevaba era costoso o de marca, su blusa y sus gafas eran de imitación. - dijo la vendedora de golpe.

- ¿Cómo sabes que eran de imitación? - preguntó el inspector gratamente sorprendido.

-Las gafas de sol son una imitación de las Lush. En vez de poner la marca "Lush" como tal, ponían "Cush". Imagino que no se dio cuenta, y más si iba vestida de esa forma o parecida. Al ver que todas sus pertenencias eran de marca, la gente sabría que tiene dinero y simplemente hacen que pague más de lo que realmente valen las gafas de imitación. Y la blusa, es una imitación de las blusas que hay en el centro comercial. Si se fijan, el cuello de la blusa hay un doblez sobrante. No debería estar ahí y dudo mucho que un original tenga ese error garrafal. Por lo que no sabe tanto de moda como ustedes están pensando ahora mismo. - dijo sin apenas respirar de lo rápido que hablaba. Dejando a los inspectores completamente asombrados.

- ¿Y sabe dónde pudo conseguir las imitaciones? - preguntó la inspectora.

-La imitación de la blusa no tengo ni la menor idea, pero la imitación de las gafas sí. A menos de cinco minutos de aquí hay una especie de mercadillo. Cualquiera que viese las prendas y los accesorios pensaría que son originales, pero debes tener muy buen ojo para darte cuenta de que son imitaciones. Las gafas suelen poner la marca al lateral, en una de las patillas. La marca Lush lo hace con una impresionante tipografía, la marca de imitación Dush, lo hace con una tipología cursiva, la cual cosa es imperdonable en unas gafas de esa calidad y cualidad.