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Tras cenar, Sandro se marchó y Damion subió a cambiarse de ropa y prepararle la ropa del día siguiente a su amiga.

Mientras tanto, Chiara y Grace estaban acostadas en la cama de la pequeña. Michigan le leía un cuento que tenía encima de la mesa pequeña colocada en una esquina de la habitación hasta que se quedó dormida.

Le dio un beso en la frente y se dirigió a la habitación de Damion.

-Te he dejado en la silla una blusa y un pantalón. La ropa es de mi madre así que espero que no te vayan muy grandes. - dijo sonriendo.

Damion le dio un cepillo de dientes nuevo y tras lavarse los dientes y beber agua, se acostaron en la cama y se quedaron dormidos casi al momento.

Quien les despertó fue Chiara, concretamente a las siete y media de la mañana, saltando en la cama.

- ¡Arriba! - exclamó la niña pequeña con toda la energía del mundo. - Tengo que ir al cole papi. Venga papi. Quiero comer papi.

Damion seguía medio dormido y eso hizo que Chiara despertase a Grace.

- ¿Grace? - preguntó la niña moviéndola de derecha a izquierda. - Tengo mucha hambre.

La mencionada se levantó cuidadosamente y se fue al baño con la ropa para vestirse tras darle los buenos días a la pequeña. Por suerte la ropa le iba bien de talla, por lo que con el cinturón que se había colocado el día anterior iba a ser más que suficiente. Se hizo una coleta y cogió en brazos a Chiara.

Bajaron por las escaleras y se dirigieron a la cocina. Grace cogió dos platos hondos pequeños y sirvió un puñado de cereales de colores en cada uno de los platos y sirvió leche de avena.

El timbre de la casa sonó cinco minutos después, cuando casi estaban acabando de desayunar. Grace se precipitó hacia la puerta y la abrió sin tan siquiera mirar quien había apretado el botón del timbre.

- ¿Grace? - preguntó una voz femenina.

-Jess, hola. Pensaba que Damion iba a llevar a Chiara al colegio.

-Sí, en principio iba a ser así, pero pasaba por aquí y he visto que me daba tiempo a llevarla, así que he parado para recogerla.

-Claro, pasa. Está en la cocina, desayunando.

- ¿Y Damion? - preguntó mientras se dirigía a la cocina para ver a su hija.

-Durmiendo, debería despertarse dentro de poco. - dijo esbozando una sonrisa empática.

-Bueno, me alegro mucho de verte Grace. Chiara, coge la mochila y vamos, hoy te llevo yo.

- ¡Vale mami! - exclamó la pequeña.

- ¿No tendrías que vestirte? - preguntó Jessica.

- ¡Sí! Grace, ¿me ayudas?

-Me encantaría, pero voy a ir a despertar a tu padre.

- ¿Mami?

- ¡Por supuesto! ¡Vamos allá renacuaja!

Las dos subieron rápidamente las escaleras mientras Grace recogía los dos platos.

Después de lavarlos, subió las escaleras y se dirigió a la habitación principal.

Damion dormía lateralmente recostado del lado derecho de su cuerpo, en el lado izquierdo de la cama, el lado más cercano a la puerta de salida.

Grace se arrodilló delante de él y le movió suavemente.

-Damion... Jessica está aquí, viene a buscar a Chiara para llevarla al colegio, despierta y ves a saludar a tu hija. - dijo con un tono suave y dulce.

Pirámide mortalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora