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Esperaron en sus respectivas mesas hasta que sus compañeros llegasen para averiguar qué es lo que habían conseguido saber en la vivienda del señor Adams.

Al momento de que se abriesen las puertas del ascensor, Damion se cayó, derramando hasta la última gota de su café con leche caliente encima de su camisa blanca.

- ¡Quema! ¡Quema! - exclamó alarmado.

Toda la comisaría se había girado buscando a quien gritaba. Los inspectores que recién llegaban de su travesía con Adams acudieron corriendo a las mesas donde Damion gritaba efusivamente que se quemaba.

A la inspectora Walker no se le ocurrió otra cosa que no fuese vaciarle una botella de agua fría encima.

- ¡Frío! ¡Frío! - exclamó moviendo su camisa rápidamente evitando así la fricción de esta con su torso.

- ¡Qué exagerado eres Miller! - exclamó la inspectora Walker mientras sus dos compañeros se reían a carcajadas.

- ¿Qué tenéis? - preguntó Damion mirando mal a su compañera.

-Por lo visto Martha tiene el ordenador de la víctima el cual está cifrado. Damion y O'Keller, id a por el ordenador mientras Walker y yo vamos al departamento de criminología forense de Cara. - dijo la inspectora Michigan.

-De acuerdo. Por cierto, según Karston, Jimmy, el dueño del bar y la primera víctima habían discutido por drogas y que en vez de lo que él pedía le daba tiza triturada. - dijo el inspector Miller.

- ¿Tiza? - preguntó el inspector O'Keller.

-Sí, se ve que la tiza en cuanto la metes en tu organismo produce dolor abdominal, estreñimiento, tos, náuseas y vómitos, dificultades respiratorias, fiebre... Algunos síntomas son parecidos a la ingestión de drogas. - informó la inspectora Walker.

- ¿Cómo sabes eso? - preguntó O'Keller atónitamente.

-Tengo una amiga que sabe mucho de estas cosas. - dijo mirando a Grace mientras esbozaba una sonrisa cómplice.

Los inspectores se dirigieron hacia el coche de Damion el cual se encontraba en el aparcamiento de la comisaría.

-Le gustas a Savannah. - dijo Damion de golpe, impactando a su compañero.

-Le gustas a Grace. - dijo O'Keller a la vez que Damion le daba la noticia.

Subieron al coche y se pusieron a charlar sobre sus compañeras. Mientras tanto, las dos inspectoras se dirigían a la sala en la cual trabaja Cara. Al llegar, vieron que estaba feliz, más de lo normal.

- ¿Se puede saber qué te pasa doña felicidad máxima? - preguntó la inspectora Savannah.

-Anoche fue una buena noche y esta mañana ha sido mejor aún. Loreth y yo nos quedamos en mi casa y esta mañana nos hemos daño un baño de agua caliente y espuma.

- ¡Qué fuerte! - exclamaron atónitas y emocionadas las dos inspectoras.

- ¿Más fuerte que el hecho de que le gustes a Miller? - dijo la inspectora Walker.

- ¿Qué dices anda? - preguntó con tono incrédulo y con una risa tonta y tímida.

-Me lo ha dicho en el coche.

-Que no Sav, que no le gusto. - dijo riéndose.

-Bueno pues no te lo creas, pero, ¿por qué sino te diría de estar tanto tiempo contigo?

-Pues porque le gusta el compañerismo y fin.

-Eres un caso perdido, estoy segura de que le has dicho algo a O'Keller relacionado con el amor y las hormonas y la oxitocina y estas cosas. ¿O me equivoco?

Pirámide mortalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora