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Savannah fue detrás del inspector O'Keller hacia el ascensor de la comisaría para después subir en el coche de Savannah y dirigirse al supermercado donde trabajaba ese hombre.

Mientras tanto el inspector Miller y la inspectora Michigan charlaban sobre la noche que habían pasado.

Sorprendentemente, la inspectora parecía despierta tras haberse tomado una taza de café, la cual se había tomado antes de llegar a la comisaría.

Loreth se asomó a la puerta de la sala en la cual se encontraban, pues era una tontería entrar para después salir y volver a la sala de las imágenes.

-Nos han llegado las imágenes de las cámaras de seguridad. - dijo girándose hacia dicha sala. - Bien. -dijo una vez estaban los dos inspectores con ella. La inspectora Michigan se sentó sobre la mesa y el inspector tan solo apoyó sus muslos en el borde de esta. La sala era pequeña, constaba de una especie de altar rectangular que permitía tener el ordenador a un nivel de altura en el cual no podías sentarse o el ordenador te quedaba muy alto, es decir, debes estar de pie sí o sí. Loreth se colocó delante de este altar y colocó las imágenes. En la sala había un proyector bastante grande que permitía que todo lo visualizado des del ordenador pasase a verse directamente en la pantalla. - El bar tiene dos únicas cámaras. La primera da directamente a la barra. Supongo que para asegurar las cantidades metidas en cada jarra y para controlar que nadie robe dinero ya que la caja registradora está ahí. La última cámara da directamente a las mesas de comida, donde la víctima repartía las comandas. Principalmente tortilla, gambas, aros de cebolla y bocadillos.

-De acuerdo, la jornada de Matthew Holt comienza a las nueve de la mañana y acaba a las tres de la tarde, por lo que dura seis horas. ¿Podemos empezar a ver des de ahí? - preguntó el inspector Miller.

-Claro. - dijo Loreth mientras tecleaba diferentes letras del teclado del portátil. - Aquí empieza su jornada el día de su muerte.

Los tres se pasaron tres horas delante de la pantalla intentando buscar anomalías, o buscando alguien que hablase de más con la víctima para poder continuar avanzando en la investigación, pero no parecía que algo quisiese ir a su favor.

-Hemos vuelto. - dijo la inspectora Savannah Walker entrando por la puerta de la sala donde se encontraban sus dos compañeros con una fotografía en sus manos.

- ¿Tenéis algo? - preguntó la inspectora Grace Michigan levantándose de la mesa y colocando sus muslos en la baja mesa al igual que su compañero había hecho anteriormente.

-Carlos Court, hijo de Lurant Court. Sin antecedentes. - dijo la inspectora Walker.

-Loreth, ¿podrías retroceder un par de horas? Prácticamente al inicio de su jornada.

-Claro. - dijo volviendo a teclear rápidamente. - Aquí está.

-Ahí. - dijo señalando a la grabación de la segunda cámara, la que daba a las mesas donde la gente comía. - Es él.

-Es el hijo de Matthew Holt. - soltó de la nada el inspector O'Keller.

-Pero no tiene ninguna amante, y según Lurant, no se conocen. - dijo la inspectora Michigan.

-Eso es porque el señor Holt iba al banco de esperma y vendía el suyo. Quería contribuir de alguna manera a que la humanidad no se extinguiese por completo, y Lurant es una mujer soltera, por lo que fue al banco de esperma con tal de inseminarse artificialmente y así apareció Carlos Court. - dijo esta vez la inspectora Walker.

-Puede que a Carlos no le gustase no saber quién era su padre y luchase por encontrarle. Al ver que Matthew no quería saber nada de él ni del hecho de que fuese su hijo, Carlos se enfadó y lo mató. - dijo la inspectora Grace cruzándose de brazos.

Pirámide mortalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora