British idiot. |L.S|

Underage.

Capítulo 10: "Underage"

{3420 palabras}

—Harry, ¿cuánto falta para navidad?— preguntó Niall, estaba en una de las sillas del comedor, con los pies en la mesa, el rizado pasó a su lado lanzando sus pies fuera de la mesa.

—Dos meses— le dijo.

—Mucho tiempo— Niall alargó la u en mucho.

—¿Te gusta la navidad?

—Demasiado, es hermoso todo y de verdad quiero pasar navidad contigo, ¿sabes?— Niall sonrió.

—¿Qué mierda te pasa? ¿Por qué estás tan feliz?— Harry lo miró raro.

—¿Hay motivos para no estarlo?

—No, pero suenas a un niño pequeño, rayos— rieron.

—Hay que ir al trabajo— dijo Niall subiendo los pies a la mesa de nuevo.

Harry aventó sus pies de nuevo:— Por cierto, Ben me envió un mensaje diciendo que no habrá trabajo de nuevo, que John avisó que no hay trabajo hasta dentro de unos días.

—¿Qué? ¿Más días libres?— el rizado asintió— ¿Por qué no mejor decir que ya cerrará la cafetería?

—Se está tomando un descanso, a veces es necesario— se encogió del hombros.

—Hmn.

—¿A dónde iremos?

—¿Saldremos?— Niall asintió— ¿A dónde?

—Es lo que yo te preguntaba, Ha.

—Pues no tengo idea— se encogió de hombros.

—Bueno, en el vecindario -cuando yo aún no tenía tiempo ni para respirar-, hablaban de un lugar para acampar o esas cosas— contó Niall—. En el bosque, hay piscinas con agua caliente y eso.

—Suena bien— asintió el castaño de acuerdo.

—Voy a buscar mi traje de baño— Niall se puso de pie y fue a su habitación.

Harry también fue a buscar su traje, pusieron bloqueador solar, crema, gafas, comida en sus bolsos y salieron al auto.

—¿Dónde está?— preguntó Niall en cuanto salieron del edificio.

—¿Dónde está qué?

—¡El auto! Obvio que el auto— rodó los ojos.

—En frente del edi... fici...o— el auto no estaba ahí.

—¿Estás seguro de que dejaste el auto aquí?

—¡Claro que no, Niall! ¡Es obvio que no, nunca estoy seguro de nada! ¡Ya lo sabes!— gritó frustrado.

—¿Entonces?

—Hay que buscarlo.

Ambos se pasearon por toda la manzana buscando el auto, pero éste había desaparecido. Después de tres vueltas se volvieron a encontrar, los dos tenían las mejillas rojas por correr.

—¡Anoche llegamos recién! ¡¿Cómo pudiste perderlo?!— exigió Niall.

El portero del edificio salió y se dirigió a los chicos.

—¿Qué se les perdió, chicos?— los miró con los ojos entrecerrados.

—Éste idiota que ve aquí— señaló a Harry— ¡Perdió el auto!