Ross.

2.1K 212 175
                                    

Capítulo 14: "Ross"

{3328 palabras}

El autobús había hecho al menos tres paradas durante todo el viaje, en las que Harry no se bajo ni para ir al baño con miedo a que su transporte se fuera, olvidándolo. La chica a su lado permaneció hablando todo el tiempo, como si a alguien le importara alguna palabra de lo que ella dijera.

El rizado ni siquiera se preocupaba por fingir que la escuchaba, él simplemente la ignoraba pero ni así se callaba.

-Oye, cállate- sugirió Harry.

Pero la chica nunca se calló, al parecer creía que su vida de puta era interesante. Pues no.

-Un segundo- mencionó el rizado, interrumpiendo las babosadas de la chica.

-¿Qué?

-¿Cómo sabes de mi tío?- calculó, con miedo.

-Trabajo en su rancho- sonrió la chica, mostrando un par de dientes quebrados o desgastados, el punto es que estaban incompletos.

-Ay no- chilló el chico.

-Ay sí, podremos seguir hablando incluso cuando nos bajemos- celebró y Harry en serio quería aventarse por la ventanilla.

La mala suerte volvía a su cuerpo, pero se preguntaba si la mala suerte no podía llegar en el cuerpo de un chico caliente -como Louis-, en cambio, llegaba en una rara. Más rara de lo común.

El viaje se terminó cuando el autobús se detuvo junto a la carretera, Harry se bajó, sacó sus maletas con la ayuda de Almendra y las puso en la tierra bajo sus pies. El autobús se fue, continuando su camino.

-Bien, esperemos a que mi tío llegué- dijo Harry, sentándose en una maleta de cilindro.

Unos minutos después la bocina de la Ford negra del tío Jamie les llamó la atención, venía por el camino de la entrada al rancho. Apenas había notado que en lo alto se titulaba como The Styles.

Raro, pensó Harry.

El tío Jamie sonreía cuando se bajó de un salto de la camioneta.

-¡Harry!- saludó- ¡Ven dale un abrazo a tu tío preferido!

El nombrado caminó sonriendo hasta su tío y le dio un abrazo fuerte

-¡Qué bueno verte!

-Lo mismo digo, tío.

-Ya conociste a Almendra, ¿cierto?- Harry asintió con una mueca de desagrado y Jamie se rió.

-Su sobrino es muy guapo, señor- habló la chica.

-Suban a la camioneta- ignoró a la chica y los invitó a irse.

Los tres subieron a la camioneta y emprendieron a la casa.

-Sonia preparó comida para ti, te gustará- habló el tío Jamie.

-No hay comida que no me guste- rió el rizado, luego recordó-; bueno, excepto la de perro.

Tanto Jamie como Almendra lo miraron extrañados.

-Okay- sonrió Jamie al final.

-¿Así de raros son todos los citadinos?- susurró Almendra a Jamie y éste asintió.

Para medio día, Harry ya había saludado a Sonia, la esposa de Jamie y se encontraba sentado en el comedor de la casa, esperando a que la comida estuviese servida.

-¿Y qué hace Almendra aquí?- quiso saber.

-Ella le ayuda a Sonia a limpiar la casa- explicó Jamie.

British idiot. |L.S|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora