Cap 36

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—Hola Izuku tiempo sin vernos, siendo sincera ya pensaba que estabas muerto— sentada en un banco mientras come helado — ¿Quieres? —

— ¿Te sorprenderías si te dijera que me alegra verte? —

—Claro que no, una belleza como yo no se ve todos los días—

Este soltó una risa por el comentario de la chica sentándose al lado de ella —pensé que nos veríamos en un mes—

—He estado ocupada haciendo muchas cosas— habla la peli negra, vestida en algo parecido a una ropa escolar negra con rojo.

—Asesinando personas me imagino—

La chica fingió sorpresa apuntando con la cuchara que usa para comer su helado — ¡Si exacto! ¿Qué comes que adivinas? —

—Te arrestaría en este momento, pero aún no puedo con la número dos del clan de asesinos, aparte necesito tu ayuda—

—Eres alguien muy interesado Izuku, y para el colmo dices que me arrestarás. Aunque no puedo culparte, yo quiero matarte, pero aún espero que llegues al máximo de tu poder tienes un buen potenciar, bueno cambiando de tema ¿Qué necesitas de esta grandiosa chica? Dije que te ayudaría la próxima vez que te viera, no demasiado, pero lo haré—

—Quiero rescatar a dos niños de los Yakuza—

— ¿Yakuza? — Dijo confundida — ¿Por qué secuestrarían a unos niños? ¿Acaso es una trampa para atraparme? No funcionará— dice despreocupada.

—Me gustaría que fuera así para ser sincero, pero es la realidad—

—Oh ya veo— dijo con una voz y mirada seria algo que el pecoso nunca ha visto en ella, ya que siempre parece como si jugara todo el tiempo — ¿Al menos sabes por qué los tienen? —

(¿De verdad se lo tomará en serio?) —Para sus experimentos, uno de ellos los ayudan a crear balas que potencia el quirk, y la otra, balas que quita las particularidades—

— ¿Sabes donde están? —

—No sé si es el lugar correcto, pero es más probable—

—Bien— tirando su helado a la basura —nos vamos ahora, aprovechemos que es de noche—

—Gracias por esto—

—No me agradezca— dándole palmadas en la espalda —algún día estarás en una tumba y será por mi culpa— dijo con una gran sonrisa.

El chico le salió una gota en la cabeza (definitivamente estoy demente, sentí que esas palabras fueron muy amables) luego tomó su celular buscando un número particular, mientras caminaba al lado de la chica.

— ¿A quién llamas? —

—A una persona—

La chica le dio un puñetazo en el hombro con un poco de fuerza — ¡Eso lo sé idiota! — Dijo rodando los ojos —no te ganes tu muerta ahora Izuku—

—Ya, ya, lo siento, oye es injusto que sepas mi nombre y yo el tuyo no—

—No te lo diré—

—Está bien, no insistiré en cosas que no son importantes— luego miró como la chica levantaba su puño de forma de amenaza —solo era una broma, no aguantas nada— encontrando el número empezándolo a llamar.

—Ni dormir me dejas— se queja el chico.

—Hola, Tatsumi, que bueno que te encuentras despiertos—

Cada vez más profundo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora