Cap 39

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El pecoso simplemente sigue ahí acostado en el sofá, por más que quiera no puede sacarse a Darkness de la cabeza, algo lo llena de intriga, pero la chica no le contó se lo guarda para ella misma (¿De qué corres?) Pensó el pecoso ya que eso fue lo único que ella le dijo (¿Aún lo sigues haciendo?) El mismo sabe que es una pérdida de tiempo pensar en eso, tampoco es su estilo preocuparse tanto por otra persona, sin embargo hoy se lo permitió o se lo permitiría, hasta que escuchó una voz que conoce muy bien.

—Hola, Izuku— saluda de forma casual.

—A veces siento que me persigues—

—No lo hago, siempre tomó agua a esta hora, es un mal hábito— dicho eso fue al refrigerador.

Este solo sonríe —llegaste en un buen momento para ser sincero—

— ¿Qué? Hiciste algo mal y quieres que te consuele— dijo como si fuera lo más normal del mundo — ¿Te sientes mal por lo que le dijiste a la clase? —

—No me siento mal por eso, pidieron mi opinión y si las di ¿Crees que me equivoqué? —

—Para nada, estoy totalmente de acuerdo aunque nadie tiene la verdad absoluta tampoco, pero tu visión es más adecuada que la de ellos. Me gustó tanto verte hablar de esa forma, incluso con la clase en contra te mantuviste firme a tu realidad, aún así debiste de ser un poco más suave con ellos, nadie habló durante la clase entera lo dejaste pensativos—

—En serio, ni siquiera lo noté—

—Es que eres muy despreocupado, Izuku... Aunque no cambies, eso me gusta de ti—

—Lo siento por no poder pasar mucho tiempo contigo estos días—

— ¿Es una disculpa sincera? O solo lo dices para sentirme bien—

—Un poco de ambas—

—Tan sincero como siempre— riendo un poco —no importa, yo también he estado ocupada, ser una heroína no es para nada fácil—

—Aún me pregunto ¿Cómo sales ilesas en todas las misiones? —

— ¿Acaso me quieres ver en el hospital? — Preguntó con una voz inocente.

—Olvídalo—

Ella empezó a reír —que tierno es verte así, pareces un niño regañado— dijo para luego abrazar al pecoso por detrás —por cierto, te has portado muy bien cachorro— le dijo en un tono coqueto.

—No me trates como un perro—

—Es que eres mi perro Izuku, me costó domesticarte, pero por fin ya eres cien por ciento fiel a tu ama y eso me pone muy feliz—

—No soy un perro, no estoy domesticado, tampoco eres mi ama—

—No te lo tomes tan literal— le susurró en el oído —solo es una expresión de que eres mío, perrito— dijo en un tono burlón.

—En serio que te encanta molestar—

— ¡Es divertido! — Dijo para luego reír un poco y de un ágil movimiento se sentó en el sofá con las piernas cruzadas —mis ojos están un poco más arriba Izuku—

—Te estoy acosando con la mirada, es divertido—

—Buena venganza lo admito— luego se miraba a ella misma —tengo que admitir que cuando estoy en pijama soy muy hermosa ¿Te gustan mis shorts cortos? Son agradables y cómodos ¿Los quieres probar? —

Cada vez más profundo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora