Cap 67

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—Última advertencia perrito, arrástrate para mí—

Railgun

Kaminari sin titubear uso su técnica especial, sabe que no puede tomarse a la chica a la ligera, ya que también es del internado. Vaya que ese ataque fue brutal, demasiado poderoso muy bestial y devastador.

O eso se suponía que debía ser, el chico abrió sus ojos sorprendió cuando su técnica especial impactó a la chica poco a poco desaparecía, y solo se mostro a Hana con una sonrisa, recostada en la misma pared que ha estado todo este tiempo, con esa sonrisa que solo hace que él se enojé más, no hay ningún daño en área o herida en ella.

—Vaya, tenía mucho que no absorbía tanta energía— la chica miró la palma de su mano, brotaba vapor, sin embargo no tiene ni una herida superficial, pudo absorber todo ese ataque —tenía tiempo que no estaba sobrecargada— todo su cuerpo brillaba por la razón ya mencionada, no lo puede controlar, tiene que liberal energía para volver a la normalidad, sin embargo esto no le afecta físicamente, al contrario esto solo hace que este a su máxima capacidad, pero tiene una contra, y es que no puede absorber más energía hasta que libere la almacenada.

(¿Qué clase de truco es ese? Esa es una de mis mejores técnicas) Se rodeó de electricidad, tiene sus sentidos al máximo y su guardia alta hasta más no poder.

— ¿Miedito? — Pregunta la chica de forma divertida al notar como Kaminari pasó de una actitud arrogante a una totalmente precavida —te la luciste con los niñitos de la U.A, veamos si puedes hacer lo mismo conmigo— sacando algo de su bolsillo —algo de motivación— arrojando fotos cerca del chico, esas fotos son de sus hombres violando a Toga.

Este apretó los dientes de la irá, ve como la Yakuza disfruta cada momento. Su sonrisa solo se ancha cada vez más, su mirada de burla enloquece al chico, todo lo que es Hana Chisaki, Kaminari Denki lo odia.

La batalla está a punto de empezar, la peli azul es ilegible para el joven eléctrico. Su forma confiada de actuar aún sabiendo que se enfrenta a un enemigo de su calibre, mejor dicho superior a ella, dado que vienen del mismo lugar, agobia a Denki, y más con la impresión que ella haya absorbido su técnica. El brillo que brota en cada particular del cuerpo de la Yakuza le molesta un poco la vista, una oscuridad tan agobiante como la que hay está noche, desaparece repentinamente por la particularidad de esta chica mafiosa.

No hay nada que impida que ella brille, o quizá la sed de sangre de Kaminari lo logre, Denki se siente como un león, observando meticulosamente a su presa antes de atacar, no quiere fallos, todo debe de ser perfecto, el sufrimiento que él quiere darle a Hana tiene que ser poético.

Sus miradas se cruzan más de una vez, dos personas del mismo origen que han tomado caminos diferentes, los estudiantes del internado, criados y educados para ser los mejores héroes de esta generación, utilizan irónicamente todos lo que le enseñaron allá para destruir el heroísmo, sin embargo hoy va a ver un miembro menos de los pocos sobrevivientes del internado, porque en esta pelea ninguno de los dos piensa retroceder. Hana por el orgullo y prestigio, Kaminari por la venganza y odio.

Una fuerte ráfaga de aire se liberó, parece una tormenta que se desata con irá a una ciudad, ellos colisionaron sus puños logrando causar tal catástrofe, se dio rápido, todo lo contrario a las gana de Kaminari de matarla, los dos quedaron igualados, ninguno pudo hacer retroceder al otro.

Sin embargo para esta chica que usa el cortejo y las artimañas de forma magistral, es obvio que tiene algo más que su simple intención de dar un puñetazo. Su mal hábito la delató y sonrió antes de hacerlo, Denki aunque no sabía qué iba a pasar, sabía que algo iba a pasar por esa sonrisa, se cubrió con su arena de hierro lo más veloz que pudo, y que bueno que lo hizo, porque lo que Hana hizo...

Cada vez más profundo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora