Sex Tape

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Viajar en autobús le pareció divertido únicamente en las tres primeras fechas del tour. La carretera se consumía en extensas bocanadas de aburrimiento, sin mencionar el reducido espacio de las literas. Prefería mil veces un vuelo de clase regular para dormir luego en una cómoda cama de hotel que sentir que se asfixiaba en las noches en esos búnkers que atentaban contra la tranquilidad de cualquier claustrofóbico. Cansada de navegar en su feed de Twitter y soltar una ligera bomba con su #Camrenfeels, Dinah fue en busca de otro entretenimiento. Caminó por el estrecho pasillo hasta llegar a la cocina donde Ally devoraba un plato de waffles. Esa enana podía comer sólo ese postre por el resto de su vida sin dejar de ser la persona más feliz del mundo. Iba a prepararse algún aperitivo nocturno, sin embargo, fue detenida por el chillido de Camila que parecía fuera de sí. Cruzó la puerta que la separaba de la cubana para encontrarla bajo el cuerpo de Lauren, quien le hacía cosquillas sin darle tiempo a respirar. Les sacó una foto antes de interrumpirlas.

- Mis tweets son mágicos. - Se llevó una mano a la frente mientras fingía un llanto emotivo.

- ¿Qué hiciste esta vez, Dinah Jane? - La ojiverde la fulminó con su intimidante mirada, sabía que la rubia adoraba revolver el avispero del fandom Camren. Fandom que ella misma había creado unos dos años atrás cuando no se sentía atraída por su amiga.

- Iniciar un discreto trending. - Se acercó a ambas con una sonrisa socarrona. - Deberían desactivar las notificaciones, puede que un par de adolescentes hormonales las etiqueten en sus teorías.

- Voy a matarte. - Agradeció que Camila fuese un ser que abogaba por la paz, de no ser así, ya hubiese tenido a Lauren degollándola o incluso peor, dejando un moretón en su perfecto rostro. - Vamos, Camz, déjame darle su merecido por entrometida.

- Los fans siempre nos van a relacionar, Lern, con ayuda de Cheechee o sin ella. - Intentó calmarla con un beso en la mejilla.

- Tuviste suerte esta vez, para la próxima no te escapas. - La amenazó más tranquila, los dedos de la menor acariciando su antebrazo la apaciguaban de una forma inusual.

- Gobernada. - Murmuró la polinesia para sí misma. - ¿Puedes prestarme tu laptop, Chancho? Mani tiene la mía y sabes que es mejor no interrumpirla cuando está viendo The Vampire Diaries.

- Está en mi cama. - Dijo Lauren mientras jugueteaba con los dedos de Camila.

- Bueno, ya que Lauser habló por ti, la voy a usar. - Se encogió de hombros antes de despedirse de las dos. - Ah, por cierto, Camren es real.

- Vete a la mierda, Dinah. - La morena le enseñó el dedo medio, a lo que respondió con una fuerte carcajada.

- No tiene por qué ocultarlo de la capitana. - Les guiñó un ojo y retornó al lugar del bus donde se encontraban sus camas.

Detrás de la litera encontró las sábanas deshechas, un par de envoltorios de Snickers, la edición de "Matar a un Ruiseñor" que Lauren le había prestado a la latina el día que todas escucharon ruidos extraños provenientes de ese búnker en específico y que, sin saber cómo, Camila pudo leer al revés. La pared de madera estaba adornada con múltiples polaroids que sacaba la cubano-americana a todos los miembros de la banda cuando estaban distraídas. Rio en voz baja con la foto de ella durmiendo en una posición nada cómoda sobre un sofá y con un hilo de saliva en la comisura de su boca. No era que a Dinah le gustara cotillear, sin embargo, otras fotos ocultas debajo de la almohada llamaron su atención. Eran instantáneas de Camila durmiendo, Camila comiendo un sándwich, Camila abrazada a Lauren, Lauren dibujando, Lauren escuchando música, las Camren besándose. Wow. Toda una colección de la relación no tan secreta que compartían sus amigas. Sonrió feliz por ellas, sólo esperaba que algún día su mánager y la industria las dejaran ser libres. Tomó el ordenador antes de seguir hurgando en las cosas personales de Lauren o sabía que sufría altas probabilidades de morir a manos de ella.
Se acomodó en el colchón y se colocó los audífonos para buscar una película medianamente buena que la sacara de su aburrimiento. La pantalla se encendió, pero ya tenía un video pausado. Le dio al play esperando que la petisa hubiese dejado algo en lo que perder el tiempo, sin embargo, el rostro de Camila se enfocó en primera plana.

More Than That (Camren One Shots)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora