La mejor amiga de mi hermano era el ser más detestable del mundo. Bueno, yo era la única persona que así lo consideraba, pero todo era porque ella tenía esta fachada de niña educada delante del resto. Sin embargo, algo en mí decía que aquello era pura actuación, así que no necesité más de cinco minutos a su lado para saber que no iba a tolerarla más de lo necesario. Esa era la principal razón por la cuál me encerraba en mi habitación cada vez que visitaba a Chris, o colocaba mis cascos si se sentaba a almorzar con nosotros en las mesas de la cafetería escolar. Todos en mi familia la adoraban, especialmente Taylor y Christopher. Veían a la latina como la criatura más pura e inocente. Sí, claro, porque ellos no tuvieron la desgracia de presenciar cómo el estúpido de Austin Mahone metía su lengua hasta la garganta de Camila, ni cómo el idiota de Shawn Mendes acariciaba sus cremosos muslos por debajo de las bancas mientras el profesor de Historia daba una disertación sobre la Guerra Civil.
En resumen: detestaba a Camila Cabello y todo lo que tuviese que ver con ella. El problema es que no podía evitarla tanto como quisiera, pues estaba la mitad del día compartiendo las mismas clases que yo y el resto de mi horario libre, tenía que verla merodeando por mi casa con esas faldas de colegiala que se ceñían a su cintura, sólo para mostrar más de lo necesario por obra de su monumental trasero.
Sí, podría aborrecerla, pero la tonta se cargaba un cuerpazo de infarto. Y hablando de infartos, creo que estoy a punto de sufrir uno. Hoy se suponía que iba a utilizar la piscina para relajarme luego de un semestre cargado de estrés, sin embargo, ella había decidio apropiarse de una de las tumbonas a la orilla de la alberca para broncear su piel. Tragué saliva por un segundo antes de quedar en un sencillo traje de baño de dos piezas. Me lancé al agua para ignorar el calor repentino que me había provocado la imagen de aquellas curvas. Estuve nadando un rato hasta que llegué al borde para tomar un descanso, no obstante, contuve la respiración al observar sus piernas ligeramente separadas que me daban una visión perfecta de su entrepierna completamente depilada. La parte inferior de su biquini era tan pequeña que dejaba muy poco a la imaginación, y la mía era extremadamente creativa. Me encontré a mí misma sumergiendo mi cara entre aquel apetitoso manjar. Negué con rabia al imaginar aquello, no debía olvidar que la diosa latina era la persona que más odiaba.
Antes de poder apartar mi atención de su cuerpo, ella quitó sus lentes de Sol para clavar sus pozos marrones en los míos. Me dedicó una sonrisa ladeada mientras movía sus caderas en un vaivén agonizante para mi salud mental. Se sentó en el borde de la piscina, con sus pies a penas tocando la superficie líquida. Nos observamos la una a la otra en un tenso silencio que se vio arruinado por su irritante voz.
- Te gusta lo que ves, Jauregui. - Ni siquiera había sido una pregunta, había dado por sentado que me la estaba comiendo con la mirada.
- Bájale tres rayitas a tu ego, Cabello. Las hay mejores. - Me encogí de hombros para restarle importancia, aunque sí era cierto que la humedad en mis bragas no era obra unilateral del agua.
- No creo que las otras sean capaces de eliminar tu máscara de niña gótica. - El Sol brilló contra su cremosa piel mientras se inclinaba hacia mí, sin dejar su posición en la orilla. - Estoy segura de que puedo hacerte perder la razón con sólo un beso.
- Te tienes demasiada confianza, princesita. - La piqué con una sonrisa burlona, sin embargo, me entretenía aquel peligroso juego que estábamos iniciando. - Siento no compartir la misma opinión. Quizás a tu virginal trasero le baste con un corto magreo, pero yo necesito mucho más.- ¿Por qué asumes que soy virgen? - Se molestó por mi suposición, bien sabía yo que aquella chiquilla había tenido más de una aventura nocturna.
- ¿No lo eres? - Me sumergí un poco para impulsarme hacia el borde de la piscina y quedar entre sus piernas.
- No. - Murmuró un tanto impactada por mi cercanía. Desde aquí podía oler su esencia dulzona, una mezcla entre vainilla y chocolate que me dejó embobada. - Vas a mojarme, Jauregui.
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More Than That (Camren One Shots)
FanfictionUn poco de g!p, un poco de sadomasoquismo, un poco de tríos... Vamos, un poco de todo. Sólo entra a leer y que Allysus te bendiga.