Stockholm II

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Para Mine_is_Lolo por recordarme la canción que me inspiró a escribir esta locura💛

No podía calcular con exactitud cuántos días había estado encerrada en aquella habitación. La escasa luz que se colaba por la puerta provenía de una bombilla, y cada vez que ella entraba a dejarme comida se robaba toda mi atención. ¿Quién era esa misteriosa chica? ¿Estarían mis padres desesperados por conocer mi paradero? ¿Me extrañarían mis amigos en la escuela? Tantas preguntas para ninguna respuesta.

La silueta de la chica irrumpió en la oscuridad del lugar. Su actitud maniática del primer encuentro cambió drásticamente. Ya no me hablaba, se limitaba a desatar mis manos para que puediera alimentarme. Yo tampoco ansiaba hablar con ella. ¿A quién quería mentirle? Moría por saber de dónde me conocía o cómo eran sus facciones. Hoy, en un ataque de valentía, tomé su antebrazo antes de que pudiese separarse de mí.

- Espera. - Le pedí con voz queda para que no se asustara por mi abrupto gesto. - ¿Puedo pedirte algo?

- ¿Ya vas a ceder? ¿Tan rápido, Camilita? Esperaba más de ti. - Se mofó mientras colocaba un mechón de cabello tras mi oreja.

- Idiota. - Mascullí e inmediatamente me arrepentí. Debía tener presente que aquella mujer era mi secuestradora, incluso si no parecía ser mucho mayor que yo.

- ¿Cómo me has llamado? - De un tirón me colocó de pie, sólo para que su rostro cubierto por la máscara negra se posicionara a unos centímetros del mío.

- Perdón. - Bajé la mirada al amarre en mis piernas, la intensidad de sus ojos me perturbaba.

- Necesitas un baño. - Se limitó a comentar mientras me daba un pequeño empujón hacia la salida de la habitación.

Subimos unas escaleras poco alumbradas para encontrarme con un lujoso penthouse enclavado en el centro de la ciudad. No pude descifrar la ubicación con exactitud, pero estábamos en una de las zonas más caras de Miami.

- ¿En serio me estás ocultando aquí? - Reproché con ironía.

- ¿Preferías una cabaña llena de ratas? - Respondió en el mismo tono. - La policía seguramente saldría a buscarte en los arrabales, prefiero no levantar sospechas.

Dejé pasar la conversación para devolver mi atención al cuarto de baño en el que acababa de encerrarnos. Una ducha con corredera de cristal, el lavabo de mármol y, si mi instinto millonario no fallaba, el grifo ostentaba de pequeñas incrustaciones de oro. ¿En serio era rica? Listo, mi teoría de que aquella mujer estaba loca acababa de reafirmarse nuevamente. Me desató en silencio mientras yo observaba el lujo reinante entre esas cuatro paredes. Mi cerebro comenzó a trabajar en posibles vías de escape, sin embargo, mi subconsciente gritaba porque hiciera todo lo contrario. ¿En serio quería quedarme ahí con la maniática de ojos verdes?

- Tienes diez minutos para ducharte. - Rompió mi debacle interna. Recostó su espalda a la puerta sin dejar de escrutarme bajo su barrera protectora.

- Te propongo algo. - Me balanceé sobre mis talones, con las manos tras mi espalda. Mi postura de niña buena había funcionado con tantas personas que dudaba fallar esta vez.

- No estás en condiciones de pedir mucho, pero te escucho. - Caminé hacia ella lánguidamente, con la falda ondeando sobre mis piernas bronceadas.

- Voy a seducirte y, si me tocas, deberás quitarte la máscara. - Mordí mi labio inferior para desconcentrarla un poco.

- No. - Se mostró impasible, así que empecé a juguetear con los botones de mi camisa.

- ¿Segura? - Me apoyé en la encimera de mármol blanco para bajar mis bragas. Aún cubierta por la parte inferior de mi uniforme, llevé una mano a mi intimidad.

More Than That (Camren One Shots)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora