Aquella mañana me pareció confusa e inclusive agotadora.
Me pasé la mayor parte del día pensando en la propuesta de Diego y las posibilidades que hay de lograr enterarme de si es que son ciertas sus suposiciones.
Debería dejar el tema de lado, pero ya el bichito de la curiosidad me había picado, y el día anterior pelée con cinco porque no quería que me enterará de algo ¿será la misión especial? ¿Que haría cinco con papá? Por un momento llegue a pensar que las ideas de mí tan odioso hermano eran posibles, pero no tendría sentido, no teniendo en cuenta que la prioridad en los planes de cinco es viajar en el tiempo.
No puedo encontrar las piezas para armar el rompecabezas imaginario que he creado, los engranajes no encajan en lo absoluto. ¿Y si cinco quiere viajar en el tiempo para dejar la supuesta misión especial? ¿De que trataría? ¿Que podría ser tan malo para ser secreto? ¿Por qué cinco estaría implicado en ello?
El miedo de qué sea real lo que dijo Diego me invadió por completo, para ser sincera esperó sea una simple suposición. No quiero tener que descubrir que jamás tube la confianza de cinco.
Me encontré a mi misma apuntó de abrir la puerta de mi habitación para ir con él.
Lo habría hecho de no ser porque una voz me detuvo;
──Hola...
Me paralice al escucharlo.
──¿Tú? ─solte como pude.
──Lo siento, te traje donas como disculpa. ─sonrió.
──No me interesan tus donas
Me sorprendí a mi misma al darme cuenta de lo seca que fuí con él, término de entrar por mi ventana que por cierto estaba abierta y no necesitó forcejear para nada. Entró con una caja de lo que parecían donas y un pequeñito oso de peluche, demasiado tierno diría yo.
──He venido a ofrecer mis más sinceras disculpas, te lo debo. ─se acercó y extendió el peluche y la caja─. Por favor, fuí horrible contigo ayer, pero no pude contener mi emoción.
──Tu y yo no somos amigos.
Su expresión demostró lo confundido que estaba, ya no tenía el tono divertido ni aquella seguridad que noté en los dos encuentros que tuvimos, desgraciadamente.
──¿Como...? ─preguntó confundido.
──Bueno, vienés a mi casa y entras por mi ventana, hablando como si me conocieras hace años y fuéramos los mejores amigos del mundo.
Me crucé de brazos mirándole con desconfianza. No pareció inmutable por lo que le dije con claramente todo mi aborrecimiento hacia su persona por lo que me hizo, no dijo nada solo se limitó a bajar la mirada por unos segundos y suspirar pesadamente. El silencio incómodo se apoderó de nosotros totalmente, trato de hablar muchas veces, pero no con seguía decir una sola palabra y cuando crei que nos hibamos a sumergir en el inmenso silencio pasó lo contrario, la voz de número cinco nos alarmó a ambos.
──¡Ocho abre! ¡Deje mi saco en tu habitación!
Carajo...
Escuche como golpeaba la puerta maldiciendo vagamente, miré a Andy quién pareció confundido nuevamente, pero yo entré en pánico, si lo veía le volvería a golpear y mirando su rostro ya no se como quedaría peor de lo que estaba; mierda, mierda y más mierda... ¿Que hago? ¿Lo sacó? ¿Lo escondo? Camine de un lado a otro por la habitación tomando mi cabeza con mi manos en gesto de frustración, Andy por su parte ya parecía divertido por la situación en que estábamos. ¿¡Acaso será estúpido!?

ESTÁS LEYENDO
Traveling through love ||Five Hargreeves #1
أدب الهواة¿Alguna vez, te enamoraste? ¿Te has enamorado? Su expresión cambió radicalmente al término de mis preguntas, se quedó estático, y desvío la mirada. Tras la repentina idea del viaje en el tiempo, me he acercado a número Cinco, la curiosidad me invad...