Traveling through love ||Five Hargreeves #1

Extra (1)

Capítulo diez, las disculpas de número ocho...

Cinco hargreeves;

Tenía insomnio, no podía dormir ni un poco, ni siquiera sabía que horas eran y no tenía planeado ver la hora porque solo perdería mi tiempo, los segundos pasaban entre la oscuridad y el sonido de las manecillas del reloj que me molestaban.

Las palabras, no, esa palabra no dejaba de escucharse en mi cabeza, me mantenía despierto por una respuesta, una que solo quería escuchar... Pero ¿en verdad me odiaba? Quería creer que solo las dijo por su enfadó y nada más, ¿cierto? ¿Ella me odiaba?

Quería ir y decirle de frente, no, yo quería exigirle que me dijera si era verdad lo que había dicho. Porque había sido tan real, tan secó, tan... Despreciable. Y no quería su odió, nunca lo quize, pero ¿por qué me importaba tanto? Quiero respuestas que no tengo, intento pero no tengo y eso me hace perder la cordura, amo tener el control y ella simplemente me envuelve en un mundo en el que si quiere me dejá tener el control, pero luego solo parece un juego...

Me parecía molestó, pero la necesitaba y mucho, ella me ayudaba demasiado sin embargo me estaba torturando lentamente como a un idiota.

Parecía que no tendría respuesta hasta que sentí pasos, inmediatamente me hice el dormido, hubieron golpes a mi puerta, pero no respondí nada, de pronto la puerta se abrió sin importar que yo estuviera "durmiendo" y solo lo pensé, era ella, ocho. Solo ella entraba en mi habitación como se le daba la gana.. Lo peor es que se lo permitía a la muy desgraciada.

La sentí hablarme, moverme, pero no me "desperté" en ningún momento o eso quize hasta que me sacudió fuertemente, maldición que insistente, me hice el medio dormido. Entonces comenzó a pedir disculpas, a explicarlo.. Y me abrazo...

¿Que debía hacer? ¿Abrazarla también? ¿Seria raro?

Me quedé estático mientras ella me abrazaba, sentí su decepción. Luego la sentí triste, ¿como la consuelo?

En un momento todo fue diferente, hablamos normal, reímos, hasta que lo preguntó...

──¿Alguna vez, te enamoraste? ¿Te has enamorado? ─me quede en shock, no lo esperaba─. Quisiera saber...

No sabía que responder, no sabía como, su pregunta me tomó por sorpresa e hiba a responderla, pero hablé trás el silencio incómodo que se había formado.

──Yo no, no lo sé. ─susurre en un hilo de voz, frotando mi cabello en modo de frustración.

Me dificultó pensar con claridad, por alguna razón ocho tenía ese efecto en mí. Cosa que trataba de disimular. Algo dentro de mí me hizó sentir una puntada cuando escuche de su boca salir;

──Tengo miedo porque me enamoré. ─rió nerviosa─. Siempre quise una vida normal y creó que enamorarse es parte de ello, pero me aterroriza.

La entendía, el amor aterroriza... Yo me sentí así y ahora ella se sentía así.. Sentí un nudo en la garganta, ¿de quien estaba enamorada? Según yo ella no hablaba con nadie fuera de la Academia y muchas opciones no habían, además todos son sus hermanos... En cambió yo. Me había sentido así, aterrado una vez por una persona que solo me manipuló y se lo permití.. Si hubiera sido capaz de hablar con alguién no estaría pasando todo ésto. No habría metido a Luther en está situación y Mara, ella no habría sido parte de mi vida nunca.

No se en que momento pasó que ocho estaba recostada juntó a mi, me abrazaba y acariciaba mi cabello con delicadeza, me sentí nervioso y en otras circunstancias me habría levantado enseguida, pero me gustaba ésto. Poco a poco comencé a cerrar los ojos, por fin hiba a dormirme, pero ocho dejó de hacerlo sin avisar. Me incorporé un poco para verla, estaba dormida sobre las mantas y sus mejillas sonrojadas junto a unas ojeras.

Me debatía conmigo mismo en una lucha interna de si llevarla a su cuarto o no.

Con delicadeza la tape con las mantas y la cogí por la cintura para dejarla más al medio y que no cayera. Todo hiba bién según yo, pero cuando la hiba a soltar me abrazó por la cintura también y posó su pierna sobre la mía, enganchando nuestras piernas. Dios no pude sacarla.

Y así pasó...

Poco a poco fui durmiendo.

Tal vez era por la comodidad que sentía o por ocho, pero me fue fácil dormir juntó a ella.

Y mi corazón se aceleró.. En esos instantes. Debía ignorar lo que sentía, lo que ella me hacía sentir porque me iría y no me perdonaría dañar la.