Traveling through love ||Five Hargreeves #1

23

Y ahí estábamos una vez más. En su habitación mirando libros o bueno al menos yo. El solo intentaba hacer saltos más largos. Después de un rato se sentó cansado en la cama. Estaba distante de hace unos días, desde que vió a Andy salir de mi habitación. Y para que hablar de Klaus que se entromete en todo y sospecha de que tenemos algo...

Sinceramente espero que no lo descubra, me gusta tener un romance secreto.

En cuanto a Diego y su plan a descubierto que en la bodega hay una chica o es lo que logró ver. Sus teorías son que es la chica Sara Dals y la buscan para que papá se asegure de que no hablé.

Sonreí levemente mientras veía a cinco beber agua.

──¿Que?

Dejó la botella en la mesita de noche y entorno los ojos.

──Nada.

──Como digas. Luego saldré.

Hice un mohin en cuanto término de decirlo. Me acerqué a el y dejé mi cabeza en su hombro.

──¿No puedo ir contigo? ─dije inocentemente.

Pero no contestó. Su cuerpo se tensó totalmente, me incorpore en la cama y le observe con curiosidad.

──Cinco...

──Tomare una ducha.

──¿A las dos de la mañana?

──Que te importa. ─hablo entre dientes.

──Sabes que, ¡jodete! ─escupí molesta─. No es mi culpa que estes sensible, no te desquites conmigo.

──¿Sensible? Dile eso al estúpido que te acosa y luego metes en tu cuarto como si nada.

Me impacto su respuesta, lo dijo verdaderamente enojado y comprendí absolutamente todo su cambio de humor. Mi querido cinco estaba celoso del patán de Andy. Debía ser una estúpida broma porque cinco es todo lo que siempre he querido y ese chico no le llega ni a los talones, ¿que le hicieron a mi maldito egocéntrico?

──Oh.. Pues lamento no haberte dicho que ese pervertido entraría por mi ventana sin que yo lo supiera.

Reí suavemente y lo agarré del mentón.

──Eres tan lindo.

Y lo besé en la comisura de los labios. Finalmente me levanté para ir a mi cuarto y dejarlo ducharse.

──Debo ir con el maravilloso Andy... ¡Te dejó, cariño!

Apretó la mandíbula y entre cerro los ojos, fulminante. hiba a salir de la habitación y si lo haría, pero mi querido cinco parecía muy cabreado y hay que recordar que me encanta molestarlo hasta acabar con su paciencia. Sonreí divertida al caminar lentamente y tumbarme junto a el. Comencé haciendo cosquillas que lo hacían estremecer, reía a carcajadas. Y estuvimos así por un tiempo, pero... Luego de una ágil manera el me hacia cosquillas a mí y yo reía sin parar.

Me encantaba pasar el tiempo con él y más cuando nos divertiamos así.

Jugué con su cabello mientras él se acomodaba en la cama y descansaba sus ojos. No pude evitar sonrojarme al verle relajado cerca de mí. Me sentía nerviosa y ya llevábamos días con estas muestras de afecto ¿por qué no me acostumbró?

Exhalo. Lo observe como si fuera la cosa más interesante en él mundo. Claro que lo era, obviamente no una cosa, pero si un chico realmente interesante.

──Cinco...

──Mmm.. ¿Si? ─pronuncio con peresa.

──¿Por qué te gustó?