Acompañé a Will a su casa después de ir al parque. Los chicos no fueron porque Dustin dijo que tenía toque de queda y Lucas nos puso como excusa que le había salido una reunión familiar de improvisto.
Eran aproximadamente las siete cuando entramos a su casa. Su mamá me invitó a cenar. La señora Byers es todo un amor de persona.
Me regaló una taza de chocolate caliente, muy caliente.
Nos sentamos en la mesa nosotros cuatro: Jonathan, la señora Byers, Will y yo.
Nos mantuvimos en ese lugar hablando de nuestros más enterrados recuerdos, como cuando Will se llenó de plastilina el cabello, o como cuando nos embarramos la cara de chocolate derretido en el verano de 1977.
Reímos sin parar hasta que nos terminamos las tazas de chocolate (lo cual nos costó bastante trabajo).
Jonathan aún tenía la cara roja, y aunque sus esfuerzos por ocultarlo eran fuertes, se notaba que por dentro aún estaba carcajeando.
Recogí los trastes de la mesa.
—Perdón, chicos, no es que quiera dejarlos solos, pero hoy fue un largo día de trabajo y la verdad tengo mucho sueño— dijo la señora Byers para después bostezar y levantarse de su asiento.
—Buenas noches, ma— contestó Jonathan también levantándose —. Bueno, yo también tengo sueño. Mike, si quieres quédate a dormir, sólo no olvides llamarle a tu mamá, ¿sí?
Asentí con la cabeza en señal de respuesta. Amo cómo Jonathan toma el papel de la figura paterna de Will y a veces pareciera que tiene más autoridad que Joyce.
La verdad... no tenía sueño, pero me preocupaba que Will sí.
—¿Quieres que me vaya para que duermas?— le pregunté.
—¿Por qué preguntas eso?— Will, a veces me da miedo sentir que soy un estorbo para ti aún cuando me dices que no lo soy — Es obvio que no. Si pudiera hacer que vivieras conmigo... sinceramente lo haría.
Sentí mis mejillas arder debido a que me sonrojé por su comentario. Desvié la mirada para que no lo notara.
Se sentó en el sillón y golpeó la zona a su izquierda, indicándome que me sentara junto a él. Así lo hice.
Pasamos los canales con el volumen casi hasta abajo para no interrumpir los sueños de Jonathan y la señora Byers.
Pasamos por varios antes de toparnos con algo bueno. Aproximadamente a las 8 de la noche nos encontramos con que iba iniciando Vaselina en la televisión. Olivia Newton John se veía, se ve, y se seguirá viendo hermosa en esa película.
Fue algo extraño para mí ver que Will se supiera hasta el más mínimo detalle de los diálogos. Incluso limitaba los gestos y cambiaba el tono de voz.
Me gusta esa película, pero... No a ese nivel.
Lo que sí hice fue cantar las canciones, o al menos gesticular, porque si realmente las hubiera cantado, además de dejarlos sordos, iban a enterarse de mi nula habilidad de canto.
Llegó la escena de Hopelessly devoted to you. Y como era de esperarse, se sintió extraño tener a la persona a la que se la dedicaría justo al lado de mí y no poder siquiera mirarlo a los ojos porque sabía que se me iba a formar un nudo en la garganta.
Mi cabeza dice: "Tonto, olvídalo".
Mi corazón está diciendo, "No lo dejes ir.Agárrate hasta el final, eso es lo que pretendo hacer.
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Mi libro favorito- Byler [EN EDICIÓN]
FanfictionUn día, Mike y Will , dos amigos de la infancia comienzan a leer un libro juntos. Les encantaba ponerse a leer todas las tardes, pero ambos comienzan a dudar sobre decirse mutuamente lo que sienten cuando se enteran de que el libro habla sobre una h...