Soulmate| jjk. ✓

𝚘𝚗𝚌𝚎

La sangre de Valery se congeló, y por unos instantes creyó que su mejor amigo le estaba tirando una clara indirecta de que sabía lo que pasaba entre ella y el licántropo, pero cuando lo miró se dió cuenta que el pelinegro estaba en su mundo de dudas y no tenía ni la más mínima idea de lo que le pasaba a su mejor amiga. Lamió sus labios y decidió actuar como lo haría normalmente, sin levantar sospechas. Nadie, absolutamente nadie, debía saber lo que sucedía, y era horrible mantenerlo en secreto, más cuando JungKook no se merecía algo así, pero no podían ir contándolo sin correr el riesgo de que algo suceda.

No sabía qué podía pasar si alguien se enteraba lo que la madre luna había decidido para ella. Ciertamente no era su culpa ni de JungKook, porque no se escoge tu alma gemela, pero seguramente les echarían la culpa, como si hubiera sido intencional. Es más, si hubiese podido elegir ella, seguramente su elección sería alguien que ya esté muerto o que nunca conozca. Sonaba muy feo, lo sabía, pero ella no había nacido para ser amada, mucho menos para amar a otra persona, algo dentro suyo le decía que no merecía tener a alguien a su lado porque ella no sabría cómo cuidarlo, y no precisamente refiriéndose a que podía serle infiel, Valery sabía que ella jamás podría hacer algo así, pero cuidar a una pareja, una relación en sí, implicaba mucho más que serle fiel. Ella tenía un carácter muy de mierda, lo admitía, y no quería perder a alguien por ese motivo, o aún peor, que la otra persona, JungKook en este caso, se quede a su lado por la obligación de la madre luna, y porque si se iba moriría. Sería estar viviendo un infierno en vida.

Pero fuera de eso, sí le generaba un poco de molestia saber que (si todo salía bien entre JungKook y ella) por obvias razones, en algún momento uno conocería la familia del otro, y saber que no podían hacerlo porque los vampiros matarían a los licántropos y viceversa, le molestaba. Prácticamente no podría vivir su vida con JungKook. Estaban condenados a ser el eterno secreto del otro, como si estuvieran cometiendo un delito, cuando solo estaban viviendo su relación y queriéndose porque la madre luna lo eligió así.

Suenas como toda una enamorada.— se dijo a si misma en su mente.

— Es imposible eso, JiMin.— aseguró ella, mintiéndole pero soñando lo suficientemente convincente como para que su mejor amigo no haga preguntas.—No digas idioteces.

—Que no creas en las almas gemelas no te hace ser una ignorante respecto al tema.—contestó al instante mirándola.—Sabes bien que eso puede pasar, Valery.

—Ya lo sé, pero no ha pasado jamás.— dijo la pelinegra, sabiendo que sí había pasado, pero quería negarse a terminar así.

—Estás extraña.— le dijo su mejor amigo para después suspirar.—Entiendo que no te gusta hablar del tema, pero tarde o temprano llegará tu alma gemela.

—Espero que sea cuando ya esté muerta.—bromeó y JiMin rodó los ojos.

—Tómatelo en serio por un momento.—pidió cansado de las bromas de ella. De verdad el tema de las almas gemelas era algo que le preocupaba a JiMin, no quería llegar a casa y darle a su madre la noticia de que su destinado o destinada era un licántropo, no quería decepcionarla.—Si mi alma gemela fuera uno de esos sabuesos, ¿Me aceptarías igual?

—La pregunta ofende, Park.—puso los ojos en blanco por unos segundos.—Obvio que te aceptaría, lo importante es que te haga feliz.—habló y frunció la nariz al notar el tono tan meloso que usó, pero rápidamente eso pasó a un segundo plano cuando se percató de que tenía la situación justa para la pregunta que venía días dando vueltas en su cabeza.—¿Y tú? ¿Me aceptarías?

—Creo que será difícil hacerlo.—confesó con toda la sinceridad posible y la pelinegra comenzó a morderse los costados de las uñas de sus manos con nervios. Si JiMin no lo aceptaba, ¿Qué esperaba de NamJoon?—Pero a fin de cuentas lo o la aceptaría, no es algo que tú hayas escogido.