𝚚𝚞𝚒𝚗𝚌𝚎

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JungKook entró a su casa con una estúpida sonrisa en sus labios, soltó un suspiro cuando apoyó la espalda en la puerta de entrada mientras cerraba los ojos y recordaba el momento con Valery. Ambos sabían que si querían podían seguir, pero ella fue la que dió un pare a lo que estaban haciendo, y él lo respetó. Además de que estaban muy expuestos, por más que no se encontraban cerca de donde podían circular vampiros o licántropos, debían ser cuidadosos de igual manera. Por más caliente que Jeon estaba, no iba a tener su primera vez con ella en el medio del frío bosque, primero porque se iban a congelar, y segundo porque ella se merecía un buen lugar en el cual tuvieran su primer encuentro sexual. Quizás ya el tercero o el cuarto...no, joder, ni siquiera podían saber que se conocían, sería aún si alguien los encuentra teniendo sexo.

Se sentía estúpido por no haberle besado los labios, pero a la vez se sentía victorioso por meter la mano debajo de la gran falda del vestido para sujetarle la pierna y llevarla a su cadera, dejando que ella sea aún más conciente de lo levantado que estaba el miembro de JungKook ante sus acciones. Valery tenía la piel tan suave y cálida que el licántropo se perdió en esas sensaciones, junto a los mojados besos que ella le dejaba en el cuello y él solo levantaba más la cabeza para que tenga más espacio y haga lo que quiera con él.

Definitivamente estaba perdido por ella.

⎯ ¡JungKook!⎯ escuchó y salió de su sueño que estaba teniendo despierto, los recuerdos con Valery pasaban como una película frente a sus ojos. Rieka frunció el ceño mirando con confusión a su hermano.⎯ ¿Qué te pasa, idiota?

⎯ Déjame en paz, ¿Quieres?⎯ le respondió sin sonar agresivo. Estaba muy feliz como para enojarse con alguien, incluso le contestó con una boba sonrisa en sus labios.

⎯ Hueles a perfume costoso de mujer.⎯ fue lo último que escuchó de su hermana para después ir a la cocina en busca de algo de comida. Pasar toda la tarde con Valery lo había dejado hambriento - con hambre de otra cosa en sí, pero por el momento quería comida - así que ahora buscaba algo para llenar su estómago.

Mientras preparaba su leche con chocolate pensaba en cómo hubiera seguido el momento, si hubieran ido a esa vieja cabaña y la hubiera hecho suya contra alguna de esas paredes. Porque a decir verdad, para JungKook no era necesario tener una cama si había ganas por ambas partes, pero primordialmente quería que ella se sienta cómoda, así que solo por eso retuvo su impulso. No quería darle una mala primera impresión de que no le importaba la seguridad de ella, una cosa era poder adaptarse a cualquier ambiente y circunstancia, y otra muy distinta era no pensar en la comodidad de su pareja. JungKook podía ser muy pajero, no iba a mentir, él sabía que lo era, además de que tiene diecinueve años, totalmente entendible, pero jamás iba a hacerla pasar por un momento incómodo, u obligarla a algo cuando ella no quería.

Se dió la vuelta y llevando su taza fue al comedor, donde estaban todos menos MinGan sentados. Se sentó en su lugar y la conversación que estaban teniendo sus padres se detuvo de manera abrupta cuando vieron a su hijo sentarse.

⎯ Mmh, masitas, que rico.⎯ comentó él tomando una de las nombradas de un plato de porcelana para después comer. Se dió cuenta del silencio y miró a sus padres y hermana, inevitablemente una sonrisa se escapó de sus labios.⎯ ¿Qué les pasa?⎯ preguntó risueño.

⎯ ¿Dónde estuviste en la tarde, JungKook?⎯ indagó su padre, y el nombrado respondió vagamente.

⎯ Por ahí.

⎯ ¿Por ahí?⎯ preguntó irónicamente, con una mueca de enojo en su rostro, que para rareza de todos no había causado nada en su hijo, hasta que su padre volvió a hablar.⎯ ¿Y ese por ahí cómo explica lo que tienes en el cuello?

Soulmate| jjk. ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora