𝚍𝚒𝚎𝚌𝚒𝚗𝚞𝚎𝚟𝚎

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JungKook regresó a su casa con la invitación entre sus manos, no se había podido quedar mucho tiempo con Valery y él quería pasar tiempo juntos, pero al otro día la vería nuevamente y esperaba llevar cosas para su hogar. Le había prometido a su madre acompañarla, además de que siempre que iban a la parte de los humanos se llevaban muchas sorpresas al ver gente común y corriente. Esas compras la hacían una vez por mes y traían muchas cosas a su casa, desde alimentos hasta ropa y cd de películas.

El licántropo dejó la invitación que su amada le dió escondida entre sus ropas para que nadie de su familia pueda verla, además de que era de vidrio y podría romperse de nada, sumando que JungKook es algo torpe, no quería romperla, prefería guardarla como recuerdo. Escuchó el llamado de su madre desde el primer piso y bajó rápidamente, encontrando a la mujer que le dió la vida con una bolsa de tela para guardar las cosas que traerían.

⎯ ¿Rieka no viene?⎯ preguntó el castaño tomando su abrigo para después ponérselo.

⎯ No, ha quedado con JaeHyun.⎯ respondió su madre, JungKook asintió al reconocer el nombre de su cuñado, el mayor lo aceptaba porque se veía como alguien bueno, tímido y sensible, sabía que no le haría daño a su hermana, es más, pensaba que habían más posibilidades de que Rieka lo dañe a él y no al revés.⎯ Serán solo unas compras de madre e hijo.⎯ comentó la mayor con una sonrisa y su hijo asintió mientras enganchaba su brazo al de su madre, como dos ancianas, y salían de su casa.

Apenas salieron se cruzaron con muchas personas que los saludaban, y a lo lejos JungKook pudo ver el cachorro que Valery había salvado, se sentía aliviado con él que a pesar de ser pequeño tuvo la fidelidad de guardar un secreto. Recién cuando salieron de lo que vendría siendo el pueblo, donde había más gente por las casas, habitantes y pequeñas tiendas, entraron al bosque que no era tan concurrido.

En estos tiempos estar en el bosque no era igual a como cuando JungKook, MinGan y Rieka eran pequeños, ahora las madres sentían más miedo de dejar a sus hijos ir a jugar por ahí sabiendo que los vampiros estaban peligrosamente cerca de ellos. Ante esa situación, el alfa Jeon mandó a construir una plaza infantil para que los niños pudieran jugar, tenía toboganes, columpios y más cosas para que los cachorros se entretengan.

⎯ Hijo, quiero contarte algo.

⎯ Claro ma, dime.

La señora Jeon tomó aire para comenzar a hablar, no se le hacía fácil tocar el tema de la gran diferencia que había entre sus hijos por un puesto en la manada, pero era algo que tenía que aceptar, MinGan era muy ambicioso y eso lo sacó de su padre.

⎯ Le rogué a tu padre para sacar a tu hermano del calabozo y él aceptó.⎯ dijo y miró la reacción de su hijo, el cual solo asintió en silencio.⎯ No quiero que le tengas miedo, es tu hermano y...

⎯ Mamá yo no le tengo miedo a MinGan.⎯ respondió su hijo con firmeza.⎯ Solo aprendí a aceptar que tiene sus cosas malas, y tengo que cuidarme porque sé de lo que es capaz de hacer por ser alfa de la manada.

⎯ Lo tratas como si fuera capaz de asesinar, JungKook.⎯ recriminó su madre, y él no diría nada, pero la verdad era que sí sentía capaz a su hermano de llevar a cabo un homicidio perfecto para quedar él como alfa de la manada y que los gusanos coman el cuerpo muerto de su hermano mayor.⎯ A lo que voy es que, espero que me entiendas del porqué saqué a Min de ahí. Él es mi hijo también, y me duele ver que solo le dan comida tres veces a la semana, los guardias lo lastiman con látigos o tirándole agua congelada, y saber que no está teniendo unos buenos días desde que tu padre lo encerró ahí. Lo hice por eso, y prometo mantenerlo vigilado para que no te lastime a tí.⎯ miró al castaño y sonrió mientras ponía una mano en la mejilla de él.⎯ Aunque seas el alfa más rudo, el que tenga control sobre la manada, o tengas 70 años, siempre seguirás siendo mi bebé, y no permitiré que nadie te lastime.

Soulmate| jjk. ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora