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Park Si-U se halla con su cuerpo desnudo, recostado entre medio de las piernas de su esposa. Su cabeza se encuentra entre medio de los pies de Yvette y sus glúteos siendo manoseados por las traviesas manos de la pelinegra.

Algo frío que se posiciona entre medio de sus nalgas lo hace jadear por lo bajo.

Yvette echa más lubricante y con su dedo pulgar lo esparce, con la intención también de estimular a su menor.

-Ah.- Si-U se muerde la palma de la mano -Mhm.-

Con su mano izquierda, la joven empresaria se dispone a acariciar la espalda baja del hombre que está a su disposición, y con la otra, su pulgar trata de hacerse paso en el apretado agujero de él.

Un primer dedo se hace paso, y Si-U retiene la respiración.

-¿Qué sucede?- Cuestiona ella cuando la mano contraria la detiene -¿Te sientes mal?-

-No, es solo que...- El jadeo que suelta lo hace callarse -Se siente un poco raro de nuevo.-

-¿Paramos?- Ella lo ve negar

Tratando de concentrarse en lo que estaba realizando antes de que llegarán a ese punto, el castaño sigue buscando una que otra información en la laptop.

-Jhm...- Un espasmo percibe Yvette en el cuerpo del menor -Creo q-que encontré lo que buscaba.-

Su tartamudeo es deleitoso para la mayor, la cual mueve con calma y sin prisa alguna los dos dedos que tiene dentro de Si-U. Sin ninguna prisa, únicamente queriendo darle un suave y placentero estímulo.

-¿Qué dice?- Yvette adentra más los dedos -¿Lo leerás para mí?-

-No c-creo que pueda, mhm...-

Si-U, con dificultad de por medio, sigue buscando una que otra información que pueda ayudarlo con su cafetería.

Los días han pasado para ellos dos, muy tranquilos y sin problema alguno.

Cuando el placer empieza a ser más intenso, los gemidos del castaño oscuro comienzan a ser más altos.

Sus espasmos y uno que otro estremecimiento de su cuerpo es involuntario. Cierra los ojos y apoya la frente en el colchón, olvidándose de seguir leyendo, y concentrándose en el placer que lo hace sudar.

Yvette únicamente se dispone a usar aquel agujero a su disposición, mientras sus mieles ojos contempla la bonita figura corporal que provoca la posición en que su castaño se halla.

Su fría mano se dispone a mimar un lado de la cintura del joven, no pasa tampoco la oportunidad de acariciarle los glúteos y parte de los muslos. Su labio inferior se mantiene entre sus dientes, al igual que sus ojos no se despegan del desnudo cuerpo que suda un poco.

-Estoy c-cerca, amor.-

Empuja él sus propias caderas hacia atrás, queriendo un poco más de estímulo, aunque los constantes espasmos en su cuerpo le dan a conocer a la joven empresaria, de que está sinceramente en su punto límite.

-Agh.- Si-U aprieta los dientes con fuerza -Me v-voy a correr, Noona.-

Park mayor permanece en silencio, con sus dedos moviéndose con más constancia y escuchando los gemidos del otro.

-N-noona...- Si-U la llama -No aguantaré m-mucho, por favor.-

Un sollozo sale de su garganta, se le complica con el pasar del tiempo seguir reteniendo sus ganas de correrse. Otro sollozo sale de él junto a un por favor, que es escuchado por ella.

-Amor...- Trata de verla

-¿Por qué debes de decírmelo otra vez si ya escuché?- Ladea la cabeza

Finge no saber, porque el cuerpo que se estremece de más a causa de ella haber encorvado más sus dedos al mismo instante en que los adentraba más. Ese mismo cuerpo le ha hecho comprenderlo, y reconocer de que si ella no da su aprobación, él no querrá correrse.

-Totalmente Diferentes- EDITANDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora